miércoles, 31 de diciembre de 2014

¡¡ YA ME CANSE !!

Enrique Peña Nieto...................
 
 
¡RENUNCIA YA!
 
DIA CINCUENTA
 
31/12/14

ERUVIEL AVILA VILLEGAS
TLATLAYA

¡RENUNCIA YA!
El socialismo cubano hoy: 56 realidades en un nuevo aniversario             
Escrito por  Oma Pérez Salomón / Blog La Pupila Insomne
     El socialismo cubano hoy: 56 realidades en un nuevo aniversario

    Numerosas muestras de alegría siguen ocurriendo en Cuba y todo el mundo por el regreso a la patria de los héroes cubanos Gerardo, Antonio y Ramón, y por el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la mayor isla de las Antillas y Estados Unidos.   
En esta gran victoria política hay que reconocer el apoyo de gobiernos y pueblos de Latinoamérica y de otras latitudes, así como la resistencia y entereza del pueblo cubano, liderados por Fidel y Raúl.
Cuba celebra el aniversario 56 de su Revolución mostrando como resultado una gigantesca obra de hechos y realizaciones concretas, que ni sus más acérrimos enemigos pueden negar. Llamo la atención sobre 56 realidades que lo confirman:
1. El Informe sobre Desarrollo Humano 2014 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que contempla los índice de esperanza de vida, acceso a la educación y nivel de vida, ubica a Cuba en el lugar 44 entre 187 países, con un desarrollo humano muy alto.

2. La economía cubana proyecta un crecimiento del 4 por ciento en el 2015, que aunque desde una óptica de desarrollo aún es insuficiente, revierte la tendencia a la desaceleración de los últimos períodos y crea las bases para lograr sostenidos ritmos de crecimiento, se espera que América Latina crezca un 2% según la CEPAL.

3. Cuba trabaja en la propuesta de Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista; en la proyección, sobre bases sólidas, del Programa de Desarrollo Económico Social hasta el año 2030, con el propósito de crear los cimientos de una sociedad próspera y sostenible, y prepara condiciones para la eliminación de la dualidad monetaria.

4. Están en marcha medidas para dotar de mayor autonomía a la empresa estatal socialista, lo que permitirá a partir del año 2015 favorecer una mejor explotación de sus capacidades productivas, acceso al mercado, multiplicar sus exportaciones, ayudar a la disminución de las importaciones y un avance en la aplicación del concepto socialista de la retribución con arreglo al trabajo.

5. La Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó en marzo de 2014 una nueva Ley de Inversión Extranjera, que permitirá incentivar la producción de bienes y servicios para dinamizar el desarrollo económico y social del país.

6. La generación eléctrica satisface la demanda de la economía tanto en el sector estatal como en el residencial, a partir de una mayor eficiencia en el uso de los portadores energéticos, resultados que se espera mantener en el año 2015.

7. Existe una expansión del sector del trabajo por cuenta propia y de otras formas de gestión no estatal, lo cual está actuando como un elemento dinamizador en la esfera del consumo y los servicios, y en la tendencia creciente en los ingresos a captar por el Presupuesto del Estado para ser invertido en bien de nuestro pueblo.

8. Se amplía el experimento de las cooperativas no agropecuarias, de las cuales se encuentran funcionando 329 en el sector industrial y en los servicios, que están permitiendo el ahorro de importaciones, soluciones nacionales en función del cuidado y alargamiento de la vida útil de recursos sociales y particulares del país, el estímulo a la creatividad, así como el rescate de tradiciones locales y nacionales para disfrute de la población.

9. Unos 476 mil cubanos que ejercen el trabajo por cuenta propia, están protegidos por el sistema de seguridad social, con garantías para la jubilación.

10. En Cuba nunca habrá paquetes de ajuste económico ni terapias de choque al estilo neoliberal como ocurre actualmente en varios países europeos.

11. En el año 2015 se ejecutarán inversiones por 7 159 millones de pesos, superior en 1 595 millones al estimado de ejecución del 2014.

12. En el próximo año se planifican gastar 2 194 millones de dólares en la importación de alimentos, lo que representa 137 millones de dólares más que en el 2014.

13. El nivel de desempleo está por debajo de un 4%, índice que la sitúa entre los primeros 30 países con mejor desempeño en esta esfera, por encima de países desarrollados como Estados Unidos, Francia y otros.

14. El presupuesto del Estado en el año 2015 considera gastos totales por 54 mil 854 millones de pesos – un 10 por ciento superior al año anterior – , de los cuales el 63 por ciento corresponde a los gastos corrientes de la actividad presupuestada, con lo que se asegura el mantenimiento de los actuales servicios básicos que se ofrecen de forma gratuita a la población.

15. Cuba garantiza el acceso universal y gratuito a la Salud Pública a todas las personas.

16. La Salud Pública participa del 29 por ciento de los gastos corrientes de la actividad presupuestada, lo que sitúa a Cuba entre los países con más presupuesto estatal destinado a este sector.

17. El Estado cubano respalda los servicios que brindan más de 150 hospitales, 400 policlínicos, 11 mil consultorios médicos y 140 hogares maternos distribuidos por todo el país, incluso, en los lugares más apartados.

18. El presupuesto del Estado asume el incremento de los gastos de medicamentos en 200 millones de pesos, por la aplicación de los precios internacionales a los productos que el Grupo Empresarial BioCubaFarma exporta, que serán utilizados en las instalaciones hospitalarias cubanas.

19. Cuba tiene una tasa de mortalidad infantil de 4,2 por cada mil nacidos y desde hace décadas se mantiene por debajo de 5, cuestión que la ubica entre los mejores países del orbe. Según estadísticas publicadas en Naciones Unidas, la tasa de mortalidad infantil promedio en Cuba en el quinquenio de 1955 a 1960 fue de 69,86 por mil nacidos vivos.

20. La mortalidad materna se ubica en 21 por cada cien mil, también de las más bajas entre todas las naciones.

21. La expectativa de vida del cubano al nacer es de 77,9 años cifra que ubica a Cuba entre los más avanzados del planeta.

22. Cuba cuenta actualmente con más de 56 mil médicos laborando en el país, lo cual nos sitúa como uno de los mejores en el mundo en cantidad de galenos por habitantes.

23. El Programa de Vacunación garantiza una de las más amplias coberturas de inmunización en el mundo, permitiendo la prevención de 13 enfermedades.

24. La colaboración médica cubana está presente hoy en 67 países, con más de 50 mil colaboradores, de ellos más de 25 mil son médicos y alrededor del 65% son mujeres.

25. Tres brigadas cubanas de 256 colaboradores se encuentran en Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia enfrentando la epidemia de ébola.

26. La “Operación Milagro” ha propiciado más de 2 millones de intervenciones quirúrgicas para devolver la visión a personas de bajos ingresos de más de 30 países de América Latina, el Caribe y África.

27. La Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), ubicada en la capital cubana, graduó 9 960 médicos de 58 países en el período 2005–2011.

28. Cuba es uno de los pocos países del mundo que desterró desde hace más de medio siglo el analfabetismo y a pesar de la crisis y la permanente agresión económica de Estados Unidos por su política de bloqueo, mantiene para todos sus ciudadanos el acceso universal y gratuito a la educación.

29. El sector de la Educación asimila el 24% de los gastos corrientes de la actividad presupuestada del país, lo que confirma la voluntad del gobierno cubano para seguir garantizando las conquistas de la Revolución, aun en medio de una compleja situación económica.

30. La UNESCO reconoce que Cuba exhibe, entre los países de América Latina y el Caribe, el mayor índice en el Desarrollo de la Educación, siendo también el que mayor parte de su Producto Interno Bruto dedica a la enseñanza, con un 13 por ciento.

31. Para el curso escolar 2014-2015, se garantizan los estudios a más de 200 mil estudiantes en preescolar, incluyendo los círculos infantiles, aproximadamente 700 mil en primaria y cifra similar en la enseñanza media.

32. Con el programa cubano de alfabetización, “Yo sí puedo”, implementado en 30 naciones, se han alfabetizado 8 426 038 personas, de prácticamente todos los continentes.

33. Más de 2 mil maestros cubanos prestan colaboración en más de 40 países.

34. El país tiene 65 centros de educación superior, que constituyen una fortaleza en la formación de recursos humanos.

35. La cifra total de egresados de la educación superior en Cuba supera el millón. En el curso 2012-2013 se graduaron, solo en las ramas de las ciencias, 70 341 cubanos.

36. Cuba cuenta hoy con 232 centros de investigación y 4 719 investigadores.

37. El Polo Científico cubano tiene 38 productos ubicados en el mercado mundial y unas 500 patentes registradas, cuatro de ellas galardonadas con la Medalla de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.

38. En el campo de la conservación y el cuidado del medio ambiente, Cuba es considerado como uno de los contados países con un desarrollo sostenible.

39. Cuba alcanzó el primer lugar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Veracruz 2014, con 123 medallas de oro.

40. El gobierno cubano implementa acciones para fomentar la creación artística y literaria, la conservación del patrimonio cultural, la defensa de nuestra identidad y el trabajo comunitario, como vías para enriquecer la vida cultural y satisfacer las necesidades espirituales de los cubanos.

