sábado, 30 de marzo de 2019

Se cumple un año de las protestas por la Gran Marcha del Retorno. El problema más grave no es si los palestinos han avanzado, sino saber por qué hay indignación en el mundo.
Me refiero a la indignación contra el régimen de Israel por la terrible matanza y represión que ha hecho de estas protestas que nunca han sido un acto de guerra ni una ofensa militar pero que han sido contestadas con fuego israelí abierto, vivo y real contra los palestinos desarmados. La matanza de casi 300 muertos con una cifra de heridos impresionante, 30 000, sí ha causado el enojo de la comunidad internacional, pero no la acción, al contrario, a Israel no solo no se le ha prohibido sino que hasta se le ha premiado con inversiones y más negocios.
Esto es lo grave, que el mundo se quede en palabras y reprimendas, y que en los actos sea además lo contrario. No hablo de Estados Unidos, porque de ellos ya sabemos que su misión en la vida es proteger y dar la vida por Israel, más con el presidente Donald Trump que está decidido a cuidar a los israelíes más que a sus hijos, poniéndose en contra de todos los presidentes de EE.UU., de la comunidad mundial, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de los tratados internacionales, de la ley mundial y del derecho internacional, al mover la embajada estadounidense a Al-Quds (Jerusalén), declarar esta ciudad como capital única, eterna e indivisible de Israel.
Ahora reconocer los altos del Golán, todo esto contrario, como digo, incluso a todos los otros presidentes de EE.UU. quienes se negaron a hacerlo. Dicho esto, es claro que de EE.UU. ya ni cuestionar hace falta, ya sabemos incluso que no hay doble moral, su intención es descarada y cínica, aplastar a los palestinos sobre su idea de crear un estado de Israel. El problema como digo es el resto del mundo, que en vez de indignarse, le da abrazos, palmadas, estrecha la mano y hace negocios e inversiones con Israel y su primer ministro ensuciado por la corrupción, Benjamín Netanyahu, lo que sin duda es un grave problema para los palestinos, que quedan solos a las balas israelíes.
En este medio, se cumple un años de atrocidades israelíes sobre las manifestaciones que consigné al principio. Es urgente que la comunidad internacional se una, tome fuerzas y se enfrente a Israel para salvar la vida de los palestinos y la paz en la región, y es urgente por dos cosas principales: uno, las acusaciones de la propia ONU de que hay elementos suficientes para juzgar a Israel por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, los mismos delitos que fueron cometidos por el régimen de Hitler en el exterminio de los judíos.
Aquí en el programa revisaremos si hay similitudes entre el sionismo recalcitrante y el extremismo de Hitler; y dos, se acaba la comida, las medicinas, el agua, la electricidad, el comercio, el dinero, y aumenta la pobreza, la destrucción, las enfermedades en la Franja de Gaza. Es tarea urgente así de todo el mundo de intervenir para salvar esta masacre de Derechos Humanos.
En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, seis y Madrid, siete de la noche; México, doce, y Colombia, una de la tarde.
Por Roberto de la Madrid
smd/nii/

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