Presidenta de la Asamblea de la ONU debate temas clave de la agenda mundial con Sputnik
La
presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa,
dio una entrevista exclusiva a Sputnik en la que se centró en el estado
actual de la organización, la situación en Venezuela, el cambio
climático y la posición de Rusia en la organización.
— ¿Qué
opina de las propuestas de reformar la ONU? ¿Qué más Estados quisiera
ver entonces en el Consejo de Seguridad? ¿Cómo debería estar
representada América Latina y el Caribe?
Creo que optimizar el trabajo de la ONU es una necesidad. Debemos ver la reforma
como un proceso integral, debemos mejorar la eficiencia de todo el
aparato de la ONU, nuestro ejecutivo, es el Secretariado que está ahora
en un proceso profundo de renovación en sus estructuras administrativas,
en la arquitectura de desarrollo y Paz y seguridad. Estamos además
avanzando un proceso que se denomina la revitalización de la Asamblea General,
que es como un Parlamento de la Humanidad y también en un camino hacia
la reforma del Consejo de Seguridad bajo mandato de la Asamblea General.
Necesitamos una Organización que se centre en las personas,
especialmente los países más vulnerables, en las víctimas de los conflictos, la violencia o cualquier forma de discriminación. Necesitamos un multilateralismo inclusivo
que se vincule más con la sociedad y sus necesidades, una ONU
revitalizada que sea menos burocrática, más orientada a la acción y
centrada en resultados.
©
REUTERS / Carlo Allegri
La
Carta de la ONU confiere al Consejo de Seguridad la responsabilidad
principal del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
Como tal, la capacidad del Consejo para cumplir efectivamente con esta
responsabilidad está vinculada a la credibilidad de la ONU en su
conjunto. Cuando el Consejo falla, la gente pierde la fe en el multilateralismo.
Cuando el Consejo tiene éxito, es una victoria para la ONU y para el
sistema multilateral y el derechos internacional. La reforma del Consejo
de Seguridad es uno de los procesos más complejos que maneja la
Asamblea General. Las negociaciones intergubernamentales comenzaron hace
más de una década y este es un proceso guiado por los Estados miembros,
son ellos que deben llegar a una decisión. Mi rol como presidenta es
facilitar el proceso. Soy consciente de las sensibilidades involucradas y
de las diferencias que persisten. Sin embargo, creo firmemente en el
poder del diálogo y en la capacidad diplomática de los Estados miembros
para lograr avances en la reforma.
— ¿Cuál es su posición sobre la crisis de Venezuela? ¿Qué
opina sobre las injerencias externas que llegan incluso a amenazas
directas de intervención militar? Venezuela expresó su disposición de
aceptar la ayuda humanitaria bajo la égida de la ONU y la Cruz Roja.
¿Qué opina al respecto? ¿Cree que podría ser útil un debate sobre la
situación en Venezuela en el próximo período de sesiones de la Asamblea
General?
Deseo
reiterar mi punto de vista que la comunidad internacional debe
contribuir para construir una atmósfera pacífica en Venezuela, para
evitar una escalada de tensiones y violencia, en línea con el
Constitución venezolana y el derecho internacional, de una manera
consistente con los principios de los derechos humanos, el estado de
derecho y la Carta de la ONU. La ayuda humanitaria que sea necesaria
debe llegar a las personas por medio de los canales oficiales, con el
apoyo de la ONU y de la Cruz Roja. La situación en Venezuela fue tratada
en el Consejo de Seguridad, sin embargo, no ha llegado a la Asamblea
General. Me alegra también que ambas partes, gobierno y oposición,
permanecen comprometidas con las conversaciones en Barbados bajo la mediación de Noruega. Llamo a todas las partes interesadas para encontrar soluciones políticas
a la situación y centrar sus esfuerzos en la necesidad urgente de paz y
estabilidad en el país para asegurar el bienestar de todos venezolanos.
— ¿Cuál es su posición sobre el bloqueo estadounidense a Cuba?