41. Actualmente casi siete mil 500 estudiantes se instruyen en las diferentes manifestaciones artísticas en más de 35 centros en todo el país.

42. La cultura cubana ha estado representada en diversos eventos y nominaciones internacionales.

43. Cuba es el país de América Latina con menos hechos de violencia en infantes.

44. Cuba promueve un enfoque preventivo en materia de educación y reinserción social para evitar la delincuencia; es uno de los países con más seguridad para vivir.

45. Cuba es uno de los países con más bajo índice de uso de drogas y psicofármacos, existiendo programas para la prevención y el enfrentamiento de estos vicios, los cuales cuentan además con el respaldo de la comunidad a través de las organizaciones sociales y de masas radicadas en todo lo largo y ancho del país.

46. El sistema penitenciario cubano se caracteriza por su humanismo y la implementación de varios programas para la reincorporación a la sociedad de la población penal.

47. Cuba ocupa el lugar 44 entre todos los países en habilidades en el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), según el informe del 2014 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, y en medio de las dificultades económicas en el 2015 seguiremos avanzando en la informatización de la sociedad cubana.

48. Más de 4 millones de cubanos han recibido instrucción acerca de las TIC en los Joven Club de Computación en los últimos 27 años, la mayoría niños y jóvenes.

49. El 14 de diciembre se celebró el cuarto aniversario de la primera red social digital de contenidos de Cuba, EcuRed, que tiene más de 135 mil artículos enciclopédicos y recibe unas 200 mil visitas diarias.

50. Avanza la migración hacia la Televisión Digital Terrestre que se extenderá paulatinamente por todo el país. Este proyecto que se extenderá hasta el año 2022, prevé ampliar los programas televisivos e incorporar otros servicios.

51. En Naciones Unidas 188 países condenaron el bloqueo genocida de Estados Unidos contra Cuba durante la Asamblea General de la ONU en octubre pasado, quedando aislado nuevamente el gobierno estadounidense en este escenario.

52. Tras una larga e intensa batalla, el 17 de diciembre de 2014 regresaron a su patria, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labañino, quienes junto a René González y Fernando González constituyen símbolos de la dignidad del pueblo cubano.

53. En enero de 2014 se celebró en La Habana la Segunda Cumbre de la CELAC, espacio regional de integración, concertación y soberanía latinoamericana y caribeña.

54. En la V Cumbre CARICOM-Cuba, celebrada en La Habana el 8 de diciembre de 2014, el gobierno cubano ratificó el compromiso de cooperar y compartir nuestros modestos logros con los hermanos del Caribe.

55. El 14 de diciembre de 2014 se celebró en La Habana la XIII Cumbre de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), y el aniversario 20 del encuentro de los Comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro.

56. El pueblo cubano está convencido de que solo la unidad en torno al Partido y la Revolución permitirá preservar la nación cubana y las conquistas económico-sociales.

Estas realidades y la llegada del año 57 de la Revolución traerán nuevas fuerzas y oxígeno a los pulmones del pueblo cubano, para marchar hacia superiores metas, confiados en el porvenir y en la seguridad del triunfo del socialismo.
Lo que realmente exigimos los cubanos 
             Escrito por  Bertha Mojena. Especial para Cubasí
     
Lo que realmente exigimos los cubanos es que se acabe de respetar nuestro derecho a ser libres, soberanos, a defender el sistema político que escogimos hace ya 50 años.
Lo que realmente exigimos los cubanos es que se acabe de respetar nuestro derecho a ser libres, soberanos, a defender el sistema político que escogimos hace ya 50 años, y que hoy luchamos por transformar, perfeccionar...
 
Hay quienes dicen que se trata de discursos, otros piensan que tememos a las críticas, a expresarnos cuando en realidad los cubanos somos bastante extrovertidos, expresivos, hasta exagerados, pero eso sí, pocas veces nos pueden imponer algo y si lo creemos necesario, hablamos y bastante, a veces hasta un poquito de más.
 
Pero es que nuestras raíces, nuestra mezcla identitaria, nuestra forma de expresarnos, de proyectarnos, de decidir y pensar, de actuar, nos hace mirar siempre adelante, con la cabeza en alto y mucho optimismo, más allá de obstáculos y contratiempos, porque eso sí, pocas cosas nos frenan.
 
Quizás por ello, por estos días en que algunos “desmemoriados” o “malintencionados” o “ingenuos” – para utilizar calificativos sanos- pretenden hablar por millones que nada tenemos que ver con sus supuestas exigencias, otros pensamos que sí, siempre hay cosas que podemos exigir, pero sobre todo que podemos y tenemos el derecho y las razones para defender.
 
Entonces me permito también mi derecho a exigir, no micrófono en mano, como lo he hecho otras veces, sino con estas palabras que incluso desde la distancia, me dejan estar allí hoy, en mi tierra, con mi gente, con el pueblo cubano que tan alegre está este fin de año.
 
Lo que realmente exigimos los cubanos es que se acabe de respetar nuestro derecho a ser libres, soberanos, a defender el sistema político que escogimos hace ya 50 años y que hoy luchamos por transformar, perfeccionar, hacerlo cada vez mejor y más cercano a nuestra realidad.
 
Lo que exigimos los cubanos es que se entienda que no queremos ni vamos a regresar al capitalismo, ese que reduce al hombre a cero, a una simple mercancía en manos de pocos para que muchos no tengan ni derecho a una vida justa.
 
Lo que exigiría sin dudas, es que nos dejen transformar nuestra realidad con trabajo, con entrega, tropezando, equivocándonos, pero levantándonos y rectificando por nosotros mismos, sin que venga nadie de afuera a decirnos lo que tenemos que hacer y cómo, no porque lo sepamos todo ni tengamos la razón, sino porque corresponde a los cubanos de adentro y de afuera, que sí queremos un porvenir mejor – pero con Patria- seguir construyéndolo entre todos.
 
Exigiría una y otra vez que luchemos por cuidar más lo que tenemos, por levantar los tabúes y barreras mentales que aún nos lastran, los síntomas de burocracia y corrupción, los silencios indebidos, que no miremos tanto al lado y nos evaluemos nosotros mismos, cada uno en su pedacito para repensar más lo que nos toca a hacer donde quiera que estemos por el porvenir.
 
Pero exigiría también nuestro derecho a tener relaciones diplomáticas con quien queramos, a estrechar más los lazos con el mundo, incluyendo al propio pueblo y gobierno norteamericano, para aumentar nuestros niveles de comercio, intercambio, inversiones, desarrollo sostenible, pero en igualdad de condiciones, sin que existan bloqueos ni sanciones económicas que nadie nos venga a imponer.
 
Exigiría y defendería la felicidad y la alegría con que nuestros niños y jóvenes gozan plenamente de educación y salud gratuitas, de acceso a la cultura, al deporte que quieran, a ser vacunados contra más de docena de enfermedades antes de cumplir un año y no pagar ni un centavo por ello, a correr por nuestros parques a cualquier hora sin temor a ser perseguidos, secuestrados, asesinados por balas o bombas, afectados por vicios, juegos sucios o drogas.
 
Propondría seguir perfeccionando nuestras instituciones, ser más eficientes y hacer que cada cosa que logremos se parezca más a nuestra gente, a nuestro tiempo, a la igualdad y la justicia social que nos hace ser por encima de todo, seres humanos, sin importar la procedencia social, étnica, racial, la edad, el género, la preferencia e identidad sexual, la creencia religiosa o de otro tipo.
 
Seguiría exigiendo el debate necesario, la polémica, mayor poder de análisis entre todos los que queremos Cuba, pero no con quienes la venden, con esos nada tenemos que hablar ni debatir, porque desde la cuna bien sabemos los cubanos que los principios no se negocian, que la Patria no se mancilla, porque sería caer en abismos de los cuales no saldríamos nunca.
 
Y si aún no fuera suficiente, exijo que nadie venga a traernos recetas, a importarnos chantajes ni manuales conocidos que solo pretenden dominar las ideas, los pueblos, porque nuestra única receta para el mundo, es la de la solidaridad, la ayuda mutua, el intercambio en igualdad de condiciones y la defensa de la vida por encima de todo.
 
