lunes, 31 de julio de 2017

La Constituyente en Venezuela - Noroña con Dossier




¿A QUIÉN LE VALE MADRES LAS DECLARACIONES PATRIMONIALES?




¡ERUVIEL REGALÓ NOTARÍAS A PANISTAS!



 El MERECER según los Duarte (sacan a la luz más propiedades)...😂😂😂



HABLEMOS DE DINERO, HENRY...(NOS     HAN TOMADO EL PELO)


Estima que el seleccionador debe ser mexicano; Vucetich, el idóneo para esa tarea, opina
El futbol actual perdió la magia, considera Ignacio Trelles, quien hoy cumple 101 años
Sigue disfrutando del balompié y ve entrenamientos del Cruz Azul: le desea que se corone
Foto
Ignacio Trelles festejó su cumpleaños 101 con sus hijos María Eugenia, Leopoldo y Leticia 
Foto cortesía de la familia Trelles Noriega
Karla Torrijos
Periódico La Jornada
Lunes 31 de julio de 2017,
 
El técnico más ganador del futbol mexicano, Ignacio Trelles Campos, continúa haciendo historia aún fuera de las canchas y este lunes cumple 101 años de edad.
Aunque no le gustan los homenajes ni se considera una leyenda, don Nacho acaba de ser reconocido con el Balón de Oro por la Liga Mx y la Federación Mexicana de Futbol el pasado 15 de julio, en una ceremonia realizada en Los Ángeles, California.
Para nada me siento una leyenda, sólo hice lo que pude y como pude, los halagos o reconocimientos son opiniones de los demás, aseveró.
El controvertido ex jugador y ex entrenador, nacido el 31 de julio de 1916 en Guadalajara, Jalisco, sigue disfrutando del deporte que le dio todo, pues cada martes, y en ocasiones los jueves, asiste religiosamente a La Noria, sede del equipo de sus amores, el Cruz Azul, al cual encumbró al ganar dos títulos de liga en las temporadas 1978-79 y 1979-80.
Confiesa que le gusta ir a las instalaciones de La Máquina para percibir el olor de los campos de juego, del pasto, a observar las prácticas, pero no del primer equipo, sino de los juveniles.
Entusiasmado, refiere que le agrada aconsejar a los técnicos y jugadores principiantes. Ellos sí me piden que los asesore, pero los que ya están formados no, a la mayoría de ellos no les gusta preguntar nada, creen que lo saben todo, mencionó.
Relata que en sus tiempos de jugador, todos eran más sencillos, creo que éramos más humildes en comparación con los futbolistas de ahora, pues muchos son inalcanzables.
El timonel de la selección nacional en tres mundiales (Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966) ya no está muy enterado de lo que acontece en el ámbito deportivo, tanto nacional como internacional. Dice que aún lee los periódicos y ve los programas de televisión, pero no los tomo muy en serio, ya no como antes.
Entrenadores capaces
No obstante, sabe que al actual combinado nacional no le ha ido muy bien y considera que tendría mejores resultados si fuera dirigido por un técnico nacional, no por el colombiano Juan Carlos Osorio.
De la baraja de entrenadores mexicanos, afirmó que el “idóneo, el que más me gusta, es Víctor Manuel Vucetich, pero no quiso comandar la selección. Me agrada porque tiene buena figura y eso es importante, además es bueno, pero no sé que pasó, lo pusieron y enseguida lo quitaron.
“Manuel Lapuente también es bueno, el Piojo (Miguel Herrera) cumple con buen nivel su trabajo, pero no es del tipo de técnicos que me guste mucho”.
A Trelles, quien logró el primer punto (Suecia 1958) y la primera victoria (Chile 1962) para México en la historia de los mundiales, tampoco lo convence el futbol de esta época, pues opina que perdió la magia.
Indicó que las zancadillas, los codazos y la rudeza innecesaria traban el juego. Con eso no se puede desarrollar una buena técnica, le quita lo atractivo al futbol.
A sus 101 años, el ex técnico del extinto Marte, y de equipos como Zacatepec, América, Toluca, Puebla, Cruz Azul, Atlante y Leones Negros, ha visto de todo, pero desea que le alcance el tiempo para atestiguar algo más: que La Máquina vuelva a coronarse.
Va a ser muy difícil, pero claro que me gustaría que ya le fuera bien. Es una de las cosas que más quisiera ver en la actualidad... espero que suceda pronto, comentó esperanzado.

Rusia envía más de 400 efectivos a altos de Golán

  • Un efectivo militar ruso participa en un ejercicio militar.
Publicada: lunes, 31 de julio de 2017 21:18
Actualizada: lunes, 31 de julio de 2017 22:26

Moscú despliega más de 400 soldados en las provincias de Daraa y Al-Quneitra, en los altos de Golán, para monitorear el régimen de tregua en Siria.
Este primer contingente ruso que llega a los altos de Golán es el primero de un total de 1200 fuerzas que Rusia prevé enviar para vigilar el alto el fuego entre las fuerzas gubernamentales y los llamados ‘rebeldes’ en Daraa y Al-Quneitra, según informa este lunes una fuente castrense a la página Al-Masdar News.
El alto el fuego en estas provincias suroccidentales de Siria será supervisado por tropas rusas, estadounidenses y jordanas, aunque no está del todo claro cómo las dos últimas estarán involucradas en este proceso.
La tregua en esta región siria busca que el Ejército sirio y las fuerzas ‘rebeldes’ coordinen sus ofensivas para expulsar a los elementos del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y a los integrantes del Frente Al-Nusra (autoproclamado como el Frente Fath Al-Sham) de la zona.

