sábado, 29 de julio de 2017

  • Tanques M1 Abrams del Ejército de EE.UU. llegan a Rumanía para participar en una maniobra militar, 14 de febrero de 2017.
Publicada: sábado, 29 de julio de 2017 14:11

El Ejército de EE.UU. afirma que las nuevas generaciones de tanques y otros vehículos de combate terrestre del país deberían tener opciones avanzadas.
Así lo indicó el jefe del Estado Mayor del Ejército estadounidense, el general Mark Milley, en el Club de la Prensa Nacional, en Washington, la capital, al ser preguntado sobre si está preocupado por los planes de Rusia para desarrollar un nuevo tanque, en concreto el T-14 Armata, en 2020.
El T-14 Armata de Rusia estará equipado con sistemas de protección activa, diseñados para contrarrestar misiles antitanques guiados. El Ejército estadounidense todavía no ha equipado sus vehículos de combate con esta tecnología.   
“Necesitamos un nuevo programa para nuestra infantería mecanizada y nuestros tanques”, dijo Milley, citado el viernes por el diario estadounidense The National Interest.
Asimismo, añadió que los vehículos de combate terrestre incluirán probablemente tecnologías como sistemas de protección activa, tripulaciones reducidas o sin conductores —equiparándose en muchos sentidos con las tecnologías de T-14 Armata ruso—.

La robótica también podría desempeñar un papel importante en la próxima generación de los vehículos blindados. Milley reiteró que cada vehículo del futuro debería disponer de la facilidad de seguir las órdenes de un comandante, en el caso de que este decida enviar una versión tripulada o no tripulada a un campo de batalla.   
Cañones de riel y láser son otras tecnologías potenciales que podrían ser utilizadas en los vehículos blindados del país, sostuvo el alto cargo militar estadounidense.
M1 Abrams ha sido el principal tanque de batalla del Ejército de EE.UU. a lo largo de las últimas cuatro décadas y Washington ha gastado mucho para renovar su tecnología, según los medios locales.
Se prevé que los submarinos capaces de transportar misiles balísticos, los bombarderos y los misiles terrestres de EE.UU. lleguen al final de su vida útil durante la próxima década y también se estima que la modernización del arsenal militar de EE.UU. alcance los 1000 millones de dólares y dure 30 años, tal como indica el diario británico The Guardian.
Muchos analistas creen que la carrera armamentística entre Rusia y el Occidente, encabezado por EE.UU., se ha intensificado tras el aumento de los conflictos de intereses de las dos potencias en Ucrania y Siria, donde se ve los preliminares de una posible futura guerra entre Moscú y Washington.
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