Desde hace 26 años, la Asamblea General ha llamado la atención sobre el impacto del bloqueo
económico, comercial y financiero contra Cuba y la necesidad de ponerle
fin. A pesar de ello, desafortunadamente el bloqueo aún continúa
vigente contra ese país y contra el pueblo cubano. En momentos en que
todos los Estados deben acelerar sus esfuerzos para alcanzar los
Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la
consideración de este tema sigue siendo relevante. Preocupa sobre todo
el impacto humanitario negativo de esas medidas sobre la población local.
— Orden internacional. ¿Cómo imponerlo y garantizarlo cuando hasta EEUU lo viola?
©
REUTERS / Ralph Orlowski
Como representante de los 193 Estados miembros de la Asamblea General, mi función es servir como una suerte de "promotora y defensora del multilateralismo".
Creo profundamente en los valores y principios universales consagrados
en la Carta de la ONU. Estoy convencida de que no hay otra forma de
abordar los desafíos mundiales que la cooperación internacional
y un orden mundial basado en el derechos internacional. Sin embargo, de
vez en cuando escuchamos críticas al sistema multilateral y esto es
preocupante, porque definitivamente necesitamos un liderazgo global, una
responsabilidad compartida y una acción colectiva para abordar con
urgencia los problemas de hoy como el terrorismo, el cambio climático, la trata y tráfico de personas, las pandemias, solo por citar algunos ejemplos. Los desafíos globales están más conectados,
pero nuestras respuestas siguen siendo fragmentadas. El
multilateralismo es más necesario que nunca. Debilitarlo o ponerlo en
cuestión solo genera inestabilidad y desconcierto, desconfianza y
polarización. Ya es hora de trabajar juntos por el bien de la humanidad y
por el bienestar de todos los pueblos, sin ninguna excepción.
— Oriente Medio: ¿cuál debería ser la actuación de la ONU
ante el incumplimiento de sus resoluciones sobre el conflicto
palestino-israelí?
El
mundo es testigo de la desesperación y el sufrimiento que continúa como
resultado del estancado proceso para abordar la cuestión palestina.
Cualquier paso para encontrar una solución justa, inclusiva y pacífica
al conflicto palestino-israelí debe ser bienvenida. Sin embargo, también
es importante reconocer que la ONU, a través de innumerables
resoluciones, tiene una posición clara de que la solución de dos estados
es la única forma aceptable, con palestinos e israelíes viviendo juntos en paz, basado en las fronteras pre-1967.
Por esta razón, la salida debe ser resuelto mediante negociaciones en
línea con las resoluciones relevantes de las Naciones Unidas. Está muy
claro que el desarrollo integral y sostenible en Palestina solo puede
ser lograda si hay una paz sostenible y seguridad. En el Medio Oriente,
también estoy profundamente preocupada por la situación que se ha
desarrollado en el Estrecho de Ormuz
y exhorto a todas las partes a utilizar la máxima moderación. Pido a
todas las partes relevantes que eviten, a toda costa, cualquier
confrontación y que ejerzan la máxima moderación en la región del Golfo.
— Los estados no reconocidos (Chipre del Norte, Sahara Occidental, Kosovo,
etc.) y la ONU. ¿Qué es prioritario, la realidad o la ley
internacional, refrendada por las resoluciones de la ONU? Y la ONU y la
descolonización inacabada: Malvinas, Sahara Occidental, etc. ¿Qué opina
al respecto?
El
derecho internacional debe ser la guía de nuestras acciones. Para ello
luchamos por un orden internacional justo y predecible. La ONU tiene el
mandato y el compromiso de garantizar la plena independencia de todos los países
y pueblos coloniales y este compromiso, un objetivo claro de la Carta
de la ONU, debe ser reconocido y alcanzado. No hacerlo va en contra de
los ideales a los que aspiramos: arriesgar conflictos, poner en peligro
la paz y la seguridad y obstaculizar la implementación de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible, particularmente para aquellos que se quedarían
atrás, incluidos los grupos vulnerables y marginados.
— Los procesos de migración y la ONU. ¿Cómo ve los recientes avances y qué nuevas medidas es necesario tomar?
Hay que recordar que los beneficios de la migración superan claramente sus desafíos.