krd/ncl/mep/tas

Se unen contra migrantes indigentes

 
HERMOSILLO, Son Migrants/Migrantes-Sonora
HERMOSILLO, Son.- Migrants/Migrantes-Sonora.- 30 de julio de 2017.- A través de volantes y de redes sociales, los habitantes de la colonia Modelo invitan a tomar medidas contra los indigentes, quienes en su mayoría son migrantes, porque tienen la percepción de que contribuyen a la inseguridad. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/RCC
HERMOSILLO, Son., julio 31 (EL UNIVERSAL).- A través de volantes y de redes sociales, los habitantes de la colonia Modelo invitan a tomar medidas contra los indigentes, quienes en su mayoría son migrantes, porque tienen la percepción de que contribuyen a la inseguridad. Aseguran que delincuentes se "camuflan" para robar domicilios de esta colonia de alta plusvalía.
Sin embargo, la mayoría de las personas en condición de calle en Hermosillo son indocumentados que no pudieron continuar su viaje y tampoco pueden regresar a su lugar de origen, indicó el sacerdote José Gilberto Lezama Rodríguez, quien desde 2009 socorre a migrantes e indigentes en el comedor y dispensario San Luis Gonzaga, ubicado en el Ejido La Victoria.
El sacerdote afirmó que, en promedio, tres de cada 10 migrantes que pasan por Hermosillo se queda en la ciudad, sólo uno logra permanecer con trabajo y los otros dos se quedan en situación de calle.
De acuerdo con información del gobierno del estado, tan sólo el año pasado se recibieron en Sonora a más de 37 mil mexicanos repatriados, de los cuales 22 mil ingresaron por la frontera de Nogales y 15 mil por San Luis Río Colorado. Sin embargo, sólo 8.7% de los deportados por Sonora son oriundos de la entidad.
HERMOSILLO, Son Migrants/Migrantes-Sonora
HERMOSILLO, Son.- Migrants/Migrantes-Sonora.- 30 de julio de 2017.- De acuerdo con información del gobierno del estado, tan sólo el año pasado se recibieron en Sonora a más de 37 mil mexicanos repatriados. En promedio, 3 de cada 10 migrantes que pasan por Hermosillo se queda en la ciudad. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/RCC
Los migrantes, en su mayoría de sexo masculino, por lo regular provienen de países centroamericanos como Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua; en cuanto a los migrantes mexicanos generalmente provienen de Chiapas, Veracruz, Tabasco y Oaxaca, aseguró el sacerdote.
Por Sonora pasan miles de inmigrantes al año. Desde su lugar de origen hasta las fronteras sonorenses de Altar, El Sásabe o Nogales, su recorrido dura de tres a cinco meses al filo de la supervivencia, subiendo y bajando vagones de La Bestia, El Tren del Diablo o El Dragón, como se les conoce a los ferrocarriles en los que se transportan. En ocasiones se puede observar cómo familias enteras viajan amarradas con gruesas cuerdas de ixtle para evitar que uno de los integrantes se caiga en el vaivén y empalme de los vagones.
El párroco consideró que correr a las personas desvalidas como los migrantes de un lugar no es la solución al problema, puesto que sólo se cambiarán de sitio. Propuso que las autoridades municipales deben apoyarlos si optan por regresar a su ciudad de origen o bien rehabilitarlos y darles un empleo.
El contraste. Ignacio Romero, uno de los impulsores de la erradicación de indigentes en la colonia Modelo, mandó imprimir 2 mil volantes con la leyenda: "Por una colonia modelo libre de indigentes", los cuales se distribuyeron en la demarcación, donde se pide atender cinco recomendaciones, bajo el argumento de que se encuentran en su legítimo derecho de recuperar la seguridad y tranquilidad que hasta hace pocos años caracterizaba a esa comunidad.
HERMOSILLO, Son Migrants/Migrantes-Sonora
HERMOSILLO, Son.- Migrants/Migrantes-Sonora.- 30 de julio de 2017.- De acuerdo con información del gobierno del estado, tan sólo el año pasado se recibieron en Sonora a más de 37 mil mexicanos repatriados, de los cuales 22 mil ingresaron por la frontera de Nogales y 15 mil por San Luis Río Colorado. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/RCC
Son: no darles alimento; no brindarles dinero ni cualquier tipo de ayuda material; no sacar la basura la noche anterior para evitar que la registren y desparramen por la madrugada; no ponerlos a realizar un trabajo y reportarlos al 911 cuando se encuentren en las calles, parques, escuelas o en cualquier lugar dela colonia Modelo para que las autoridades pasen a retirarlos.
El volante dice: "Las recomendaciones pueden ser calificadas como duras, intolerables e inhumanas, pero en la Modelo hay delincuentes que navegan con bandera de indigentes".
El autor de los volantes informó que en la colonia hay dos parques, el Tutuli y El Guaymitas, donde antes acudían niños y familias enteras; todo eso se ha perdido por las personas de mal aspecto.
Habitantes de la Modelo expresaron que están de acuerdo con que se erradique la indigencia del sector, fenómeno que se ha presentado en el resto de la ciudad, por lo que sienten que las autoridades han sido rebasadas.
Los residentes de la colonia tienen dos grupos de WhatsApp para comunicarse cuando detecten algún indigente; también abrieron la página en Facebook: No más indigencia HMO y en la plataforma digital change.org se le envió una solicitud a las autoridades de Sonora para que atiendan el problema, bajo el título: "Cero tolerancia a indigentes y migrantes en parques, calles y avenidas de Hermosillo, Son", la cual está firmada por Christian Leyva.
Hace alusión a que desde hace un par de años paulatinamente la ciudad de Hermosillo ha tenido un preocupante incremento de personas en situación de calle y migrantes con presencia en parques, avenidas, casas abandonadas, terrenos baldíos y zonas comerciales.
La petición propone clasificar el tipo de indigencia para que se atienda de acuerdo con su condición: como migrante indocumentado hay que remitirlo al Instituto Nacional de Migración; si es indigente intoxicado hay que llevarlo al hospital siquiátrico Carlos Nava Muñoz; al que padece de sus facultades mentales, ingresarlo al centro siquiátrico Cruz del Norte y al indigente o migrante mexicano de otro estado sin estar intoxicado y que no padezca de sus facultades mentales, diseñar un programa e ingresarlos en un programa de reinserción social.
Para la activista responsable de la iniciativa civil Red Solidaria, Diana Coronado, "perseguir indigentes y amenazarlos es un delito; es inhumano e indignante. Lo que deben hacer los habitantes de la Modelo es hacer un frente común para exigir a las autoridades que hagan su trabajo con un trato digno a estos seres humanos.
"No digo que sus problemas no sean reales, por supuesto que lo son, a nadie le gusta que te revuelvan el bote de la basura, pero no podemos dejar de lado que quien hace eso lo está haciendo, porque tiene hambre", refirió.
El ayuntamiento de Hermosillo, a través de la Unidad Municipal de Protección Civil (UMPC), realiza operativos para recuperar espacios de la ciudad que se habían convertido en focos de riesgo de incendios, por el acumulamiento de basura y estructuras provisionales utilizadas como alojamiento por personas en situación de calle
Venezuela: No hay quien pueda con el pueblo de Hugo Chávez