Los cubanos y todos los hombres de buena voluntad del mundo, tenemos muchos motivos para celebrar y estar felices este fin de año 2014, para esperar con optimismo y muchas ganas de ser mejores el 2015, aunque algunos se empeñen en no dejarnos vivir nuestras fiestas en paz.
Bajo la lupa
¿Los banqueros Rothschild se apoderan del Banco Central de Ucrania?
Alfredo Jalife-Rahme
Foto
Petro Poroshenko, presidente de Ucrania, en una conferencia de prensa celebrada el lunes pasado en KievFoto Reuters
E
l portal libanés Al-Manar, portavoz de la guerrilla chiíta Hezbolá –aliada de Irán y del presidente sirio, Bashar Assad–, pregunta si ¿dirigirán Soros o Strauss-Khan la economía ucraniana? (http://goo.gl/Da3Qn3).
La inquietante noticia de Al-Manar pudo haber sido tomada como broma a tres días de los Santos Inocentes, de no haber sido por la confirmación del alemán-estadunidense F. William Engdahl, de la Universidad de Princeton y uno de los máximos expertos en geopolítica, quien afirma que el polémico octogenario, el megaespeculador George Soros, es contemplado como nuevo presidente del Banco Central de Ucrania (http://goo.gl/FXXNDZ).
En esta etapa de escalada en espiral, que puede desembocar en una guerra nuclear entre Estados Unidos (EU) y Rusia, Ucrania ha cesado de existir como país independiente, libre y soberano, cuando el gobierno de Kiev está conformado por tantos extranjeros y teledirigido obscenamente por el intervencionismo de Vicky Nuland, asistente del Departamento de Estado y esposa del zelote neoconservador straussiano Robert Kagan: uno de los artífices de los fracasos bélicos en Irak y Afganistán.
El parlamento de Ucrania votó para que tres nuevos ministros del gobierno, repleto de nazis (literal) y provenientes de países extranjeros, hayan sido nacionalizados como ciudadanos ucranianos por vía rápida: 1) la ministra de Finanzas, Natalia Jaresko, ciudadana estadunidense que trabajó para el Departamento de Estado en Ucrania y quien había fungido como banquera de inversiones de los fondos de Usaid, una fachada de la CIA (http://goo.gl/FwMtgm); 2) Aivras Abromavicius, banquero de inversiones de Lituania, que manejó el Fondo Sueco para Ucrania, y 3) Alexander Kvitashvili, ministro de Salud, de nacionalidad estadunidense y agente de la CIA, según Engdahl (http://goo.gl/SV1b5P ).
Al Manar afirma que Ucrania se encuentra al borde de una quiebra inminente, cuya principal causa es la guerra que Ucrania lleva a cabo en Donbass, que cuesta alrededor de 100 millones de grivnas (la divisa ucraniana) al día y tiene como causa fundamental el corte de sus relaciones comerciales con Rusia, su socio principal, lo cual produjo una huida masiva de capitales.
Kiev fue incapaz de cumplir con sus obligaciones de pago en octubre por un total de mil 125 millones de grivnas que obligó a su Consejo Municipal a restructurar su deuda interna.
Hasta la gobernadora del Banco Central de Ucrania, Valeria Gontareva, admite su dramática descomposición (http://goo.gl/NI4j5i), mientras Moody’s, la descalificada calificadora de EU, afirma que existe un riesgo de que el país haga frente a una suspensión de pagos cuando Ucrania debe unos 28 mil millones de dólares a sus principales acreedores, el FMI y la Unión Europea.
Sus reservas de divisas se han desplomado hasta 8 mil millones de dólares, los precios se han incrementado más de 20 por ciento, la deuda pública alcanzó 60 por ciento del PIB y la moneda ha perdido la mitad de su valor en un año.
El FMI estima que Ucrania necesita una ayuda urgente en las próximas semanas de 20 mil millones de dólares sólo para estabilizar la caída de la economía.
Sin contar que el primer ministro, Arseni Yatseniuk, fue textualmente instalado por Vicky Nuland del Departamento de Estado, la revista Contra Magazine de Austria (http://goo.gl/5uJBF6) sostiene que el presidente, Petro Poroshenko, desea convertir a Ucrania en un Estado vasallo de EU, lo que explica la llegada masiva de extranjeros para desempeñar puestos clave en la dirección del país, como es el caso del Banco Central, donde, según la agencia de prensa APA de Azerbaiyán (http://goo.gl/3pEDHf) –que cita al canal 112 de la televisión de Ucrania–, los candidatos para dirigir al Banco Central sean tanto George Soros como Dominique Strauss-Kahn, anterior director del FMI: ambos, al unísono de Jacques Attali, son instrumentos fiduciarios de los banqueros Rothschild.
El megaespeculador israelí-húngaro-británico-estadunidense György Schwartz, alias George Soros, de 84 años (http://goo.gl/oXTtyA), financió con 82 mil dólares (nota: unas migajas) al nuevo gobierno ucraniano, así como había financiado las actividades de disidentes en el antiguo bloque soviético antes de las revoluciones de 1989, en especial en Polonia y República Checa, según Kyev Post.
Al-Manar asevera que Soros contribuyó este año a derrocar el gobierno ucraniano y a crear una democracia pro occidental, como en 2004 durante la revolución naranja.
Hoy Ucrania se encuentra infestada por un batallón de funcionarios de EU con las ONG que controla, como la National Endowment for Democracy (NED), que Thierry Meyssan, director de Red Voltaire, cataloga como “la vitrina legal de la CIA (http://goo.gl/06Pb)”.
A juicio de Engdahl, Soros persiste en intentar debilitar la economía rusa, como hizo en 1998 cuando fue identificado como el hombre de paja de los banqueros Rothschild desde su vilipendiada empresa Quantum Fund NV, con sede en los paraísos fiscales de Curazao (Antillas Holandesas) y las Islas Caimán (http://goo.gl/XlMOZF).
Engdahl comenta que Soros como gobernador del Banco Central de Ucrania (Banco Nacional de Kiev) equivale colocar al viejo zorro a vigilar la casa de las gallinas.
En el paroxismo de su desquiciante megalomanía, Soros expectoró que fue él quien fundó (¡supersic!) Ucrania antes de que fuera independiente de Rusia y que tal fundación (sic) ha estado funcionando desde entonces y ha jugado un papel importante en los hechos recientes, tras el golpe de Estado del 21 de febrero de 2014, ejecutado por el Departamento de Estado, según Engdahl, quien desnuda todas sus redes ampliamente detectadas: Usaid, NED, International Republican Institute, The National Democratic Institute for International Affairs, The Freedom House y el Instituto Albert Einstein.
Por cierto, NED ha sido señalada por desestabilizar a China en Hong Kong.
El polémico portal de Alex Jones, InfoWars.com, asevera que Soros admite su responsabilidad por el golpe de Estado y más matanzas masivas en Ucrania, cuando su colaboración en las revoluciones de color empezaron inmediatamente después haber participado en la caída de la URSS (http://goo.gl/MHctLp).
A juicio de Engdahl, el megaespeculador Soros “aportará su alquimia financiera a Kiev e intentará lucrar con miles de millones de euros en el nuevo Ministerio de Finanzas y tampoco está solo para despojar el Banco Central de Ucrania, sino que también cuenta con dos competidores aliados de los banqueros esclavistas Rothschild: el pestilente Dominique Strauss-Kahn y un empleado clandestino de la Reserva Federal –que dirigen los israelíes-estadunidenses, la gobernadora Janet Yellen y el vicegobernador Stanley Fischer (http://goo.gl/oOV8DR), recién desempacado del Banco Central de Israel, quien maniobró el Olimpo de las finanzas globales con Jacob Frenkel (http://goo.gl/HOzFXl).
La guerra financiera sin cuartel de EU y Gran Bretaña contra Rusia se intensifica ahora desde Ucrania que busca su ingreso a la OTAN bajo la cobertura del supremo brazo armado financierista de los banqueros Rothschild.
Facebook: AlfredoJalife

martes, 30 de diciembre de 2014

Policías de Los Ángeles mataron a Ezell Ford por la espalda y desarmado
Pic
El afroamericano Ezell Ford murió de tres disparos; uno por la espalda y a quemarropa, otro en el costado derecho y otro más en el brazo derecho, estando desarmado, según ha revelado la autopsia, publicada el lunes, practicada al joven negro muerto en agosto a manos de dos agentes policiales.

“Lo que muestra el informe es que a Ezell le dispararon por la espalda y lo mataron”, ha comentado el abogado de la familia Ford, Steven Lerman, quien agregó que los resultados de la autopsia respaldan la querella abierta contra la Policía y el ayuntamiento de Los Ángeles (en California, oeste de Estados Unidos).

Es la primera vez, señala el diario local ‘Los Angeles Times’, que las autoridades angelinas suministran detalles sobre la muerte de Ford, que sufría trastornos mentales cuando fue abatido el pasado 11 de agosto.

Tanto el disparo en la espalda como el del costado eran suficientes para matar al joven de 25 años.

La autopsia fue publicada después de que se produjeran protestas por la falta de transparencia en las investigaciones, y la publicación provocó protestas en Los Ángeles, donde un grupo de manifestantes bloqueó por corto espacio de tiempo una autopista, hasta la llegada de la Policía, que los obligó a dispersarse.

La Policía alega que Ford trató de agarrar el arma de uno de los dos agentes que le dispararon, según recoge la cadena iraní en lengua inglesa, PressTV. La familia, sin embargo, rechaza esas alegaciones, y recuerda que su hijo estaba siendo medicado por esquizofrenia, trastorno bipolar y depresión.

Además, reclaman en su querella 75 millones de dólares al Ayuntamiento.

La muerte de Ford es una más de las que en los últimos meses han desatado protestas multitudinarias en todo Estados Unidos por las muertes impunes de hombres afroamericanos desarmados a manos de agentes policiales de raza blanca.

El pasado 4 de diciembre, ante las amplias protestas populares, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, reclamó a las autoridades estadounidenses que atiendan las demandas de mayor responsabilidad en los casos de brutalidad policial racista letal.

mla/rha/msf
'Sanciones contra Venezuela son insolentes'
Pic
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tachó de irreverentes las políticas sancionadoras que pone en práctica el Gobierno de Estados Unidos contra su país.

