miércoles, 31 de julio de 2019

María Fernanda Espinosa, presidenta del 73º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU

Presidenta de la Asamblea de la ONU debate temas clave de la agenda mundial con Sputnik

CC BY-SA 2.0 / Cancillería del Ecuador / Ecuador e Italia firman acuerdo para aporte de €35 millones a Yasuní-ITT
Entrevistas
La presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, dio una entrevista exclusiva a Sputnik en la que se centró en el estado actual de la organización, la situación en Venezuela, el cambio climático y la posición de Rusia en la organización.
— ¿Qué opina de las propuestas de reformar la ONU? ¿Qué más Estados quisiera ver entonces en el Consejo de Seguridad? ¿Cómo debería estar representada América Latina y el Caribe?
Creo que optimizar el trabajo de la ONU es una necesidad. Debemos ver la reforma como un proceso integral, debemos mejorar la eficiencia de todo el aparato de la ONU, nuestro ejecutivo, es el Secretariado que está ahora en un proceso profundo de renovación en sus estructuras administrativas, en la arquitectura de desarrollo y Paz y seguridad. Estamos además avanzando un proceso que se denomina la revitalización de la Asamblea General, que es como un Parlamento de la Humanidad y también en un camino hacia la reforma del Consejo de Seguridad bajo mandato de la Asamblea General. Necesitamos una Organización que se centre en las personas, especialmente los países más vulnerables, en las víctimas de los conflictos, la violencia o cualquier forma de discriminación. Necesitamos un multilateralismo inclusivo que se vincule más con la sociedad y sus necesidades, una ONU revitalizada que sea menos burocrática, más orientada a la acción y centrada en resultados.
La Carta de la ONU confiere al Consejo de Seguridad la responsabilidad principal del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Como tal, la capacidad del Consejo para cumplir efectivamente con esta responsabilidad está vinculada a la credibilidad de la ONU en su conjunto. Cuando el Consejo falla, la gente pierde la fe en el multilateralismo. Cuando el Consejo tiene éxito, es una victoria para la ONU y para el sistema multilateral y el derechos internacional. La reforma del Consejo de Seguridad es uno de los procesos más complejos que maneja la Asamblea General. Las negociaciones intergubernamentales comenzaron hace más de una década y este es un proceso guiado por los Estados miembros, son ellos que deben llegar a una decisión. Mi rol como presidenta es facilitar el proceso. Soy consciente de las sensibilidades involucradas y de las diferencias que persisten. Sin embargo, creo firmemente en el poder del diálogo y en la capacidad diplomática de los Estados miembros para lograr avances en la reforma.
— ¿Cuál es su posición sobre la crisis de Venezuela? ¿Qué opina sobre las injerencias externas que llegan incluso a amenazas directas de intervención militar? Venezuela expresó su disposición de aceptar la ayuda humanitaria bajo la égida de la ONU y la Cruz Roja. ¿Qué opina al respecto? ¿Cree que podría ser útil un debate sobre la situación en Venezuela en el próximo período de sesiones de la Asamblea General?
Deseo reiterar mi punto de vista que la comunidad internacional debe contribuir para construir una atmósfera pacífica en Venezuela, para evitar una escalada de tensiones y violencia, en línea con el Constitución venezolana y el derecho internacional, de una manera consistente con los principios de los derechos humanos, el estado de derecho y la Carta de la ONU. La ayuda humanitaria que sea necesaria debe llegar a las personas por medio de los canales oficiales, con el apoyo de la ONU y de la Cruz Roja. La situación en Venezuela fue tratada en el Consejo de Seguridad, sin embargo, no ha llegado a la Asamblea General. Me alegra también que ambas partes, gobierno y oposición, permanecen comprometidas con las conversaciones en Barbados bajo la mediación de Noruega. Llamo a todas las partes interesadas para encontrar soluciones políticas a la situación y centrar sus esfuerzos en la necesidad urgente de paz y estabilidad en el país para asegurar el bienestar de todos venezolanos.
— ¿Cuál es su posición sobre el bloqueo estadounidense a Cuba?