Escribo esta nota desde las entrañas y con toda la parcialidad que el momento que vive el continente exige. Conmovido hasta el límite por la nueva demostración de sabiduría, valentía y entusiasmo que brindó al continente el pueblo bolivariano.
Venezuela: No hay quien pueda con el pueblo de Hugo Chávez
¿Qué no han hecho en estos últimos meses los enemigos de la paz para que este día venturoso no llegara nunca? ¿Qué no ha generado la maquinaria de muerte y terror de una oposición que hoy ha quedado aplastada por toneladas de votos para que usted doña y usted don, se quedara paralizado en su vivienda y no saliera a cumplir con el mandato histórico de derrotarlos?.
Apelaron a todo: a querer matar de hambre con el desabastecimiento, a que niños y ancianos padecieran la falta de medicamentos elementales, solo por poner al chavismo de rodillas. Mientras en los barrios y parroquias humildes de cada gran ciudad surgían colas (a veces de desespero) para conseguir leche, harina pan o papel de baño, ellos, los opulentos de siempre se jactaban que en sus barrios del Este todo les sobraba. ¡Criminales!
Cuando esa maldita guerra económica ya no les alcanzaba movilizaron todo ese dinero que les llega por millones desde Miami o los centros de poder occidental adversos a esa Revolución que quisieran ver enterrada, y generaron otro tipo de guarimbas, más letales, más destructivas, más inimaginables para cualquier persona con sentido común.
Quemaron vivos a sus propios vecinos, lincharon con horcas que rememoraban al Klan estadounidense, o a golpes de bate de béisbol. Asesinaron por doquier, y se “enorgullecieron” de hacerlo porque para ello tenían y tienen a los medios hegemónicos de su lado. ¡Criminales!
Hoy mismo, desesperados porque el pueblo no les responde destruyeron máquinas de votación y atentaron con explosivos, allí en pleno centro de esa plaza de Altamira que utilizan como santuario, a guardias nacionales bolivarianos. Su propuesta siempre es el terror y se sentían impunes hasta hace muy poco, cuando las Fuerzas Armadas Bolivarianas (a las que intentaron vanamente quebrar) ganó las calles para defender al pueblo.
A nivel de presión internacional, estos que hoy no saben como explicarles a sus amos qué es lo que ha ocurrido, también tuvieron un acompañamiento descomunal. No faltó nadie en el tren de la injerencia y la desestabilización. Desde Trump con sus sanciones económicas y nueva forma de bloqueo hasta las maniobras de Almagro, la OEA, Macri, Temer, Bachelet, Kuzinsky, Cartes, Rajoy, Felipe González y la madre que los parió. Todos y todas ellos se anotaron en la lista de los posibles “reconstructores” de la Venezuela destruida por los cachorros locales del ISIS. Se imaginaban Libia e Iraq, pero no se dieron cuenta que Venezuela se parece más a la victoriosa Siria de Bachar y el pueblo hecho ejército.
Por fin, arribaron a esta última semana, de bomba en bomba, de incendio en incendio, de amenaza internacional a discurso provocador. Pusieron todo lo que tenían y más, para que Caracas ardiera por los cuatro costados y que algunos Estados se fragmentaran en islotes “balcánicos” frente al gobierno “tiránico” de Maduro. La CNN bramaba de mentiras, “El País” españolazo convocaba, junto a Felipe González, a un golpe militar. ¡Patéticos!
Todo este derroche para que un pueblo no votara. Parece broma, cuando los que tanto se llenan de la palabra “democracia” se oponen ahora a que el soberano emita un sufragio. Lo que no harían (ya lo sabemos, por experiencia) si este pueblo harto de provocaciones decidieran tomar otros caminos de autodefensa!
Sin embargo, el famoso “Día D” de la MUD se fue postergando hora a hora, el paro general quedó chamuscado por falta de apoyo, las barricadas del miedo se redujeron a su barrios y tanto destruyeron que hasta sus propios alentadores (los vecinos que antes les abrían sus puertas para que cargaran gasolina en sus molotov) empezaron a regañarlos y a apartarse. Un fiasco esta “resistencia” que jamás debería haber osado apoderarse de esa sacrosanta palabra de nuestros pueblos de la Patria Grande.
Hasta que llegamos a este domingo de júbilo para la democracia participativa. La gente salió a votar desde las primeras horas, desbordó algunos centros como el Poliedro de Caracas, cruzó ríos y caminó por montes (como en Táchira) para evitar a los violentos, se fueron ayudando unos a otros, mano con mano, haciendo de la fraternidad un símbolo tal que los mercenarios del MUD jamás habrán de conocer. Esa sublime dignidad que no se forja en el poder del dinero, sino en lo que el Comandante Eterno Hugo Chávez tanto repetía: “amor con amor se paga”.
El voto se hizo masa, y la masa arrasó con toda la carroña que intentó insuflar el imperio y sus discípulos locales. Este domingo es de gloria. Solo basta ver la impotencia en los rostros de los “comunicadores” del sistema. Queda reafirmada la Revolución, el liderazgo de los de abajo, los poderes comunales, la fuerza indestructible de la unidad pueblo y ejército, el mandato de Nicolás Maduro y por sobre todo el legado de Hugo Chávez Frías. Todos estos elementos se combinaron para que las mujeres y hombres de Venezuela se sintieran más bolivarianos que nunca y se echaran la mochila al hombro para salir a votar. Vencedores, alegres y rebeldes, auténticos resistentes para imponer la paz, le guste a quien le guste.
A partir de mañana, comienza una nueva etapa, el enemigo planeará nuevas maldades pero está herido del ala, y los que hoy se jugaron el cuerpo para decirle presente a la Revolución, exigirán profundizarla, corregir los errores, eliminar las barreras burocráticas, eliminar a los corruptos. Querrán más socialismo. ¿Con todo lo hecho hoy, quien se animará a decirles que esperen, que aún no es tiempo?
 