"Es una insolencia pensar que el Congreso de un país puede amenazar, sancionar y exigir buena conducta a otro país y a un pueblo soberano como es Venezuela", recalcó el mandatario venezolano durante una entrevista publicada este martes por el diario 'La Jornada'.

Asimismo, puso en entredicho la resolución del Parlamento Europeo (PE), adoptada el pasado 22 de diciembre, por una supuesta violación de Venezuela de los derechos humanos contra portavoces de la derecha que promovieron las acciones violentas de principios de año, y puso en duda "la solvencia moral de potencias (que) son cómplices de crímenes de lesa humanidad y cómplices de Washington".

Refiriéndose a las políticas intervencionistas de las potencias occidentales en los asuntos internos del país latinoamericano, Maduro afirmó que las autoridades de tales países han de zanjar la crisis económica que afrontan los ciudadanos europeos.

Al criticar el desarrollo de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico (OTAN) en los países europeos, el jefe de Estado venezolano puso de manifiesto que este ente tiene previsto librar una guerra fría contra Rusia, Ucrania, Osetia del Sur y sus guerras petroleras.

A modo de colofón, Maduro hizo referencia a la guerra económica perpetrada por el Gobierno de la Casa Blanca contra el país sudamericano y precisó que el presidente de EE.UU., Barack Obama, “no entiende lo que es un pueblo como el nuestro, dispuesto a defender la patria que ha ganado para siempre”.

En la jornada del lunes Maduro responsabilizó a EE.UU. de la caída del precio del petróleo a nivel mundial, "un complot con el cual Washington pretende destruir a Venezuela para recolonizarla y acabar con su revolución".

mno/anz
¡¡ YA ME CANSE !!

Enrique Peña Nieto...................
 
 
¡RENUNCIA YA!
 
DIA CUARENTA Y NUEVE
 
30/12/14

ERUVIEL AVILA VILLEGAS
TLATLAYA

¡RENUNCIA YA!
Venezuela: la revolución sigue
Pic
Escrito por Marcelo Colussi

Con este epígrafe, tomado de dos agudos conocedores de la realidad venezolana, pretendemos dar el talante del presente escrito: es un intento de aportar en el análisis del proceso que allí se está desarrollando sin ocultar, por supuesto, la simpatía para con el mismo.

Decimos esto como primer punto para que quede claro el sentido de lo que se presentará: estamos ante un proceso de transformación social muy sui generis, con connotaciones a veces sumamente complejas de comprender, que no deja de ser una provocación para repensar la situación de las izquierdas, de la revolución socialista, y si se quiere: del panorama actual del mundo. La Revolución Bolivariana que se está llevando a cabo en el país caribeño es un laboratorio del que se pueden sacar muchas conclusiones.

¡Y del que no se puede estar indiferente!

Por diversos motivos (un proceso que vuelve a poner el socialismo en la palestra luego de la caída del socialismo real en tierras europeas, un líder carismático como pocos en la historia que lo impulsó por muchos años, una ventana de esperanza que se vuelve a abrir), lo que sucede hoy en Venezuela a nadie deja de importar. Si bien no es una revolución socialista con las características de otros procesos transformadores acaecidos en el siglo XX, en Venezuela hoy día se habla abiertamente de socialismo. Para las izquierdas esto es una invitación a debatir qué significa en la actualidad algo así: ¿se puede seguir levantando un ideario socialista?, ¿cómo construir una opción socialista en este mundo post Guerra Fría?, ¿qué funcionó y qué debería superarse de las primeras experiencias socialistas?

Para las derechas -la venezolana y la internacional- el proceso en curso encendió sus alarmas. Si bien es cierto que dentro del esquema económico del país no se produjeron expropiaciones ni confiscaciones en sentido estricto, la dinámica de los hechos confiere cuotas de poder a los sectores populares que siguen mostrando que la lucha de clases está presente, más allá del grito triunfal del neoliberalismo propinado por el japonés-estadounidense Francis Fukuyama al proclamar el supuesto “fin de la Historia”. Venezuela, a su modo, devolvió cuotas de esperanza al campo popular y a las luchas por el cambio político-social.

Nada de lo dicho hasta ahora en el presente texto es nuevo; el debate sobre el “socialismo del siglo XXI” inició hace ya algunos años, y las renovadas esperanzas que todo esto trajo alteraron el panorama político latinoamericano reciente. Pero más aún: no sólo despertó esperanzas en los pueblos y en la militancia de izquierda sino que propició transformaciones reales en las relaciones políticas del subcontinente, con la creación de nuevos centros de poder e influencia, como el ALBA, Petrocaribe, la CELAC, UNASUR, Telesur y Radio del Sur, entre otras novedades.

Claramente las aguas se partieron: nadie puede, ni dentro ni fuera de Venezuela, dejar de ser “chavista” o “antichavista”. Forma, quizá, bastante particular de seguir demostrando que las luchas de clase continúan, tan al rojo vivo como años atrás, con o sin Guerra Fría, con o sin sindicatos y organizaciones populares politizadas. ¿Por qué habrían de desaparecer? Sucede que la marea neoliberal -asentada en sangrientas represiones de años atrás- y el grito triunfal del fin de la Historia, pudieron llegar a hacer creerlo. Pero sin dudas, ahí están.

1. Hay una imagen distorsionada de Venezuela desde fuera del país

La prensa comercial de todo el mundo sigue una matriz determinada, fijada por grandes poderes mediático-políticos visceralmente anti-chavistas, cuyos intereses ven en todo el proceso bolivariano un peligro. La idea, obviamente, es presentar una sensación de “catástrofe” en que viviría el país, para desprestigiar la Revolución en curso. Sin quitarle peso real a la terrible guerra económica que la derecha vernácula -con apoyo encubierto y abierto del gobierno de Estados Unidos- está llevando a cabo, no es real que la población esté en una situación de crisis, de insolvencia absoluta, de situación pre-golpe de Estado al modo del Chile de 1973 donde apareció un Pinochet dando el toque final a un proceso que se venía desmoronando (o mejor dicho: que había sido calculadamente desmoronado) en un buen tiempo de gestación, con desabastecimiento y mercado negro.

En Venezuela no se vive eso, en absoluto. La inflación y el desabastecimiento existen, y por supuesto son odiosos, molestos, dañinos. De todos modos, la presencia del Estado a través de sus programas sociales por medio de las numerosas Misiones existentes (hoy día alrededor de 30) intenta complementar esos desajustes.

Sin negar las dificultades de la vida cotidiana -por ejemplo, el acceso a divisas, con un dólar paralelo por las nubes, hasta 10 veces por arriba del precio del oficial y todo lo que esa economía subterránea pueda traer aparejada- la preconizada “crisis” no afecta sustancialmente la vida cotidiana. Hay un intento de crear un clima de zozobra, logrado fundamentalmente en la población no-chavista -clase media y alta-, manipulada y acicateada en forma continua con los fantasmas del “castro-comunismo” (“te van a poner otra familia a convivir dentro de tu casa”, y pamplinas por el estilo que, aunque cueste creerlo y hagan recordar los risibles estereotipos de la fenecida Guerra Fría, siguen presentes). Los sectores populares, mayoritariamente comprometidos con la Revolución, no se sienten en crisis. De hecho: no lo están. Por otro lado, la voraz furia consumista de la época navideña lo que menos muestra es retracción en las compras sino, por el contrario, centros comerciales atestados. Hay largas colas… ¡para comprar!

Siempre en relación a esa matriz mediática que barre el mundo, otro mito tejido fuera de Venezuela es la situación de absoluta inseguridad que se vive en las ciudades, con una delincuencia desbocada. La constatación in situ muestra una realidad diametralmente opuesta: el manipulado tema de la violencia callejera no es, ni por cerca, preocupación para los venezolanos de a pie. Hay muertos, y no pocos, en enfrentamientos entre bandas juveniles, nada distinto a lo que sucede en cualquier capital o gran urbe latinoamericana, básicamente en los sectores “rojos”, que por supuesto no faltan, pero ello está totalmente lejos de ser el cáncer que presenta la prensa antichavista.

Como último dato para intentar dar la verdadera imagen de lo que acontece en el país, fuera de la tergiversación de las industrias de la desinformación, está la figura del presidente Nicolás Maduro. La tónica dominante es presentarlo como un tonto, un inepto que cada vez que abre la boca dice una sandez. ¡Nada más absolutamente alejado de la realidad que eso! Maduro es un militante sindical que viene de la izquierda política, muy bien preparado y siempre a la altura de las circunstancias que le tocó vivir. De hecho la población chavista lo respeta mucho y nadie osa verlo como un improvisado, como la “pesada” herencia que dejó Chávez al que hay que soportar. Por el contrario, es todo un estadista que se sabe manejar con gran tino respecto a su pueblo.

2. Sigue el acoso a la Revolución por distintos medios

Sin que esto sea justificación de nada, y asumiendo que hay muchas tareas que una revolución socialista debería acometer con mayores cuotas de autocrítica o de profundidad, de espíritu clasista incluso, construir una nueva sociedad en medio de un continuo bloqueo y ataque no es tarea nada sencilla.