Desde hace 26 años, la Asamblea General ha llamado la atención sobre el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba y la necesidad de ponerle fin. A pesar de ello, desafortunadamente el bloqueo aún continúa vigente contra ese país y contra el pueblo cubano. En momentos en que todos los Estados deben acelerar sus esfuerzos para alcanzar los Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la consideración de este tema sigue siendo relevante. Preocupa sobre todo el impacto humanitario negativo de esas medidas sobre la población local.
— Orden internacional. ¿Cómo imponerlo y garantizarlo cuando hasta EEUU lo viola?
Como representante de los 193 Estados miembros de la Asamblea General, mi función es servir como una suerte de "promotora y defensora del multilateralismo". Creo profundamente en los valores y principios universales consagrados en la Carta de la ONU. Estoy convencida de que no hay otra forma de abordar los desafíos mundiales que la cooperación internacional y un orden mundial basado en el derechos internacional. Sin embargo, de vez en cuando escuchamos críticas al sistema multilateral y esto es preocupante, porque definitivamente necesitamos un liderazgo global, una responsabilidad compartida y una acción colectiva para abordar con urgencia los problemas de hoy como el terrorismo, el cambio climático, la trata y tráfico de personas, las pandemias, solo por citar algunos ejemplos. Los desafíos globales están más conectados, pero nuestras respuestas siguen siendo fragmentadas. El multilateralismo es más necesario que nunca. Debilitarlo o ponerlo en cuestión solo genera inestabilidad y desconcierto, desconfianza y polarización. Ya es hora de trabajar juntos por el bien de la humanidad y por el bienestar de todos los pueblos, sin ninguna excepción.
— Oriente Medio: ¿cuál debería ser la actuación de la ONU ante el incumplimiento de sus resoluciones sobre el conflicto palestino-israelí?
El mundo es testigo de la desesperación y el sufrimiento que continúa como resultado del estancado proceso para abordar la cuestión palestina. Cualquier paso para encontrar una solución justa, inclusiva y pacífica al conflicto palestino-israelí debe ser bienvenida. Sin embargo, también es importante reconocer que la ONU, a través de innumerables resoluciones, tiene una posición clara de que la solución de dos estados es la única forma aceptable, con palestinos e israelíes viviendo juntos en paz, basado en las fronteras pre-1967. Por esta razón, la salida debe ser resuelto mediante negociaciones en línea con las resoluciones relevantes de las Naciones Unidas. Está muy claro que el desarrollo integral y sostenible en Palestina solo puede ser lograda si hay una paz sostenible y seguridad. En el Medio Oriente, también estoy profundamente preocupada por la situación que se ha desarrollado en el Estrecho de Ormuz y exhorto a todas las partes a utilizar la máxima moderación. Pido a todas las partes relevantes que eviten, a toda costa, cualquier confrontación y que ejerzan la máxima moderación en la región del Golfo.
— Los estados no reconocidos (Chipre del Norte, Sahara Occidental, Kosovo, etc.) y la ONU. ¿Qué es prioritario, la realidad o la ley internacional, refrendada por las resoluciones de la ONU? Y la ONU y la descolonización inacabada: Malvinas, Sahara Occidental, etc. ¿Qué opina al respecto?
El derecho internacional debe ser la guía de nuestras acciones. Para ello luchamos por un orden internacional justo y predecible. La ONU tiene el mandato y el compromiso de garantizar la plena independencia de todos los países y pueblos coloniales y este compromiso, un objetivo claro de la Carta de la ONU, debe ser reconocido y alcanzado. No hacerlo va en contra de los ideales a los que aspiramos: arriesgar conflictos, poner en peligro la paz y la seguridad y obstaculizar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, particularmente para aquellos que se quedarían atrás, incluidos los grupos vulnerables y marginados.
— Los procesos de migración y la ONU. ¿Cómo ve los recientes avances y qué nuevas medidas es necesario tomar?
