Negocios y empresas
Los claroscuros de Salinas Pliego
Miguel Pineda
Hasta el momento no he
conocido a ningún ser humano que sea santo. Creo que no existen, porque
el hombre siempre tiene claroscuros. Un ejemplo de estos contrastes es
Ricardo Benjamín Salinas Pliego, quien, como diría George Bataille, es
un hombre en una jaula donde anidan los ángeles y los demonios.
A sus casi 64 años de edad, Salinas Pliego se ubica entre los hombres
más ricos de México. Participa en negocios de telecomunicaciones,
comercio, transportes, financieros y medios de difusión. De manera
paralela cuenta con fundaciones importantes, entre las que destaca el
apoyo a la educación y el impulso a las nuevas tecnologías. No cabe duda
de que es muy inteligente, pero su ego, su ética flexible y su
necesidad de trascendencia lo llevan a cometer abusos que van contra la
sociedad.
Salinas Pliego quiere trascender con sus proyectos sociales, pero
utiliza medidas poco transparentes en los negocios. Gran parte de su
riqueza proviene de litigios contra el gobierno, personas físicas y
empresas en forma poco ortodoxa. Otra parte de procesos de ingeniería
financiera, transferencias de recursos y movimientos en paraísos
fiscales para esconder el origen de los recursos. Un misterio es la
evolución de la acción de Grupo Salinas en la bolsa de valores, mientras
el mercado mantiene otra tendencia.
El caso de Fertinal, presente en los medios de información en estos
días, es típico de su operación. A una empresa ineficiente y altamente
endeudada le ofrece un crédito y, al no poder pagarle, toma el control
de la compañía a través de terceros. Como la firma es chatarra y no
tiene futuro, el grupo de control se la vende a Petróleos Mexicanos, con
la colaboración de Emilio Lozoya y de Enrique Peña Nieto, que la
recompran a precios de oro. Con esta operación todos los involucrados
ganan millones de dólares, pero todos los mexicanos pagamos ese fraude.
El grave problema de este tipo de personas es la falta de principios
morales. El poder y el dinero están por encima del daño que puedan
causar a la sociedad. Casos como el de Fertinal requieren una
investigación a fondo y, por lo pronto, el gobierno federal debe
replantearse la relación que tiene con el banco de Salinas Pliego en
materia de apoyo social.
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