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Este domingo los venezolanos están convocados a elegir sus constituyentistas.

Este domingo los venezolanos están convocados a elegir sus constituyentistas. | Foto: Cortesía

En nombre de la libertad y la democracia, la derecha intentará impedir este domingo que la gente vaya a votar. Que el pueblo participe de una Asamblea Constituyente, símbolo de una democracia con protagonismo popular.
Venezuela se convirtió, como nunca, en la capital de la disputa continental. Ahí se librará este domingo otra batalla clave de gran impacto para el futuro de América Latina: la revolución bolivariana buscará fortalecerse con una buena participación en las elecciones para la Asamblea Constituyente y la oposición intentará sabotear los comicios y avanzar por la vía violenta hacia el “asalto final”, siempre en nombre de la libertad y la democracia.
En nombre de la libertad y la democracia, los grupos de choque de la oposición venezolana linchan y queman vivas a personas sólo por portación de rostro chavista, incendian hospitales, guarderías, edificios públicos o centros de acopio de alimentos, atacan cuarteles militares, disparan con bazucas, morteros y armas largas, saquean, extorsionan, amenazan, asesinan. Despliegan toda su artillería con sello paramilitar. Siembran el terror para que el caos siga escalando hasta desencadenar una guerra civil.
En nombre de la libertad y la democracia, la base social antichavista festeja los crímenes en las redes sociales. Y reproduce el odio social y racial que le inocularon para protagonizar una gesta insurreccional 2.0 e intentar suplir su menguada convocatoria callejera con municiones virtuales. Se saben fuertes en ese terreno. Creen que por fin llegó la hora del ocaso del chavismo que les devuelva sus privilegios de clase.
En nombre de la libertad y la democracia, la dirigencia de la derecha venezolana desconoce la Constitución y los poderes públicos, legitima el terrorismo callejero, rechaza el diálogo, conforma un gobierno paralelo y anhela el arribo de marines (“para llegar a una invasión extranjera tenemos que pasar esta etapa”, admitió por estos días el diputado opositor Juan Requesens). Como a lo interno la correlación de fuerzas no les da -aún no logran penetrar en las barriadas populares ni en las Fuerzas Armadas-, apuestan al frente internacional como principal carta. Aprovechan los vientos de cambio en el tablero geopolítico continental: que Brasil y Argentina se sumaron al club de peones de la Casa Blanca encabezado por Colombia y México; que el secretario de la OEA, Luis Almagro, hizo del derrocamiento de Maduro su leitmotiv (hasta anduvo mendigando apoyo en el Senado estadounidense); y que, salvo honrosas excepciones como Evo Morales, las y los líderes del progresismo regional parecen mirar para otro lado.
En nombre de la libertad y la democracia, Donald Trump amenaza a Venezuela con sanciones económicas. El magnate neoyorquino se pone el equipo al hombro y despeja dudas sobre quién maneja los hilos de la “resistencia” venezolana. Un guión de manual: financiamiento de mercenarios, provocación del caos, sensación de ingobernabilidad y conformación de Estado paralelo. Las estrategias utilizadas para invadir Libia y Siria. El plan se cocina en los laboratorios de guerra del Departamento de Estado pero también en las oficinas de la petrolera ExxonMobil, financista de la campaña de Trump y de la que fuera su histórico CEO el actual secretario de Estado Rex Tillerson.
EEUU se relame por reapropiarse de la primera reserva mundial de petróleo, en nombre de la libertad y la democracia.
En nombre de la libertad y la democracia, los grandes consorcios mediáticos articulan en coro la mayor campaña internacional de distorsión informativa de las últimas décadas. No hay escrúpulos en esta guerra de cuarta generación. Todo vale para demonizar a la revolución bolivariana y aislar al gobierno de Maduro. La puesta en escena del Plan Cóndor mediático oculta la violencia opositora y la disfraza de “movilización pacífica” contra la “dictadura”, invisibiliza la vigencia del chavismo en las calles, manipula, miente abiertamente. Su poderosa fuerza comunicacional les permite instalar matrices, crear realidades inexistentes. Pura estrategia de falsificación de la realidad que ahora se endulcora con el neologismo de “posverdad”. Pero hay que tomar nota: están ganando -y por goleada- la batalla simbólica, la disputa del sentido en nuestras sociedades.
En nombre de la libertad y la democracia, los grupos empresariales y financieros arrecian el sabotaje a la economía venezolana, induciendo una inflación descontrolada y provocando la escasez de alimentos y medicinas, que golpea sobre todo a los sectores populares. Con esa estrategia, y la ineficacia del gobierno para revertirla, han logrado multiplicar el descontento, el hastío y la despolitización de buena parte de la población. Y han obligado a las mujeres del barrio -sujeto histórico de la revolución- a resignar espacios de participación comunitaria para resolver el día a día.
En nombre de la libertad y la democracia, el antichavismo combina todas las formas de guerra (callejera, institucional, comunicacional, internacional, psicológica). Pone toda la carne en el asador. Apuesta a todo o nada.
En nombre de la libertad y la democracia, la derecha intentará impedir este domingo que la gente vaya a votar. Que el pueblo participe de una Asamblea Constituyente, símbolo de una democracia con protagonismo popular.
En nombre de la libertad y la democracia, buscan tumbar por las malas, de forma antidemocrática, al proyecto que en este siglo más ha avanzado en la libertad de su pueblo y en construir una democracia más igualitaria.