El actual gobierno bolivariano, en todos sus niveles, está sometido al furioso bombardeo mediático de la prensa de derecha. Además, como se anticipa más arriba, el mercado negro y el manejo de divisas no está bajo el control del Estado, por lo que esos temas terminan convirtiéndose en una molestísima urticaria que corroe la vida cotidiana.

Quizá en esto no hay mucho que abundar y una corta estadía en el país no aporta nada especialmente nuevo, porque de nadie es desconocido que desde que asumió la presidencia, Nicolás Maduro ha debido soportar una presión mayor a la que le tocara resistir a Hugo Chávez. Por lo pronto, en los primeros meses del año 2014 las fuerzas políticas de la derecha nacional, siempre bajo financiamiento y asesoramiento directo de Washington, arreciaron de un modo brutal sus protestas, con el saldo final de 43 muertos y cuantiosos daños materiales. Ello, si bien no logró parar el avance del proceso bolivariano, mostró que la oposición sigue siendo tan beligerante como siempre, y está dispuesta al uso de cualquier medio para lograr su cometido: terminar con la Revolución.

Insistimos con la idea: aunque el escenario no es el mismo que el de Chile de 1973, el agio y el mercado negro son constantes en la vida económica cotidiana. El contrabando hormiga a través de la frontera con Colombia, en muchos casos de gasolina venezolana, causa enormes pérdidas a la economía nacional, valoradas en miles de millones de dólares.

En complemento a esta desestabilización económica, también debe considerarse la no menos dañina provocación militar a la que se ve sometida la Revolución, con infiltraciones continuas de paramilitares colombianos, con acciones violentas encubiertas, con sabotajes, con el siempre mantenido intento de ganar cuadros de las fuerzas armadas para proyectos contrarrevolucionarios.

Lo dicho más arriba respecto a la imagen que se crea de Venezuela tanto dentro de sus límites como a escala planetaria, es parte también de ese acoso: los medios de comunicación cada vez más deciden la vida política. Por tanto, la creación de esas matrices de opinión furiosamente antirrevolucionarias, satanizando y denigrando lo que realmente sucede, ayuda a mantener: 1) en lo interno, una población enfrentada en forma irreconciliable, dividiendo a la ciudadanía de un modo un tanto absurdo, siendo presa de ese visceral odio “antichavista” sectores de clase media que incluso se benefician de los programas sociales; y 2) en lo externo, preparando condiciones para aislar al país y tenerlo demonizado, justificando de ese modo cualquier posible acción “en defensa del mundo libre” (léase intervención militar, por ejemplo).

Complementa el acoso arriba mencionado una movida política que no es poca cosa y debe vérsela con mucha preocupación: la actual caída de los precios del petróleo.

Venezuela, por una sumatoria de causas, sigue aún después de 15 años de Revolución, dependiendo en un 80% de la venta del oro negro. Se llegó a hablar, incluso, de “socialismo petrolero”. Esto abre otro debate, en el sentido que es imposible edificar algo sólido en este mundo globalizado y manejado por grandes corporaciones capitalistas a partir de la venta de un recurso natural no renovable. Si bien hay reservas petroleras hasta fines del presente siglo (la reserva del río Orinoco es la más grande del mundo, y aún se la explota en pequeña escala), la falta de diversificación productiva es una bomba de tiempo. Si no se tiene asegurada la producción de alimentos (la Revolución sigue comprando alimentos en el exterior), si tecnológicamente se depende de terceros en relaciones comerciales capitalistas, el pronóstico a futuro es incierto.

En relación a eso, y como una clara maniobra desestabilizadora para los tres países que, hoy por hoy, son una pesadilla para la lógica imperial de Estados Unidos y para el gran capital global (Rusia, Irán y Venezuela, con grandes reservas petroleras e intentando negociar ese bien ya no con dólares sino con nuevas monedas), la caída de los precios en el barril de petróleo es una maniobra política que intenta cortarle el ingreso de recursos a esas economías, obviamente para ahogar sus respectivos proyectos de países independientes y soberanos.

Incluso -valga esto como hipótesis- el probable embargo que se le levantaría a la Revolución Cubana puede tener como uno de sus objetivos hacer que la isla deje de depender de los petrodólares venezolanos para aislar políticamente a Caracas, dejando sus iniciativas de integración latinoamericana muy reducidas, o detenidas.

En otros términos: el acoso está por todos lados y convivir con él se torna sumamente complicado. Aunque todos sabemos que hacer una revolución es enfrentarse a esos demonios, decirlo es fácil. Soportarlo, no tanto.

3. Continúan las discusiones en torno a la construcción del socialismo

Algunos años atrás, cuando vivía en suelo venezolano, era un debate permanente entre militantes, cuadros de la izquierda, dirigentes comunitarios, sindicalistas y activistas varios el rumbo que debería tomar la Revolución. Asumiéndose que lo vivido en Venezuela no es comparable con otros procesos de transformación social (Rusia, China, Cuba, Vietnam, Nicaragua), dado que aquí la Revolución no nació de una insurgencia popular ni de la lucha armada sino que vino desde un líder carismático que, sorprendiendo a propios y extraños, fue radicalizándose poco a poco desde la casa de gobierno, la discusión respecto a cómo pasar de esa fase a una profundización socialista estaba en el día a día. En un momento, incluso, se propuso casi como una exigencia teórica definir qué era este nuevo socialismo del siglo XXI.

El tiempo pasó, el líder ya no está, y la discusión sigue abierta. Los sectores más radicales siguen viendo una gran lentitud en el proceso. Es innegable que la Revolución tiene un tiempo muy propio, muy “caribeño”, podría decirse, para usar un eufemismo que no lastime a nadie y diga mucho. En otros términos: tiene mucho de pintoresca.

La cultura rentista y consumista amasada en décadas de bonanza petrolera no han desaparecido. Más aún: la Revolución no ha encarado un trabajo realmente fuerte y sostenido buscando modificar eso. Si bien se habla continuamente de valores socialistas, de una nueva ética, de una batalla contra la corrupción, la imagen de una Miami plástica y adoradora del despilfarro sigue presente en la conciencia colectiva; de ahí que la Miss Universo sigue siendo un símbolo nacional (por la calle, el ciudadano común puede preciarse de ser el país del mundo con mayor cantidades de títulos de belleza).

No cabe la menor duda que la construcción de una alternativa nueva, en cualquier sentido, es tremendamente difícil. Una cosa es tomar el poder político, el asalto a la estructura del Estado (que sigue siendo capitalista). Otra muy distinta es derrumbar esos esquemas y edificar algo nuevo. Eso -la experiencia de los distintos socialismos desarrollados en el siglo XX lo enseñan a sangre y fuego- toma generaciones. E implica, por fuerza, enormes esfuerzos, cambios de mentalidad, luchas a muerte contra viejos valores. Todo eso es una agenda pendiente aún en la Revolución. Pero lo importante es que, al menos, no deja de estar en discusión.

Quien capitanea el rumbo político del país es el Partido Socialista Unido de Venezuela, el PSUV. Pero esto no ha pasado de ser una bien aceitada maquinara electoral. No es, como sucede en otras organizaciones de izquierda, un partido de cuadros. No hay mayor, o casi no hay ningún trabajo de formación política con sus militantes.

No caben dudas que existe hoy día en el país un nuevo talante antiimperialista, que la idea de socialismo (aunque no se sepa con exactitud qué es el socialismo del siglo XXI) está presente, que las discusiones en torno a todo esto están abiertas. No puede dejar de mencionarse que las posiciones más “suaves”, más moderadas (llegándose a hablar de conciliación de clases, por ejemplo) parecieran ser las dominantes. Los grupos más radicales que piden profundización revolucionaria y socialismo con mayúscula, en general son marginales. La conducción política del proceso se hace más en clave de moderación que de profundización, pero ello no quita que un espíritu nuevo de debate, de conciencia política, de valores socialistas, impensable décadas atrás antes de la aparición de Hugo Chávez, domine toda la escena política.

Ese debate, al menos da esperanzas: las cosas se siguen moviendo.

No puede dejar de mencionarse en esta suerte de comentario/análisis la presencia omnímoda de Chávez. Hoy día ya pasó a la categoría de mito. Eso puede ser importante para tener un punto de convergencia de distintos sectores, un elemento que une, que congrega. Hugo Chávez ya pasó a ser Comandante Supremo y Eterno. Pero ello también abre alguna pregunta (¡que alguna vez hay que comenzar a formularse, y más aún: a responderse!) respecto a qué se construye con tamaño endiosamiento. Pregunta, sin dudas, que lleva a indagarnos por qué en todos los grandes procesos revolucionarios del socialismo ha existido siempre la figura de un gran líder carismático (heroico, siempre masculino por cierto): Lenin, Mao Tse Tung, Ho Chi Ming, Fidel Castro, Che Guevara, Chávez, Yasser Arafat. ¿Para construir enormes cambios se necesita de esas figuras colosales? Se podría dejar abierta la interrogación en relación a lo religioso que hay en juego en todo ello: ese culto a la personalidad, ¿no pasa a tener un valor religioso? (religión, de religare, en definitiva es “lo que une, lo que amarra a una sociedad, lo que la mantiene unida”).

