jueves, 14 de marzo de 2019

México SA
¿ Reforma? energética // Propaganda vs hechos
 
Aestas alturas, de la reforma energética” peñanietista destacan dos logros: los propagandísticos y los reales. Los primeros se presumieron machaconamente a lo largo del sexenio del hijo pródigo de Atlacomulco; los segundos se sintetizan en el desplome de la producción petrolera interna (la más baja desde 1980), la histórica importación de combustibles y –por primera vez en 44 años– de petróleo crudo, así como la avanzada anemia financiera de Petróleos Mexicanos, esto es, lo contrario a lo que EPN ofreció.
Poco antes de concluir el gobierno de Enrique Peña Nieto, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, se pavoneaba porque las inversiones totales comprometidas con la reforma energética rebasarán los 200 mil millones de dólares y la producción de hidrocarburos y sus derivados crecería vertiginosamente, a grado tal que a corto plazo sumaría 3 millones de barriles diarios.
Eso y mucho más por el lado de los logros propagandísticos. Por el de los logros reales destaca: los mexicanos pagan precios históricamente elevados por los combustibles; la refinación se desplomó 40 por ciento; el valor de la exportación cayó 58 por ciento; la deuda de Pemex rebasó 100 mil millones de dólares; la importación de gasolinas y diésel representa 80 por ciento del consumo interno; las reservas de petróleo crudo equivalente se hundieron 43 por ciento; los consorcios ganadores de las adjudicaciones de campos petroleros sólo perforaron 17 de los 138 pozos a que se comprometieron como parte de las rondas de licitaciones.
Y por lo que toca a la catarata de dinero que México recibiría (la inversión sin precedente), producto de la reforma energética, de los 200 mil millones de dólares que presumía Pedro Joaquín Coldwell, hasta ahora sólo se han materializado alrededor de 800 millones de billetes verdes, o lo que es lo mismo, a duras penas 0.4 por ciento del total prometido. Cómo olvidar que, en su última comparecencia en San Lázaro, dicho funcionario peñanietista dijo a los diputados: los contratos petroleros que ustedes censuran y cuestionan, en unos años más los van a bendecir.
Lo que Pedro Joaquín Coldwell olvidó matizar fue que los hipotéticos 200 mil millones de dólares se acumularían en tres décadas, es decir, 6 mil 666 millones por año desde la aprobación de la reforma energética (12 de diciembre de 2013), de tal suerte que a estas alturas el registro tendría que reconocer alrededor de 33 mil millones de billetes verdes como parte de las inversiones sin precedente.
Pero la realidad es otra. Lo dijo el presidente López Obrador en su toma de posesión, y ayer lo reiteró la secretaría de Energía, Rocío Nahle, durante su participación en la conferencia anual CERAWeek, que se desarrolla en Houston, Texas: “las empresas petroleras (que ganaron las licitaciones en el marco de la reforma energética) sólo han invertido 800 millones de dólares en lugar de los miles de millones ofrecidos en una centena de contratos; ellas deben cumplir lo que marca la ley en cuanto a los tiempos acordados, (porque) si no los van a tener que regresar” ( La Jornada).
Y Nahle advirtió que Petróleos Mexicanos podría retrasar al 2020 la búsqueda de socios para formalizar alianzas, planeadas actualmente para octubre, en medio de recordatorios del gobierno mexicano a las empresas por no invertir lo suficiente en los contratos por ellas obtenidos tras la reforma energética. Además, dijo, Pemex trae un proyecto propio de perforar 116 pozos (ídem).
En síntesis, de la propaganda a los hechos, y como lo dijo ayer el presidente López Obrador, la reforma energética no produjo más petróleo ni más gasolinas, ni más inversión. Eso sí, hundió, aún más, a Pemex y a la CFE.
Las rebanadas del pastel
Pues nada, que a la desautorización del subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, para construir la refinería en Dos Bocas, Tabasco, ahora el presidente López Obrador simplemente le llama malentendido. Así es: un malentendido de 8 mil millones de dólares.

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