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Imagen elección de la ANC en Venezuela, centro de contingencia en el Poliedro de Caracas.

Imagen elección de la ANC en Venezuela, centro de contingencia en el Poliedro de Caracas. | Foto: @ffm_oficial

Los desaciertos de un gobierno democrático se resuelven por vía democrática, la cual será tanto más consistente cuanto menor sea la interferencia externa. El gobierno de la Revolución bolivariana es democráticamente legítimo. A lo largo de muchas elecciones durante los últimos veinte años, nunca ha dado señales de no respetar los resultados electorales.
Venezuela vive uno de los momentos más críticos de su historia. Acompaño crítica y solidariamente la Revolución bolivariana desde el inicio. Las conquistas sociales de las últimas dos décadas son indiscutibles. Para comprobarlo basta consultar el informe de la ONU de 2016 sobre la evolución del índice de desarrollo humano. Dice este informe: “El índice de desarrollo humano (IDH) de Venezuela en 2015 fue de 0.767 –lo que colocó al país en la categoría de alto desarrollo humano–, posicionándolo en el puesto 71º de entre 188 países y territorios. Tal clasificación es compartida con Turquía. De 1990 a 2015, el IDH de Venezuela aumentó de 0.634 a 0.767, un aumento de 20,9 %. Entre 1990 y 2015, la esperanza de vida al nacer aumentó a 4,6 años, el período medio de escolaridad ascendió a 4,8 años y los años de escolaridad media general aumentaron 3,8 años. El rendimiento nacional bruto (RNB) per cápita aumentó cerca de 5,4% entre 1990 y 2015”. Se hace notar que estos progresos fueron obtenidos en democracia, solo momentáneamente interrumpida por la tentativa de golpe de Estado en 2002 protagonizada por la oposición con el apoyo activo de Estados Unidos.
La muerte prematura de Hugo Chávez en 2013 y la caída del precio de petróleo en 2014 causaron una conmoción profunda en los procesos de transformación social entonces en curso. El liderazgo carismático de Chávez no tenía sucesor, la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones siguientes fue por escaso margen, el nuevo presidente no estaba preparado para tan complejas tareas de gobierno y la oposición (internamente muy dividida) sintió que su momento había llegado, en lo que fue, una vez más, apoyada por Estados Unidos, sobre todo cuando en 2015 y de nuevo en 2017 el presidente Obama consideró a Venezuela como una “amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos”, una declaración que mucha gente consideró exagerada, si no mismo ridícula, pero que, como explico más adelante, tenía toda lógica (desde el punto de vista de Estados Unidos, claro). La situación se fue deteriorando hasta que, en diciembre de 2015, la oposición conquistó la mayoría en la Asamblea Nacional. El Tribunal Supremo de Justicia suspendió a cuatro diputados por alegado fraude electoral, la Asamblea Nacional desobedeció, y a partir de ahí la confrontación institucional se agravó y fue progresivamente propagándose en las calles, alimentada también por la grave crisis económica y de abastecimiento que entretanto explotó. Más de cien muertos, una situación caótica. Mientras, el presidente Maduro tomó la iniciativa de convocar una Asamblea Constituyente (AC) a ser elegida el día 30 de julio y Estados Unidos amenaza con más sanciones si las elecciones se producen. Es sabido que esta iniciativa busca superar la obstrucción de la Asamblea Nacional dominada por la oposición.
El pasado 26 de mayo suscribí un manifiesto elaborado por intelectuales y políticos venezolanos de varias tendencias políticas, apelando a los partidos y grupos sociales en conflicto a parar la violencia en las calles e iniciar un debate que permitiese una salida no violenta, democrática y sin la injerencia de Estados Unidos. Decidí entonces no volver a pronunciarme sobre la crisis venezolana. ¿Por qué lo hago hoy? Porque estoy alarmado con la parcialidad de la comunicación social europea, incluyendo la portuguesa, sobre la crisis de Venezuela, una distorsión que recorre todos los medios para demonizar un gobierno legítimamente electo, atizar el incendio social y político y legitimar una intervención extranjera de consecuencias incalculables. La prensa española llega al punto de embarcarse en la posverdad, difundiendo noticias falsas sobre la posición del gobierno portugués. Me pronuncio animado por el buen sentido y equilibrio que el ministro de Asuntos Exteriores portugués, Augusto Santos Silva, ha mostrado sobre este tema. La historia reciente nos muestra que las sanciones económicas afectan más a ciudadanos inocentes que a los gobiernos. Basta recordar los más de 500 mil niños que, según el informe de Naciones Unidas de 1995, murieron en Irak como resultado de las sanciones impuestas después de la guerra del Golfo Pérsico. Recordemos también que en Venezuela vive medio millón de portugueses o lusodescendientes. La historia reciente también nos enseña que ninguna democracia sale fortalecida de una intervención extranjera.