Hay que recordar que los beneficios de la migración superan claramente sus desafíos. Todos los migrantes buscan mejores y mayores oportunidades, abriendo las puertas de nuevos mundos, enriqueciendo la diversidad cultural y contribuyendo al desarrollo. Así es como los migrantes contribuyen a avanzar en los objetivos específicos de la Agenda 2030, como reducir la pobreza, erradicar el hambre y promover la salud. Para hacer implementar el Pacto Mundial sobre Migración debemos lograr una mejor comunicación sobre la migración. Para hacerlo, debemos promover un debate bien informado, desde una perspectiva integral, inclusiva y equilibrada. Debemos trabajar para desterrar los prejuicios que, desafortunadamente, se han asociado con la migración. Este debe ser un esfuerzo compartido entre los gobiernos, los medios de comunicación, la organización es sociales, los parlamentos y los gobiernos locales para erradicar la xenofobia, los prejuicios y las expresiones negativas y discriminatorias sobre los migrantes. El Pacto Mundial sobre Migración de la ONU, favorece la cooperación entre los Estados como la mejor herramienta para enfrentar la migración. Hace dos semanas aprobamos en la Asamblea General las modalidades del Foro Internacional de Revisión de la Migración, encargado del seguimiento del Pacto. La participación activa de los Estados miembros en este proceso es vital para tener un seguimiento efectivo y un mecanismo de aprendizaje en la implementación del Pacto, que facilita y promueve el intercambio de buenas prácticas. Debemos asimismo apoyar la implementación del Pacto Mundial sobre los Refugiados para mejorar nuestra capacidad de proteger y garantizar derechos fundamentales a los refugiados, apoyando a los países y comunidades que los albergan y poniendo en práctica una responsabilidad compartida.
— La ONU y cambio climático. En su opinión, ¿cuál es el futuro del Acuerdo de París? Tras la retirada de EEUU, ¿cuáles son sus actores más importantes?
La crisis climática es probablemente el argumento más claro que tenemos a favor de la acción multilateral. No hay otra manera de enfrentar esta crisis. Y cuando digo "multilateral" en este contexto, por supuesto necesitamos abordar la crisis climática apoyando el Acuerdo de Paris. La clave de nuestro éxito será la ambición de trabajar juntos, los Estados y las sociedades, pues todos los actores son importantes. Debemos alentar la economía verde, las energías renovables, sistemas de transporte y procesos de producción en inversión bajos en carbono. Hay asimismo una profunda interdependencia entre el Acuerdo de París y la Agenda 2030. Sin acción climática, no tendremos un desarrollo sostenible. La Agenda 2030 y el Acuerdo de París son pactos de transformación que se refuerzan mutuamente. Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible permitirá alcanzar los objetivos climáticos e incluso contribuiría a limitar el calentamiento global a 1.5° C. Esto evitaría, tal como lo advirtió la comunidad científica, los impactos catastróficos en la economía, el medio ambiente y los medios de vida de millones de personas.
— ¿Cómo ve el papel de Rusia en las Naciones Unidas y como colabora con sus representantes?
Rusia jugó un papel importante en la creación de las Naciones Unidas en 1945. Rusia ha estado allí desde el principio y hoy día continúa desempeñando un papel de vital importancia. El mundo de hoy ha enfrentado enormes desafíos. La desigualdad se profundizó. El cambio climático avanzó. La crisis de refugiados se intensificó. Muchas personas, sectores y regiones sienten que se están quedando atrás. Justo cuando necesitamos el multilateralismo más que nunca, la cooperación global está siendo puesta en cuestión. No queremos repetir errores del pasado, cuando, por ejemplo, la erosión del diálogo, de los canales diplomáticos y el entendimiento han conducido a profundizar muchos de los conflictos existentes. Por ello quisiera agradecer a Rusia por su apoyo a las Naciones Unidas. Rusia es uno de los principales contribuyentes a los presupuestos de la Organización, y un actor clave para el fortalecimiento del sistema multilateral y el derechos internacional. He mantenido un dialogo frecuente y constructivo y una coordinación constante con las autoridades de la Federación Rusa. El objetivo final de este trabajo es que el trabajo de la ONU se fortalezca en el marco de los ideales y los principios que la crearon: La Paz, la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos.

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