Se unen contra migrantes indigentes
HERMOSILLO, Son., julio 31 (EL UNIVERSAL).- A través
de volantes y de redes sociales, los habitantes de la colonia Modelo
invitan a tomar medidas contra los indigentes, quienes en su mayoría son
migrantes, porque tienen la percepción de que contribuyen a la
inseguridad. Aseguran que delincuentes se "camuflan" para robar
domicilios de esta colonia de alta plusvalía.
Sin embargo, la mayoría de las personas en condición
de calle en Hermosillo son indocumentados que no pudieron continuar su
viaje y tampoco pueden regresar a su lugar de origen, indicó el
sacerdote José Gilberto Lezama Rodríguez, quien desde 2009 socorre a
migrantes e indigentes en el comedor y dispensario San Luis Gonzaga,
ubicado en el Ejido La Victoria.
El sacerdote afirmó que, en promedio, tres de cada 10
migrantes que pasan por Hermosillo se queda en la ciudad, sólo uno
logra permanecer con trabajo y los otros dos se quedan en situación de
calle.
De acuerdo con información del gobierno del estado,
tan sólo el año pasado se recibieron en Sonora a más de 37 mil mexicanos
repatriados, de los cuales 22 mil ingresaron por la frontera de Nogales
y 15 mil por San Luis Río Colorado. Sin embargo, sólo 8.7% de los
deportados por Sonora son oriundos de la entidad.
Los migrantes, en su mayoría de sexo
masculino, por lo regular provienen de países centroamericanos como
Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua; en cuanto a los migrantes
mexicanos generalmente provienen de Chiapas, Veracruz, Tabasco y Oaxaca,
aseguró el sacerdote.
Por Sonora pasan miles de inmigrantes al año.
Desde su lugar de origen hasta las fronteras sonorenses de Altar, El
Sásabe o Nogales, su recorrido dura de tres a cinco meses al filo de la
supervivencia, subiendo y bajando vagones de La Bestia, El Tren del
Diablo o El Dragón, como se les conoce a los ferrocarriles en los que se
transportan. En ocasiones se puede observar cómo familias enteras
viajan amarradas con gruesas cuerdas de ixtle para evitar que uno de los
integrantes se caiga en el vaivén y empalme de los vagones.
El párroco consideró que correr a las
personas desvalidas como los migrantes de un lugar no es la solución al
problema, puesto que sólo se cambiarán de sitio. Propuso que las
autoridades municipales deben apoyarlos si optan por regresar a su
ciudad de origen o bien rehabilitarlos y darles un empleo.
El contraste. Ignacio Romero, uno de los
impulsores de la erradicación de indigentes en la colonia Modelo, mandó
imprimir 2 mil volantes con la leyenda: "Por una colonia modelo libre de
indigentes", los cuales se distribuyeron en la demarcación, donde se
pide atender cinco recomendaciones, bajo el argumento de que se
encuentran en su legítimo derecho de recuperar la seguridad y
tranquilidad que hasta hace pocos años caracterizaba a esa comunidad.
Son: no darles alimento; no brindarles dinero
ni cualquier tipo de ayuda material; no sacar la basura la noche
anterior para evitar que la registren y desparramen por la madrugada; no
ponerlos a realizar un trabajo y reportarlos al 911 cuando se
encuentren en las calles, parques, escuelas o en cualquier lugar dela
colonia Modelo para que las autoridades pasen a retirarlos.
El volante dice: "Las recomendaciones pueden
ser calificadas como duras, intolerables e inhumanas, pero en la Modelo
hay delincuentes que navegan con bandera de indigentes".
El autor de los volantes informó que en la
colonia hay dos parques, el Tutuli y El Guaymitas, donde antes acudían
niños y familias enteras; todo eso se ha perdido por las personas de mal
aspecto.
Habitantes de la Modelo expresaron que están
de acuerdo con que se erradique la indigencia del sector, fenómeno que
se ha presentado en el resto de la ciudad, por lo que sienten que las
autoridades han sido rebasadas.
Los residentes de la colonia tienen dos
grupos de WhatsApp para comunicarse cuando detecten algún indigente;
también abrieron la página en Facebook: No más indigencia HMO y en la
plataforma digital change.org se le envió una solicitud a las
autoridades de Sonora para que atiendan el problema, bajo el título:
"Cero tolerancia a indigentes y migrantes en parques, calles y avenidas
de Hermosillo, Son", la cual está firmada por Christian Leyva.
Hace alusión a que desde hace un par de años
paulatinamente la ciudad de Hermosillo ha tenido un preocupante
incremento de personas en situación de calle y migrantes con presencia
en parques, avenidas, casas abandonadas, terrenos baldíos y zonas
comerciales.
La petición propone clasificar el tipo de
indigencia para que se atienda de acuerdo con su condición: como
migrante indocumentado hay que remitirlo al Instituto Nacional de
Migración; si es indigente intoxicado hay que llevarlo al hospital
siquiátrico Carlos Nava Muñoz; al que padece de sus facultades mentales,
ingresarlo al centro siquiátrico Cruz del Norte y al indigente o
migrante mexicano de otro estado sin estar intoxicado y que no padezca
de sus facultades mentales, diseñar un programa e ingresarlos en un
programa de reinserción social.
Para la activista responsable de la
iniciativa civil Red Solidaria, Diana Coronado, "perseguir indigentes y
amenazarlos es un delito; es inhumano e indignante. Lo que deben hacer
los habitantes de la Modelo es hacer un frente común para exigir a las
autoridades que hagan su trabajo con un trato digno a estos seres
humanos.
"No digo que sus problemas no sean reales,
por supuesto que lo son, a nadie le gusta que te revuelvan el bote de la
basura, pero no podemos dejar de lado que quien hace eso lo está
haciendo, porque tiene hambre", refirió.
El
ayuntamiento de Hermosillo, a través de la Unidad Municipal de
Protección Civil (UMPC), realiza operativos para recuperar espacios de
la ciudad que se habían convertido en focos de riesgo de incendios, por
el acumulamiento de basura y estructuras provisionales utilizadas como
alojamiento por personas en situación de calle
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