Los desaciertos de un gobierno democrático se resuelven por vía democrática, la cual será tanto más consistente cuanto menor sea la interferencia externa. El gobierno de la Revolución bolivariana es democráticamente legítimo. A lo largo de muchas elecciones durante los últimos veinte años, nunca ha dado señales de no respetar los resultados electorales. Ha perdido algunas elecciones y puede perder la próxima, y solo sería criticable si no respetara los resultados. Pero no se puede negar que el presidente Maduro tiene legitimidad constitucional para convocar la Asamblea Constituyente. Por supuesto que los venezolanos (incluyendo muchos chavistas críticos) pueden legítimamente cuestionar su oportunidad, sobre todo teniendo en cuenta que disponen de la Constitución de 1999, promovida por el presidente Chávez, y disponen de medios democráticos para manifestar ese cuestionamiento el próximo domingo. Pero nada de eso justifica el clima insurreccional que la oposición ha radicalizado en las últimas semanas y cuyo objetivo no es corregir los errores de la Revolución bolivariana, sino ponerle fin, imponer las recetas neoliberales (como está sucediendo en Brasil y Argentina) con todo lo que eso significará para las mayorías pobres de Venezuela. Lo que debe preocupar a los demócratas, aunque esto no preocupa a los medios globales que ya han tomado partido por la oposición, es la forma en que están siendo seleccionados los candidatos. Si, como se sospecha, los aparatos burocráticos del partido de Gobierno han secuestrado el impulso participativo de las clases populares, el objetivo de la Asamblea Constituyente de ampliar democráticamente la fuerza política de la base social de apoyo a la revolución se habrá frustrado.
Para comprender por qué probablemente no habrá salida no violenta a la crisis de Venezuela, conviene saber lo que está en juego en el plano geoestratégico global. Lo que está en juego son las mayores reservas de petróleo del mundo existentes en Venezuela. Para el dominio global de Estados Unidos es crucial mantener el control de las reservas de petróleo del mundo. Cualquier país, por democrático que sea, que tenga este recurso estratégico y no lo haga accesible a las multinacionales petroleras, en su mayoría norteamericanas, se pone en el punto de mira de una intervención imperial. La amenaza a la seguridad nacional, de la que hablan los presidentes de Estados Unidos, no está solamente en el acceso al petróleo, sino sobre todo en el hecho de que el comercio mundial del petróleo se denomina en dólares estadounidenses, el verdadero núcleo del poder de Estados Unidos, ya que ningún otro país tiene el privilegio de imprimir los billetes que considere sin que esto afecte significativamente su valor monetario. Por esta razón Irak fue invadido y Oriente Medio y Libia arrasados (en este último caso, con la complicidad activa de la Francia de Sarkozy). Por el mismo motivo, hubo injerencia, hoy documentada, en la crisis brasileña, pues la explotación de los yacimientos petrolíferos presal estaba en manos de los brasileños. Por la misma razón, Irán volvió a estar en peligro. De igual modo, la Revolución bolivariana tiene que caer sin haber tenido la oportunidad de corregir democráticamente los graves errores que sus dirigentes cometieron en los últimos años.
Sin injerencia externa, estoy seguro de que Venezuela sabría encontrar una solución no violenta y democrática. Desgraciadamente, lo que está en curso es usar todos los medios disponibles para poner a los pobres en contra del chavismo, la base social de la Revolución bolivariana y los que más se beneficiaron de ella. Y, en concomitancia, provocar una ruptura en las Fuerzas Armadas y un consecuente golpe militar que deponga a Maduro. La política exterior de Europa (si se puede hablar de tal) podría constituir una fuerza moderadora si, entre tanto, no hubiera perdido el alma.
Artículo tomado de: http://blogs.publico.es/espejos-extranos/2017/07/27/en-defensa-de-venezuela/

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El chavismo mostró el domingo que está de pie, y puesto a pelear contra el enemigo histórico lo hace de manera inmensa.