Todos los migrantes buscan mejores y mayores oportunidades, abriendo
las puertas de nuevos mundos, enriqueciendo la diversidad cultural y
contribuyendo al desarrollo. Así es como los migrantes contribuyen a
avanzar en los objetivos específicos de la Agenda 2030, como reducir la
pobreza, erradicar el hambre y promover la salud. Para hacer implementar
el Pacto Mundial sobre Migración
debemos lograr una mejor comunicación sobre la migración. Para hacerlo,
debemos promover un debate bien informado, desde una perspectiva
integral, inclusiva y equilibrada. Debemos trabajar para desterrar los
prejuicios que, desafortunadamente, se han asociado con la migración.
Este debe ser un esfuerzo compartido entre los gobiernos, los medios de
comunicación, la organización es sociales, los parlamentos y los
gobiernos locales para erradicar la xenofobia, los prejuicios y las
expresiones negativas y discriminatorias sobre los migrantes. El Pacto
Mundial sobre Migración de la ONU, favorece la cooperación entre los
Estados como la mejor herramienta para enfrentar la migración. Hace dos
semanas aprobamos en la Asamblea General las modalidades del Foro
Internacional de Revisión de la Migración, encargado del seguimiento del
Pacto. La participación activa de los Estados miembros en este proceso
es vital para tener un seguimiento efectivo y un mecanismo de
aprendizaje en la implementación del Pacto, que facilita y promueve el
intercambio de buenas prácticas. Debemos asimismo apoyar la
implementación del Pacto Mundial sobre los Refugiados para mejorar
nuestra capacidad de proteger y garantizar derechos fundamentales a los refugiados, apoyando a los países y comunidades que los albergan y poniendo en práctica una responsabilidad compartida.
— La ONU y cambio climático. En su opinión, ¿cuál es el
futuro del Acuerdo de París? Tras la retirada de EEUU, ¿cuáles son sus
actores más importantes?
©
AP Photo / Isabel Mateos
La crisis climática es probablemente el argumento más claro
que tenemos a favor de la acción multilateral. No hay otra manera de
enfrentar esta crisis. Y cuando digo "multilateral" en este contexto,
por supuesto necesitamos abordar la crisis climática apoyando el Acuerdo
de Paris. La clave de nuestro éxito será la ambición de trabajar juntos, los Estados y las sociedades, pues todos los actores son importantes. Debemos alentar la economía verde,
las energías renovables, sistemas de transporte y procesos de
producción en inversión bajos en carbono. Hay asimismo una profunda
interdependencia entre el Acuerdo de París y la Agenda 2030. Sin acción
climática, no tendremos un desarrollo sostenible. La Agenda 2030 y el
Acuerdo de París son pactos de transformación que se refuerzan
mutuamente. Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible permitirá
alcanzar los objetivos climáticos e incluso contribuiría a limitar el calentamiento global
a 1.5° C. Esto evitaría, tal como lo advirtió la comunidad científica,
los impactos catastróficos en la economía, el medio ambiente y los
medios de vida de millones de personas.
— ¿Cómo ve el papel de Rusia en las Naciones Unidas y como colabora con sus representantes?
Rusia
jugó un papel importante en la creación de las Naciones Unidas en 1945.
Rusia ha estado allí desde el principio y hoy día continúa desempeñando
un papel de vital importancia. El mundo de hoy ha enfrentado enormes
desafíos. La desigualdad se profundizó. El cambio climático avanzó. La
crisis de refugiados se intensificó. Muchas personas, sectores y
regiones sienten que se están quedando atrás. Justo cuando necesitamos
el multilateralismo más que nunca, la cooperación global está siendo
puesta en cuestión. No queremos repetir errores del pasado, cuando, por
ejemplo, la erosión del diálogo, de los canales diplomáticos y el
entendimiento han conducido a profundizar muchos de los conflictos
existentes. Por ello quisiera agradecer a Rusia por su apoyo a las Naciones Unidas. Rusia es uno de los principales contribuyentes a los presupuestos de la Organización, y un actor clave para el fortalecimiento del sistema multilateral
y el derechos internacional. He mantenido un dialogo frecuente y
constructivo y una coordinación constante con las autoridades de la
Federación Rusa. El objetivo final de este trabajo es que el trabajo de
la ONU se fortalezca en el marco de los ideales y los principios que la
crearon: La Paz, la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario