lunes, 11 de marzo de 2019

Aprender a morir
¿Muerte digna o sólo diaria?
Son varias las contradicciones e inobservancias en que incurre el nuevo gobierno federal frente al abismo que se abre entre las nobles promesas hechas y la desalmada realidad encontrada tras décadas de inercias, corrupción, connivencias y omisiones por parte de sucesivos regímenes legítimamente establecidos. Esto por un lado; por otro, debido también a la indiferencia y apatía del grueso de la sociedad, inmersa en una incultura política auspiciada por sus principales beneficiarios.Si la vigilancia y la crítica de que ha sido objeto el gobierno de AMLO en sus primeros 100 días las hubiera ejercido el sistema con los anteriores regímenes, otra sería la historia de nuestro país.Mientras tanto, las expectativas ciudadanas continúan siendo las mismas de hace medio siglo, por decir lo menos.
Nadie ha sido llevado a juicio ni metido a la cárcel, como si no sobraran responsables de tanto saqueo en tantos sexenios, con eso de que ahora el perdón será más aleccionador que el castigo. Pero a falta de investigar, fincar responsabilidades y actuar en consecuencia, las esperanzas de los sencillos, como nos llama la Biblia al grueso de la gente, continúan pacientes a que se allane un camino menos pedregoso para la existencia cotidiana o la pérdida de ésta, en una sociedad que continúa instalada en el Lejano Oeste en lo que a seguridad se refiere.
Marina, ejército y policías de diversas denominaciones siguen siendo incapaces de controlar a la delincuencia organizada y de disminuir la inseguridad en las calles, los transportes y en el ánimo estresado de las personas, enfermas de miedo y de los daños colaterales. Un grupo armado asesina a 15 personas y deja heridas a otras cinco en el municipio de Salamanca, leo esta mañana en La Jornada, y la espeluznante nota abunda que en Guanajuato los homicidios van al alza: 863 en 2015, 947en 2016, mil 84 en 2017, 2 mil 609 en 2018, y sólo en enero pasado al menos 225. Bueno, con el debido respeto a las intenciones, la honestidad valiente no es suficiente, y la complicidad de buenos y malos es evidente.
¿Dónde quedó LA promesa de promover en todo el territorio nacional la desconocida y poco aplicada Ley de Voluntad Anticipada? ¿En qué etapa del proceso o cuántas consultas se requieren para que los mexicanos tengan la posibilidad de ejercer su derecho a una muerte digna? ¿La única opción es seguir enterándonos de asesinatos a diario?

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