El chavismo mostró el domingo que está de pie, y puesto a pelear contra el enemigo histórico lo hace de manera inmensa. | Foto: AVN

La derecha promete más de lo mismo. Y ese más de lo mismo perdió el domingo en las urnas, y durante toda la semana en las calles.
Querían pelear y el chavismo peleó. El resultado fue inmenso: 8.089.820 votos a favor de la Asamblea Nacional Constituyente. No se lo esperaban los analistas de derecha que pensaban al movimiento de Hugo Chávez contra las cuerdas, casi rendido. Tampoco muchos dentro de las propias filas: años de resistencia, en particular económica, parecían haber desgastado con dureza la fuerza propia. 
La jornada electoral fue difícil en varios lugares. La derecha había anunciado que sabotearía los comicios y así intentó hacerlo. Los puntos de ataques se concentraron en algunas zonas en particular: Táchira, Mérida, Lara, Zulia, Caracas. En esos lugares desplegaron un abanico de acciones de violencia: ataque con granadas y armas de fuego a centros electorales, persecución a chavistas hasta en la casa, trancas con grupos armados, volantes intimidatorios, amenazas, barricadas, bombas sobre la policía, incendio de la vivienda de un prefecto, el asesinato de otro candidato. El saldo es grave: varios muertos que la derecha nunca reconocerá como resultado de su accionar. 
El objetivo era sembrar un clima de terror, impedir que la gente votara. Las imágenes que llegaron fueron una respuesta contundente: la gente cruzó ríos, evitó trancas, amenazas, y fue a votar. Una de las imágenes más significativas, por su dimensión, tuvo lugar en Caracas, en el centro electoral del Poliedro, abierto para permitir que votarán quienes habían recibido amenazas en sus edificios y urbanizaciones. Fueron miles y miles que, durante el día, y hasta entrada la noche, votaron allí. Gente de zonas de clase media, alta -donde, en el caso de Caracas, se concentraron las intimidaciones- de extracción popular, acomodada, en una muestra de la amplitud social del chavismo.   
La violencia desplegada por la derecha no fue de quien avanza, acorrala, y toma posiciones. No, se trató de acciones que caracterizan a quien pierde, tiene desesperación, y sobre todo poca gente. Se vio nuevamente en las calles: el llamado a detener la elección solo tuvo eco en su base social histórica, clasista, minoritaria, que aplaudió la explosión de la bomba que hirió a seis policías -uno resultó quemado en el 80% del cuerpo- y no pudo generar, en el caso de Caracas, más que algunos focos de violencia. Nuevamente, como toda esta semana, lució -al decir de Soriano- triste, solitaria, y final.
Y no entendió lo que pasó en las urnas. Al punto de negarlo. La dirigencia de la derecha lo hizo por estrategia política -el anuncio estaba hecho desde el sábado por la noche- y su base social porque, como desde el inicio de la revolución, no logró comprender cómo las mayorías populares pueden tener pensamiento, consciencia, estrategia, sentido del momento histórico. Hicieron lo de siempre: subestimaron al chavismo. 
Y el chavismo hizo lo que hace cuando lo atacan de frente: fue contundente.
Existen varias explicaciones para los 8.089.820 de votos. Una de ellas es la agudización del conflicto planteado por la derecha. El chavismo vio -y resistió con consciencia y disciplina política- cómo durante más de cien días la oposición incendió instituciones, gente, espacios comunales, calles, camiones, comida, autobuses, y anunció el asalto al Palacio de Miraflores. Esa visibilidad del enemigo, su salida del escondite, favoreció la polarización política, dinámica en la cual se hace fuerte el chavismo. La votación del domingo fue entonces, entre otras cosas, contra la escalada de violencia de la derecha, y por la Asamblea Nacional Constituyente como forma democrática de abrir el debate. El chavismo, contra quienes lo acusan de antidemocrático y violento, mostró que concibe la salida del conflicto a través de la vía electoral. 
Otra explicación reside en las características del chavismo como movimiento histórico, que desarrolló en los años de revolución un profundo aprendizaje político/histórico producto del liderazgo de Hugo Chávez y las formas de democracia participativa. El chavismo tiene entre sus elementos fuertes una noción clara de lo que existía antes de 1999, de quién es la derecha que se presenta como solución a los problemas del país. Puede estar descontento con la dirección y la situación económica -como de hecho lo está- pero tiene el hilo histórico muy presente. En una batalla crucial, como lo fue este domingo, salió a pelear con esa claridad.
Por último -podría ser lo primero- por el mismo Hugo Chávez, el orgullo del chavismo, que es un orgullo de clase, de historia, de piel, esa misma piel y clase que se transformó en motivo para ser quemado por la derecha. 
Y una pregunta: ¿solamente votó el chavismo? Puede haber sucedido que gente de oposición haya ido a votar. Por rechazar el callejón violento y sin salida planteado por su propia dirigencia. En varias zonas se reportó la presencia de votantes de oposición -en los barrios la gente se conoce.
Se ganó una batalla clave en el marco de una guerra no convencional prolongada. Tuvo la importancia de medir la fuerza propia -algo que estaba rodeado de preguntas en los últimos meses- y de darle la legitimidad necesaria a la Asamblea Nacional Constituyente. Ante el número sin verificación alguna de los 7.186.170 votos planteados por la derecha como resultado de su plebiscito -donde quemaron los cuadernos de votación- era necesario un resultado mayor. Aunque el número del plebiscito era falso, su condicionamiento era real, en particular en lo internacional, donde se desarrolla uno de los frentes principales del enfrentamiento. El resultado del chavismo superó con amplitud una de las cartas principales de la derecha. 
La respuesta golpista ante la elección y la próxima puesta en marcha de la Asamblea Nacional Constituyente será la que se esperaba: el no reconocimiento, como lo anunció el presidente de Colombia este viernes, y todos los dirigentes de la derecha. El problema al cual estarán enfrentados es la disminución de su volumen de fuerza. No lograron legitimar su violencia en la sociedad -salvo en partes de su histórica base social-, existe un desgaste de la lógica de confrontación permanente, y los sectores por fuera de esa base histórica que se habían sumado al llamado parecen alejarse producto de la falta de resultados. 
La derecha promete más de lo mismo. Y ese más de lo mismo perdió el domingo en las urnas, y durante toda la semana en las calles.  
Por eso, más que nunca, dependen del frente internacional. Por ese lado parece que vendrán las próximas acciones. Y tal vez a través de nuevas formas de la violencia. Como sea, esa derecha que parecía en avanzada hoy se encuentra en crisis. No se debe caer en triunfalismo. La confrontación no termina mañana ni pasado y puede sorprender. Llegó para quedarse, mutar, buscar las formas de recuperar el poder político, subordinar la economía directamente a los Estados Unidos, y aplicar una revancha sobre el chavismo. 
El chavismo mostró el domingo que está de pie, y puesto a pelear contra el enemigo histórico lo hace de manera inmensa. Mañana sigue una nueva batalla. 