Pero un planteo socialista -propiedad colectiva de los medios de producción y poder popular- no necesita de un pensamiento mágico-religioso centrado en la adoración de ningún ícono, sino más bien que debe tomar distancia de él. Y eso, con la veneración casi desmedida que pareciera tener la figura del extinto presidente, no pareciera estar planteándose en la Venezuela actual. Tamaño culto a la personalidad podría entenderse -beneficio de la duda- como un momento necesario en un largo y complejo proceso. Es posible. Pero no debe dejar de considerárselo como algo no menor.

4. La Revolución sigue, y si algo da esperanzas es el poder popular

Como se dijo más arriba, pese a lo lento del proceso, a la falta de profundidad socialista de muchas medidas -la propiedad privada de los grandes capitales no se ha tocado, por ejemplo, ni la banca, sector clave que puede definir toda la Revolución- es alentador ver que el proceso está en marcha. Quizá la misma provocación continua de la derecha con sus numeras formas de ataque obliga a mantener la guardia muy en alto. Si es así, de momento puede decirse que la contrarrevolución lo que ha logrado es armar mejor la respuesta del movimiento bolivariano.

Hablamos del Chile de 1973 con Salvador Allende y su triste final con el golpe de Estado del general Pinochet. En Venezuela, hoy por hoy eso no puede pasar, por dos motivos: las fuerzas armadas, sin negar que habrá algún quinta-columna escondido esperando la orden de “la Embajada”, son una garantía para la continuidad del proceso bolivariano. Pero más aún, mejor y más fiable garantía, es el poder popular que se viene construyendo.

Sin caer en excesos triunfalistas, sin ver lo que uno quiere ver (lo cual es, en definitiva, pura imaginación, fantasía extinguible), es real que estos años de proceso bolivariano, aún con los defectos y contradicciones que pueda tener, ha ido construyendo una red de poderes populares locales, comunales, territoriales, que ya pasaron a ser una considerable fuerza político-social. La idea de “empoderamiento” (permítasenos utilizar este discutible término) ha cobrado real fuerza en la experiencia venezolana.

Si algo de novedoso tiene este mal definido socialismo del siglo XXI es la explosión de participación popular. Las medidas de fondo, es cierto, las sigue tomando la conducción política, que está sentada en el Palacio de Miraflores. Pero todos estos embriones de poder popular que mencionamos (consejos comunales, organizaciones barriales, colectivos de mujeres, fábricas recuperadas bajo autocontrol obrero, grupos de jóvenes, etc., etc.) son un verdadero resguardo del calor transformador. Ahí están las Milicias Populares, trabajando en coordinación con las fuerzas armadas, como una garantía de continuidad revolucionaria.

Sin dudas que la transformación de una sociedad lleva un trabajo fabuloso, monumental. No hay que cambiar sólo relaciones de poder, relaciones económicas: hay que cambiar mentalidades, culturas. ¡Eso es de lo más difícil! Y la única posibilidad para transformar hondamente una sociedad -la experiencia lo afirma- es trasladar el ejercicio del poder a las poblaciones, a la gente real de carne y hueso, más allá de anquilosado mecanismo del voto. En Venezuela eso está sucediendo, y es eso justamente lo que mantiene viva las esperanzas.

5. Hay que tomar medidas más drásticas en el manejo de los recursos (nacionalización de la banca)

Este es el punto crucial. Es aquí cuando cobra todo su sentido el epígrafe con el que abríamos el presente texto: “En Venezuela no faltan dólares. Lo que está en juego es el destino de la renta petrolera”.

Venezuela en su conjunto, durante todo el siglo XX, no fue un país pobre, dado el aluvión de petrodólares que recibió y sigue recibiendo (en este momento algo reducido por la manipulada caída del precio del petróleo fijada por las Bolsas de Valores de las potencias occidentales). Antes de Chávez, y por supuesto infinitamente más a partir de él, los sectores populares recibían algunos beneficios de esa renta. En otros términos: Venezuela ha sido un país rico, pero lleno de pobres.

Ahora, con la Revolución, las cosas empezaron a cambiar: esa renta petrolera, como nunca antes en su historia, comenzó a llegar a los sectores históricamente más postergados. Es cierto que llegó con forma de programa asistencial (“Chávez me dio la casa”), pero ese fue un inicio. De lo que se trata ahora es de ir más allá en la construcción de un nuevo modelo, un modelo socialista y participativo, donde la gente sea la que no sólo recibe algunos beneficios (cultura asistencial) sino que decide el destino de sus vidas, y por tanto, del colectivo. Pasar de la cultura rentista -y si Chávez “da” la casa, no se superó la cultura rentista-asistencial- a la apropiación popular, al socialismo real donde el pueblo manda, es la tarea siguiente. Aquello de “mandar obedeciendo” del zapatismo es para pensar seriamente. ¿Se podrá, o hay que tomar todo el poder, sin miramientos, para proponer cambios?

Pero mientras se discute esto, ¿quién maneja esa entrada de petrodólares? (que, aunque mermada, sigue siendo muy grande). Ese es el cuello de botella de la Revolución.

El Estado venezolano invierte mucho en los distintos programas sociales. Ello ha traído como consecuencia un mejoramiento sustancial en la calidad de vida de los sectores más pobres y olvidados. Salud, educación, vivienda, servicios básicos, transporte, alimentación, son todas esferas que cada vez más la Revolución viene atendiendo con logros indubitables. De ahí que, en una apreciación muy pacata y corta de vista, la conciencia clasemediera ve el “peligro” que representa este pobrerío ahora puesto de pie, sintiéndose poder, representado por una figura intocable como la de Hugo Chávez, ocupando espacios que antes le estaban absolutamente vedados. “¿Los pobres entrando al Teatro Nacional?”. ¡Efectivamente! Eso es un símbolo de lo que significa revolución. Y eso está sucediendo en Venezuela.

Pero el mantenimiento de ese Estado y su posibilidad de seguir invirtiendo en programas sociales encuentra un terrible límite: las divisas que trae el petróleo van a parar al sistema financiero. Y ese sistema financiero es patrimonio de la empresa privada. Ahí está el tope.

La República Bolivariana de Venezuela, más allá de las reales transformaciones que está llevando a cabo, no deja de ser un país capitalista, que se mueve en la lógica del capital, y cada vez más, del capital financiero. Hoy por hoy, con este capitalismo especulador y mafioso que se ha venido construyendo en estas últimas décadas a escala planetaria, toda la Humanidad está en dependencia de los grandes centros bancarios que van controlando las finanzas mundiales, y por tanto la política así como la ideología y la cultura. En otros términos: la vida. La actual baja de los precios del petróleo -o su eventual subida cuando así lo deciden en algún lujoso lobby unos cuantos hiperpoderosos- lo permite ver de modo palmario. Hoy por hoy, el mundo lo manejan los grandes bancos y no los presidentes de los países.

El Estado revolucionario de Venezuela dispone de los petrodólares, de eso no caben dudas. Y más allá de las medidas que intenten aislar al país e impedirle salirse del campo del dólar como divisa de transacción, sin dudas la renta, en mayor o menor medida, seguirá asegurada por un buen tiempo, por unas décadas quizá. La cuestión básica estriba en ver cómo se maneja esa renta. Y si la misma termina finalmente en las arcas privadas de estos especuladores de poder global, la capacidad de maniobra de la Revolución no es muy grande precisamente.

Con Chávez vivo, genial estadista sin ningún lugar a dudas, los juegos de poder y las tensiones se dirimían (un poco al menos) a partir de su fenomenal carisma, de su muñeca política. Pero la vida de un país o de una Revolución es más complejo que eso. Los grandes poderes globales como la banca no se pueden enfrentar sólo a base de talento personal.

No contar con un sistema financiero propio de la Revolución obliga a esta dependencia mortal de un circuito que 1) sigue haciendo negocios como siempre, o como nunca antes, pero que pese a ello 2) es enemigo irreconciliable del proceso, por su carácter objetivo de clase enfrentada a muerte con una opción socialista.

Por todo ello la nacionalización de la banca se impone como principal tarea revolucionaria inmediata. No hacerlo es seguir en esta situación de dependencia, ofreciéndole al enemigo los propios recursos de una manera ignominiosa. No hacerlo, es quedar a su merced, sin posibilidad de poder invertir para crear una sólida base industrial que permita despegarse del rentismo petrolero, y lo peor: es quedar en sus manos para que -tal como lo está haciendo ahora- ahogue la Revolución con sus deleznables manipulaciones financieras.

6. ¿Qué pasa si se pierde la próxima elección presidencial?

Entiendo que en Venezuela es necesaria hoy una revolución dentro de la revolución. Es decir: si el proceso avanza con lentitud, si la banca -talón de Aquiles de todo el complicado panorama- no se ha tocado, si estamos en la disyuntiva de construir un castillo de naipes (dólar manejado por el sistema financiero privado) o una fortaleza inexpugnable (asegurada por el poder popular desde abajo, armas en mano incluso), entonces es preciso dar un salto adelante. Se podrá atacar esto diciendo que es expresión de “izquierdosos intelectuales trasnochados”. Puede ser. De todos modos, reitero lo dicho más arriba: la crítica apunta a ser “no para mal de ninguno sino para bien de todos”.

