miércoles, 24 de julio de 2019

Desaparecí de los medios porque acabé con los moches: Muñoz Ledo
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▲ El presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, en el festejo por su cumpleaños 86 en el recinto de San Lázaro.
Foto José Antonio López
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de julio de 2019
 
El presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo (Morena), atribuyó la falta de difusión de sus actividades a que acabó “con los moches” a reporteros.
“Los periodistas, incluso amigos personales míos, vinculados amistosamente conmigo, también se me echaron encima. Si quieren les digo el medio, es día de revelaciones: se trata del gran diario amigo mío que es La Jornada. (Estuve) desaparecido durante meses, (luego) empecé a aparecer en fotos, actos, no lo pudieron evitar, en actos públicos con Andrés Manuel (López Obrador)”, afirmó.
Muñoz Ledo, quien en octubre pasado sacó del salón de sesiones a uno de los reporteros de este diario, aprovechó la celebración de su cumpleaños 86 y un homenaje que se le hizo en el Museo Legislativo de la cámara para atribuirse el cambio en la percepción negativa de la sociedad sobre los diputados.
El legislador, quien la víspera afirmó que podría relegirse en la mesa directiva si la Patria me lo pide y con el apoyo de ustedes los reporteros, ayer afirmó que la anterior coordinación de comunicación social tenía en la bolsa una colección fantástica de comunicadores.
“El número de embutes era muy grande. La magnífica coordinadora del sector de información, Roselli (Reyes), ha logrado lo indecible. Ya ven que con dinero baila el perro”, afirmó. Enseguida pidió a su colaboradora que precisara el número de periodistas involucrados. La funcionaria respondió: Más o menos como 100.
Al concluir la ceremonia, y mientras era llevado en silla de ruedas por sus colaboradores, a Muñoz Ledo se le pidió aclarar a qué se refería con esa acusación a los reporteros. Respondió: Han sido muy generosos conmigo.
–Entonces, ¿por qué dice que son chayoteros?
–No, no. Ella lo dijo (Roselli) –eludió.
–¿Y usted lo avala? –se le insistió.
–Porque no lo aclararon. Lo que me he vuelto, que no era antes, (es) un hombre claridoso. Y lo que digo lo pruebo, punto.
–¿Tiene pruebas?
–Todo está ahí, mano.
–¿Va a presentar una denuncia?
–No, ¿por qué?
–Porque es desvío de recursos.
–¡Ay, ay, fíjate! No quiero estar contra un gremio y esto podría repercutir.
–Pero ya lo dijo...
–¡Bueno, lo dije y qué!
–Le pregunto.
–Te estoy diciendo que me he vuelto un hombre claridoso, que lo que dije lo pruebo.
–¿Puede entregar las pruebas?
–¡No, hombre!

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