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Venezuela amaneció Chavista y Guatemala vasalla
En el 2015, Guatemala estuvo en el ojo público, se inventaron ir a manifestar los sábados de ir a broncearse, porque para manifestar entre semana no les daban las agallas, allá estaban pues con batucadas, bacinicas, pancartas y chinchines, decían que luchaban contra la corrupción del gobierno; unos más abusivos se auto proclamaron los nietos de Árbenz y andaban carteles con las fotos del pobre hombre. Esa misma gente sigue negando el Genocidio.
Venezuela amaneció Chavista y Guatemala vasalla
Unos más insolentes todavía se atrevieron a decir que eran pueblo, y se daban tres golpes de pecho, después como que se desmayaban de fiebre de sábado de ceviches y bronceado y caían desparramados justo en el momento de la foto, el objetivo era salir en primera plana en los medios internacionales, fingiendo conciencia política. Se les hinchaba la boca gritando que eran la generación del cambio, que no sé qué y que no sé cuánto, que aquí y que allá. Que se habían metido con la generación equivocada; con esto faltándole el respeto a generaciones pasadas que fueron torturadas, asesinadas y desaparecidas por el ejército de Guatemala.
Durante meses vimos pasar ese desfile en el que se contaban hipócritas, traidores, clasistas, racistas, cachurecos, homofóbicos, y por supuesto: oportunistas. ¿Había gente honesta y con conciencia social? Sin duda que sí, por ejemplo ahí estaban los Pueblos Originarios que eran los únicos que con amor e identidad exigían una Asamblea Nacional Constituyente. En esas manifestaciones era de estar juntos pero no revueltos; eso de somos pueblo, era letanía nada más para las fotos del recuerdo y para lograr algún contacto en el futuro.
De esas manifestaciones salieron documentales, portadas de revistas, poemas, exposiciones fotográficas, y una cantidad de conferencias que se inventaron del puro aire, unos que se decían expertos en política nacional e internacional. De aquel bacanal los resultados fueron catastróficos, como era de imaginar, por falta de agallas, Memoria Histórica, identidad, respeto y dignidad, la sociedad no apoyó el llamado a la Asamblea Nacional Constituyente, de los Pueblos Originarios a quienes siguen llamando “indios patas rajadas, haraganes y acarreados”. Esa misma sociedad que llama criminales a los estudiantes de institutos públicos que salen a manifestar entre semana exigiendo sus derechos, se embrocó votando por Jimmy Morales, nada más y nada menos que por la continuidad del neoliberalismo en el país.
Aquellos que decían ser nietos Árbenz le pegaron una puñalada por la espalda, votando por quien los representa al centavo: misóginos, patriarcales, machistas, cachurecos, clasistas, racistas, homofóbicos, desmemoriados, sin identidad y oportunistas. De ahí que sigan las empresas transnacionales en el país, provocando ecocidios, de ahí las limpiezas sociales en los arrabales, de ahí que se viole y queme vivas a más de 40 niñas en un refugio del Estado. De ahí que los feminicidios sean un epidemia. De ahí que la hambruna esté matando a la infancia marginada. De ahí que se tripliquen las migraciones forzadas.
Guatemala tuvo una oportunidad para intentarlo, pero esa sociedad de mente colonizada y tibia no tuvo las agallas para seguir la petición de los Pueblos Originarios, cosa que el pueblo venezolano sí. Hablar de refundación es cosa de tibios, Guatemala necesita un cambio radical de raíz, y la ANC puede ser el comienzo.
Ojalá aprendamos del pueblo venezolano. Ojalá algún día salgamos de la cloaca donde chapoteamos y pegamos patadas de ahogados, con infinidad de pretextos para no actuar políticamente, ojalá algún día nos den las agallas y en verdad honremos la Memoria Histórica y nuestra identidad. La infancia guatemalteca merece vivir en un país que le brinde las oportunidades de desarrollo para una vida integral, y no tenga que salir huyendo en las migraciones forzadas a arriesgar la vida.
El pueblo venezolano le ha dado un ejemplo de identidad, agallas y conciencia a la Latinoamérica neoliberal y al mundo. Cuando el pueblo se une, no hay mediatización que pueda con él. Cuando un pueblo aprende a vivir de pie, no hay poder que logre doblegarlo.

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