Es cierto que el panorama político internacional actual es tremendamente más complicado para el campo popular que décadas atrás. Hoy no hay Unión Soviética, y la China puede ser aliado táctico, pero hoy funciona como gigante comercial y no otra cosa. Estos últimos años de capitalismo salvaje, eufemísticamente llamado neoliberalismo, asentados en feroces represiones que tiñeron de rojo todo nuestro continente, hicieron retroceder mucho las conquistas de los trabajadores y los ideales socialistas. No están muertos, pero sí bastante golpeados. La aparición de Chávez y todo el proceso que puso en marcha ayudó a recobrar fuerzas, a levantar esperanzas caídas. Ese es el verdadero y más importante legado de la Revolución Bolivariana.

Si hablamos de límites, de fallas, de cosas a rever, ahí tenemos la experiencia sandinista de Nicaragua en 1990. Igual que la venezolana, fue una revolución que se manejó dentro de los parámetros de la democracia representativa capitalista. Al perder una elección, tuvo que retirarse del poder. Y como las estructuras de poder popular se habían ido deteriorando -producto de la guerra, del bloqueo, de errores propios- el abandono del gobierno significó el fin de la revolución. En Venezuela, si se perdiera la próxima elección presidencial en el 2019, ¿pasaría lo mismo?

No se trata de hacer ejercicios de futurología. El presente escrito no tiene ese objetivo, sino abrirse preguntas críticas mostrando los puntos débiles en juego (y saludando efusivamente con fervor revolucionario los reales e incuestionables avances, por supuesto). Pero pensemos en ese escenario: si toda la Revolución asienta en el triunfo electoral, ¿qué sucedería -tal como efectivamente podría pasar- si Nicolás Maduro, o el candidato del PSUV que fuere, no gana en las urnas?

Es ahí donde el poder popular (léase milicias populares en combinación con las fuerzas armadas oficiales), la banca nacionalizada y el calor chavista cohesionado en torno a la figura del líder muerto pero vivo en la conciencia del pueblo y que sigue funcionando como aglutinador, deberían servir como garantía de no retroceso en los logros obtenidos.

No hay dudas que estas cosas se discuten, y mucho, dentro de Venezuela. Quienes apoyamos desde fuera no estamos en el día a día de esos debates, aunque podamos dejar nuestro modesto aporte. El presente texto no es sino eso, así como podría serlo para Bolivia o para cualquier proceso que intente aportar transformaciones. En otros términos: un granito de arena para mantener viva la esperanza en que sí, efectivamente, otro mundo es posible, y que hay que seguir trabajando para darle forma a la utopía.
La Florida: Su legislador-bandido Carlos Curbelo           
   Escrito por  Nicanor León Cotayo 
Ataca los recientes acuerdos La Habana-Washington. Son demócratas y republicanos, dispuestos a “hacer todo lo posible” para bloquear la normalización de relaciones con la isla.
   
Ataca los recientes acuerdos La Habana-Washington, pero no menciona delicados temas que lo desmoralizan.
Curbelo habló este viernes desde su oficina en Miami Garden, zona  caracterizada por frecuentes balaceras entre narcotraficantes.
Un periodista del Nuevo Herald, Enrique Flor, informó que como legislador priorizará “frenar el uso de fondos públicos para restablecer los lazos diplomáticos con Cuba”.

El próximo seis de enero prestará  juramento de su cargo en Washington D.C. a manera de  nuevo integrante del Capitolio.
Ahora dijo a la prensa que él actúa como parte de una estrategia diseñada por ocho parlamentarios ultraderechistas.
Son demócratas y republicanos, aclara el periodista Flor, dispuestos a “hacer todo lo posible” para bloquear la normalización de relaciones con la isla.
“Negaremos los fondos para implementar las medidas que ha anunciado el presidente [Obama], como el establecimiento de una embajada [de Estados Unidos] en Cuba y el nombramiento de un embajador”, aseveró Curbelo.
También, agregó,  rechazaremos los fondos para la expansión de nexos diplomáticos a través de consulados.
Según Enrique Flor, su interlocutor le aseguró que el grupo ultra al que pertenece  “hará un frente unido” en el Capitolio.
Junto a Curbelo hay tres legisladores republicanos del sur de la Florida, el senador Marco Rubio, los congresistas Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart.
A ellos se suman dos demócratas, el senador Bob Menéndez y el congresista Albio Sires, de Nueva Jersey, más   Alex Mooney y Ted Cruz, republicanos de West Virginia y Texas, respectivamente.
“Vamos a hablar con una sola voz, en equipo, a favor de que se respeten los intereses de Estados Unidos y el derecho del pueblo cubano a ser libre”, sentenció Curbelo.
Este sábado, el Nuevo Herald anunció en su primera página que el actual edificio de la Oficina de Intereses de Washington en La Habana acogerá a su embajada.
Curbelo trató de negar que la oposición de su grupo parlamentario a lo dispuesto por Obama esté en sintonía con un fragmento del “exilio” cubano en Miami.
Pero… ¿quién es el ilustre nuevo integrante del Congreso de Estados Unidos, Carlos Curbelo?.
Lo explicó este 10 de diciembre una periodista del Nuevo Herald,   Patricia Mazzei, bajo el titulo: Curbelo representó a dos fugitivos ecuatorianos, Roberto y William Isaías.
A continuación dijo que se trata de dos hermanos ricos sancionados en Quito por estafar millones de dólares.   
La familia de ambos delincuentes, prosigue Mazzei, vive en Miami, contrató a Curbelo y su firma de relaciones públicas para tratar de situar a la ciudadanía ecuatoriana  en contra de su gobierno.
“Nuestra meta principal era diseminar información sobre las violaciones de los derechos humanos y los lazos de Ecuador con regímenes que no respetan los convenios internacionales”, declaró Curbelo.
También admitió que él y su firma Capitol Gains, representaron a la familia Isaías durante tres años, “hasta hace unos pocos meses”.
El flamante parlamentario federal lo reconoció así en diálogo sostenido el miércoles con The Miami Herald.
La publicación descubrió esos lazos a través de Joe García, un rival demócrata de Curbelo.
El primero reveló haber visto el año pasado a Roberto Isaías en el Capitolio, así como que visitó oficinas junto a su protector.
Ese último “estaba en la cafetería Longworth con Isaías, y Roberto dijo: Carlos trabaja para mí”, explicó García.
Pero –añadió-  cuando Curbelo lo lleva a una reunión con el jefe de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, “eso es una violación de la ley federal”.
Respecto a los millonarios estafadores ecuatorianos, su cinismo rompió todas las marcas al decir que son perseguidos políticos del gobierno de Rafael Correa.
“La familia Isaías ha sido perseguida desde 2007 por el gobierno de Correa”, susurró Curbelo, huérfano ya de todo pudor.
Al estilo de cuando, junto a otros bandidos del Congreso, trata de magullar el reciente acercamiento cubano-estadounidense.
Estados Unidos: Fin de año 
             Escrito por  David Brooks/ La Jornada    
Una oficial de policía de Connecticut sostiene un rifle Bushmaster AR-15, de la misma marca y modelo que el utilizado por Adam Lanza en el tiroteo en la primaria Sandy Hook en diciembre de 2012, en una demostración ante el subcomité legislativo local para revisar la ley de armas. Pese a las seis educadoras y los 20 niños y muertos entonces, 52 por ciento de estadunidenses consideran que es más importante proteger el derecho de la ciudadanía a poseer y portar armasFoto Ap
 
