viernes, 28 de julio de 2017

México SA
Pemex: sin embargo se mueve
Mejoría en balance financiero
México: diplomacia bananera
Carlos Fernández-Vega

Contra viento y marea Petróleos Mexicanos se niega a morir, y a pesar de que durante décadas el gobierno federal le ha exprimido hasta el último centavo –amén del saqueo y la corrupción–, lo endeudó hasta la coronilla y le canceló cualquier posibilidad de fortalecerse y modernizarse (de verdad), la otrora paraestatal sin embargo se mueve.

Si bien el más reciente reporte de la ahora empresa productiva del Estado no es la octava maravilla –porque a quienes remplazaron al inefable Emilio Lozoya se la entregaron financiera y productivamente en estado comatoso–, los indicadores de Pemex mejoran trimestre a trimestre, aunque falta mucho para que los signos vitales del paciente puedan considerarse de buen nivel.

Allá por febrero de 2016 y ante el obvio deterioro productivo, financiero y ético de Pemex, el inquilino de Los Pinos removió –pero no desprotegió– a uno de sus grandes cuates, el manos de ácido Emilio Lozoya Austin, y sin más le aventó la papa caliente a José Antonio González Anaya, quien desempeñó un destacado papel en su encargo previo (el rescate financiero del Instituto Mexicano del Seguro Social).

Pemex resumió así su balance financiero y productivo de la primera mitad de 2017: Resultado neto positivo por 121 mil millones de pesos (contra una pérdida superior a 145 mil millones en igual periodo de 2016), algo que no se observaba desde hace 14 años, cuando la empresa inició sus reportes de información financiera a la Bolsa Mexicana de Valores; rendimiento neto positivo en tres trimestres consecutivos, por primera vez desde 2006; se mantuvo la tendencia favorable del resultado neto, con una mejoría de 139.3 por ciento.

En materia operativa, Petróleos Mexicanos detalla que la producción de petróleo crudo sigue estable, promediando en los primeros seis meses del año alrededor de 2 millones 13 mil barriles diarios, manteniendo así la meta de producción establecida para el presente año. El aprovechamiento de gas continúa incrementando al ubicarse en 95.9 por ciento; el proceso de crudo se mantiene estable, ubicándose en 905 mil barriles diarios; el reconocimiento de costos logísticos en los precios de combustibles, la recuperación de los precios del crudo, la apreciación del peso frente al dólar y la liberalización paulatina de precios de venta de gasolinas y diésel, son factores exógenos que impactaron positivamente los resultados financieros.

La empresa explica que en el primer semestre de 2017 sus ingresos totales por ventas y servicios sumaron 671 mil millones de pesos, 39.6 por ciento más que en igual periodo de 2016. De ellos, casi 235 mil millones fueron por exportaciones.

Por su parte, el rendimiento de la empresa antes de derechos, impuestos y otros se aproximó a 326 mil millones de pesos, contra una pérdida superior a 12 mil millones un año atrás. Pero llegó la Secretaría de Hacienda y se quedó con alrededor de 205 mil millones. Y ayer, el precio del barril mexicano de exportación se fijó en 45.98 dólares, 6 por ciento más que en el inicio de semana.

Ni en tono suave se puede cantar victoria por el saneamiento de las finanzas de la ex paraestatal, pero la mejora toma curso desde que el protegido Lozoya Austin dejó la oficina principal en la torre de Marina Nacional. Falta mucho, pero la empresa productiva del Estado todavía respira.

Por cierto, un par de día atrás Pemex informó que colocó deuda por 5 mil millones de dólares, con lo que cubrirá sus necesidades de financiamiento para 2017 y 2018; así consolida su posición financiera de liquidez. La empresa tiene entre sus objetivos mejorar el perfil de deuda, en la actualidad alrededor de 80 por ciento de la misma se encuentra a tasa fija, con vida media de ocho años, lo que permitió reducir la incertidumbre y el riesgo de financiamiento. Esta operación es parte de la estrategia, consistente en diversificar fuentes de financiamiento y de mercados, e incluye mercados financieros nacionales e internacionales, líneas de crédito bancarias y crédito con agencias mundiales de exportación e importación, entre otras, y amplió su presencia en diferentes mercados y monedas.

Por otro lado, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, presume que a diferencia del gobierno de Donald Trump los negociadores peñanietistas no harán públicos sus objetivos en la materia. Dice el siempre atinado funcionario que no esperen que exprese públicamente mi estrategia (se supone que es la del gobierno de EPN), porque no se comparte.

Si lo dice él, entonces debe ser falso, aunque de hecho tres de los integrantes del gabinetazo –supuestamente por instrucciones del inquilino de Los Pinos– ya dejaron en claro cómo es que negocian la modernización del tratado comercial: el titular de la Secretaría de Energía ya dijo que en esa materia EPN y sus muchachos ya abrieron las piernas… perdón las puertas de par en par con la intención de que el salvaje de la Casa Blanca se sienta cómodo.

Y ayer los dos compadres –Luis Videgaray y José Antonio Meade– dieron una muestra de la diplomacia bananera del gobierno peñanietista, al anunciar sanciones que nadie sabe en qué consisten, pero que van de la mano de las promovidas por el cavernícola Trump. Emitieron un comunicado conjunto digno de la Universidad Cantinflas, que a la letra, señala:

“Con respecto a las sanciones anunciadas por el gobierno de Estados Unidos a diversos funcionarios y ex funcionarios del gobierno de Venezuela por menoscabar la democracia y los derechos humanos en dicho país, así como por participación en actos de violencia, represión y corrupción, el gobierno de México, por conducto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, informa que procederá en consecuencia, de conformidad con las leyes y convenios aplicables en la materia (¿las gringas o las mexicanas?).

México expresa una vez más su preocupación por la grave crisis por la que atraviesa Venezuela, y reitera su llamado al gobierno del presidente Nicolás Maduro a restablecer plenamente el régimen democrático y el estado de derecho de manera pacífica. México refrenda que el gobierno de Venezuela tiene la oportunidad histórica de abrir un nuevo camino de reconciliación y paz reconsiderando la convocatoria a la Asamblea Constituyente y creando las condiciones para iniciar un proceso genuino de negociación política entre todos los venezolanos.

Las rebanadas del pastel

Si el quid es el menoscabo de la democracia y los derechos humanos, y/o la participación gubernamental en actos de violencia, represión y corrupción, entonces ¿quién sanciona al de Peña Nieto?

Twitter: @cafevega

cfvmexico_sa@hotmail.com

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