Gobierno francés prepara represión más dura de chalecos amarillos
Las
autoridades francesas anuncian planes para reprimir el “vandalismo”
tras la violencia constatada el sábado en las protestas de los chalecos
amarillos.
“Tras extraer conclusiones de esas deficiencias (la
violencia del sábado), el primer ministro (Édouard Philippe) presentará
mañana (lunes) al presidente (Emmanuel Macron) medidas necesarias para
adaptar la posición de las fuerzas de seguridad, a fin de que puedan
actuar con firmeza en cualquier momento”, señala en un comunicado
emitido este domingo por la oficina del premier galo.
La decisión de incrementar los medios de represión se ha adoptado
tras una reunión de crisis del gabinete de ministros con Macron
celebrada el sábado, tras verse obligado el jefe del Estado galo a
interrumpir unas criticadas vacaciones en la nieve mientras en París
(capital) se registraban violentos choques entre policía y manifestantes.
Pese a que la violencia de la Policía francesa
ha sido criticada a nivel internacional, la oficina de Philippe indica
en su nota que los últimos incidentes revelan una insuficiencia de
medios, después de que alborotadores prendieran fuego a un conocido café
de la avenida de los Campos Elíseos, además de destrozar numerosas
vitrinas y saquear tiendas de lujo de la zona en el desorden creado por
los enfrentamientos.
Sin embargo, distintos medios de prensa reportan que entre las
fuerzas del orden está cundiendo la impresión de que las autoridades
permiten intencionadamente que la violencia se desboque para justificar
la represión. Un agente citado este domingo por el diario parisino Le Figaro decía tras los enfrentamientos del sábado: “¡Esto es increíble! Parece como si se les dejara actuar. ¿Cuál es el objetivo?”.
Tras extraer conclusiones de esas deficiencias (la violencia del sábado), el primer ministro (Édouard Philippe) presentará mañana (lunes) al presidente (Emmanuel Macron) medidas necesarias para adaptar la posición de las fuerzas de seguridad, a fin de que puedan actuar con firmeza en cualquier momento”, indica en un comunicado la oficina del primer ministro de Francia.
Mientras tanto, dirigentes destacados de los chalecos amarillos han
advertido de que incrementarán la contundencia de sus acciones: “Después
de esta jornada (el sábado), al menos para mí, no habrá más
manifestaciones. Habrá acciones de verdad, tendremos que proponer
bloqueos. Hemos demostrado que sabemos manifestarnos, que no ha
funcionado y que no hemos sido escuchados”, ha escrito el conocido
activista Éric Drouet en un perfil de redes sociales.
La Policía estima que en las manifestaciones del sábado en París
participaron unas 10 000 personas, y el ministro del Interior,
Christophe Castaner, ha declarado que los disturbios son obra de un
núcleo duro de unos 1500 militantes. Más de 200 personas fueron detenidas.
El movimiento de los chalecos amarillos comenzó el mes de noviembre
pasado para oponerse a tasas al combustible ahora abandonadas, para
convertirse después en un movimiento más amplio contra el presidente Macron y
el conjunto de su política, así como contra la clase política y
mediática en general, percibida como ilegítima por amplios sectores
populares.
mla/ncl/fdd/mkh
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