Una oficial de policía de Connecticut sostiene un rifle Bushmaster AR-15, de la misma marca y modelo que el utilizado por Adam Lanza en el tiroteo en la primaria Sandy Hook en diciembre de 2012, en una demostración ante el subcomité legislativo local para revisar la ley de armas. Pese a las seis educadoras y los 20 niños y muertos entonces, 52 por ciento de estadunidenses consideran que es más importante proteger el derecho de la ciudadanía a poseer y portar armas
Foto Ap
En los días de un fin de año, se dice que la luz aparece desde lo más oscuro.
A dos años de que un joven mató a 20 niños y seis educadores en la primaria de Sandy Hook, en Connecticut, con un arma adquirida legalmente, resulta que la mayoría de estadunidenses (52 por ciento) opina que es más importante proteger el derecho de los ciudadanos a tener armas, frente a 46 por ciento que cree que es más importante imponer mayores controles sobre las armas, según una encuesta del Centro de Investigación Pew. Por otro lado, poco después de que el Senado emitió un informe documentando el uso de la tortura por la CIA, una encuesta de CBS News encontró que 57 por ciento de la población cree que estos métodos brutales de interrogación son efectivos a veces para impedir atentados terroristas.
¿Qué hacer ante esto? Uno no sabe si adquirir un arma de fuego (tarea muy fácil y legal) y darse un tiro, o someterse a un ahogamiento, tal vez no simulado, si se está en un país que concluye el año así.
Tal vez una explicación de que se considera aceptable la barbarie es que el temor impera dentro del país más poderoso del mundo. Aquí todo es considerado amenaza, y con este temor se justifican guerras, espionaje masivo, persecución de inmigrantes, de periodistas, de disidentes y filtradores (Chelsea Manning, Edward Snowden, entre otros); el encarcelamiento masivo de la población en este país y, sí, hasta la tortura.
Fue con ese temor, nutrido por la cúpula política sobre todo después del 11-S, que se construyó el aparato de inteligencia, vigilancia y operaciones clandestinas más grande en la historia de este país. Con ello se multiplicaron abusos y violaciones a las leyes nacionales e internacionales, a los derechos humanos y a las libertades civiles aquí y en el mundo. Pero la impunidad prevalece. Por ejemplo, a pesar de las atroces revelaciones del informe del Comité de Inteligencia del Senado sobre el uso de la tortura por la CIA, el gobierno de Barack Obama ha dejado claro que no tiene intención de someter a la justicia a ninguno de los responsables, de esto, que actuaron en el gobierno de George W. Bush.
Dentro del país, la promoción de esta cultura del temor también nutre el argumento en defensa de abusos policiacos y el de los promotores del derecho de todo ciudadano a poseer y portar armas (para defenderse de tanta amenaza).
Mientras tanto, Mark Bittman, famoso gastrónomo del New York Times y gran crítico social, resume así la realidad del país: “La policía mata a civiles desarmados. Atroz desigualdad de ingreso. Infraestructura podrida y una insegura ‘red de seguridad’. Incapacidad para responder a amenazas de clima, salud pública y ambientales. Un sistema de alimentación que causa enfermedades. Un gobierno ocasionalmente disfuncional y hasta cruel. Un segmento significativo de la población excluida del trabajo y sujeta a encarcelación casi arbitraria. Adivinaste: es Estados Unidos…”
Pero al mismo tiempo Bittman señala que, ante todo esto, ha nacido una ira colectiva que ahora se manifiesta por todo el país.
Y es que el año que concluye aquí no se puede recordar sin los gritos de ¡ya basta!, esfuerzos que transforman las vidas de millones, resistencia a las políticas neoliberales aplicadas, y nuevas expresiones que sorprendieron a los guardianes del (des)orden.
Un movimiento novedoso, compuesto por varias corrientes y que aborda diversos temas, empieza a surgir en este país. Su expresión más visible han sido las incesantes movilizaciones por todo el país contra la violencia oficial y su impunidad (sobre todo la brutalidad policiaca dirigida en particular contra la comunidad afroestadunidense; en promedio casi dos hombres negros desarmados son muertos a manos de policías cada semana). Esta ola de movilización es notable por su carácter multirracial, multigeneracional, por la amplia participación de diversos sectores sociales.
Luchas antes aisladas se están reconociendo entre sí. En las recientes marchas y acciones de protesta, participan los que han impulsado campañas nacionales entre trabajadores de salario mínimo en las grandes cadenas de comida rápida, así como los Walmart, por un ingreso digno, parte de un movimiento por elevar el salario mínimo nacional. Junto con ellos están lideres de agrupaciones inmigrantes y sus aliados, veteranos del movimiento de derechos civiles de los 60 con veteranos de luchas más recientes, como Ocupa Wall Street, y hasta expresiones de solidaridad con otras luchas contra la violencia oficial y la impunidad, como la que ha brotado en torno a los normalistas de Ayotzinapa.
Las noticias por contar en el año también incluyen a los dreamers y otros defensores de derechos básicos de los inmigrantes, quienes han obligado a que haya cambios en la política nacional; los brotes de resistencia en lugares como Carolina del Norte, donde se impulsó un movimiento moral en demanda de justicia económica, social y política para los sectores más vulnerables y marginados, las acciones de resistencia contra reformas educativas que buscan lucrar con la educación pública en este país; si no anularla; el movimiento sobre el cambio climático que llevó a cientos de miles a las calles en la capital y en otras partes del país.
También están las luchas de organizaciones sociales como la Coalición de Trabajadores de Immokalee, que está transformando, con campañas nacionales, miles de vidas en un sector agrario. Hay iniciativas persistentes, como la de la organización School of the Americas Watch, que no descansa en demandar el fin a la exportación estadunidense de las políticas y técnicas de represión a América Latina. De igual manera, los abogados del Centro por los Derechos Constitucionales se atreven a perseguir a los más altos funcionarios por violaciones a los derechos humanos y a la ley internacional. Ni hablar del coraje de denunciantes, y periodistas, que se atreven a revelar al público las verdades de políticas clandestinas que se llevan a cabo en su nombre.
O sea, el fin de año está lleno de noticias bárbaras, pero también de otras que contienen la promesa navideña de una nueva luz para 2015.
Las encrucijadas del arte y la política             
Escrito por  Jorge Fernández Torres
Son muchos los debates que se establecen desde la contemporaneidad sobre la función social del arte en el momento actual, y dentro de ello la relación que puede existir entre arte y política.
En esta encrucijada se mueve la propuesta de performance Yo Exijo de la artista cubana Tania Bruguera, continuidad de lo presentado durante la Décima Bienal de La Habana en el 2009 en el Centro Wifredo Lam y titulado El Susurro de Tatlin, en que el público, durante un minuto, opinaba tanto sobre cuestiones que se referían a aspectos internos de la propia Bienal, como de situaciones que involucraban a la macro sociedad en su conjunto.
Un elemento a destacar en ese entonces, fue la intervención de la bloguera Yoani Sánchez, una de las más activas opositoras al Gobierno Cubano, quien ha recibido cuantiosas sumas de dinero por mantener su estatus de disidente y que llegó a justificar en entrevistas públicas la guerra de Georges W. Bush contra Iraq. Aun cuando la obra de Tania Bruguera suscitara una gran polémica, se desarrolló hasta el final y no fue interrumpida. La tolerancia distinguió el curso de esa acción.
En esta ocasión Tania pretende realizar un performance que ya fue hecho en Cuba como hemos referido, y que en otros países donde ha ocurrido no ha tenido una segunda edición. En los procesos que suceden en la actualidad, donde las fronteras entre el arte y la vida son borrosas, no nos podemos desgastar en las bizantinas discusiones de que si esto o aquello es arte o no. Pienso que lo que está en juego es el sentido que tenemos de la ética.
Entre otras cosas, Cuba ha podido negociar con los Estados Unidos por haber preservado un país sin cometer crímenes y haber respetado los derechos elementales del ciudadano de a pie. Para nadie es un secreto la cantidad de imágenes de violencia dura de personas agredidas y asesinadas en el mundo entero por manifestarse pacíficamente. Si eso hubiera sucedido en este país, estoy seguro que íbamos estar en la agenda del Consejo Seguridad de la ONU. Nuestra estabilidad, a pesar de haber atravesado por situaciones complejas, es lo que nos ha hecho llegar hasta aquí.
Nosotros hemos tratado de no agotar el diálogo con Tania Bruguera y sigo pensando que es una gran artista y que tiene un lugar merecido en las colecciones del Museo de Bellas Artes de Cuba. En recientes conversaciones con ella, nos ha hecho saber su desvelo porque el modelo del capitalismo más brutal no se apodere de Cuba. Sin embargo, le hemos expresado también nuestras preocupaciones porque se puedan ver involucrados en sus proyectos personas de una llamada oposición que enuncian las tendencias más fundamentalistas en la relación con el futuro de la Isla.
Considero que en nombre del arte y en la búsqueda de una concertación nacional no se puede generar una plataforma que pueda destruir el sustento ético y moral de una nación. Este es un país que ha tenido que sufrir muchas tensiones para defenderse y que entendió muy bien aquella máxima del escritor cubano José Lezama Lima cuando decía que son tiempos de salvación y que su signo era una fogosa resistencia.
No es momento de estimular acciones que puedan derivar en la violencia, sino de encontrar la paz y el entendimiento. Esto no quiere decir que no se creen mecanismos para abrir un debate permanente con la participación de todos los cubanos y cubanas sobre cómo transformar nuestra realidad con nuevas ideas.
En tiempos donde muchas personas celebran la normalización de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos y donde en los barrios se derramaron lágrimas por la liberación de los tres cubanos encarcelados, no corresponde incitar a un debate del que pueda emanar una confrontación dañina a los retos por venir. Pensar que con micrófonos abiertos en la Plaza de la Revolución –desde una aparente convocatoria a la diversidad– vamos a resolver nuestros conflictos y diferencias, es un error. Con ello lo único que se lograría es potenciar tensiones y odio. Abriríamos las puertas a acciones indeseables, expresión de las frustraciones de aquellos que sienten que el negocio del que han vivido llega a su fin con las alocuciones de los Presidentes Raúl Castro y Barack Obama; y podría ralentizar un proceso de acercamiento que solo comienza.
Cuando uno revisita la Historia del Arte, la Historia de las Revoluciones y la Historia de la Política, los intentos del arte en el epicentro de la política solo han logrado intervenir pequeños espacios, no por ello menos trascendentes. Pero en estas confrontaciones siempre sobrevive el arte como gesto; aunque muchas veces se piense lo contrario.
Trabajar el espacio público conlleva el reconocimiento de regulaciones y el ejercicio de negociaciones. En ningún lugar del mundo se entrega irresponsablemente. Tania no puede pedir que Cuba haga algo que no puede hacer en otro país.