Descendiente del Libertador Simón Bolívar: "Ahora Venezuela se enfrenta a otro imperio"
Publicado: 24 jul 2019 14:14 GMT | Última actualización: 24 jul 2019 20:39 GMT
Desde su modesta vivienda, en Caracas, el
sobrino quinto nieto del 'Hombre de América', nacido hace 236 años,
habla sobre el honor y el compromiso de mantener vivo su legado.
En
un extenso afiche extendido en la mesa de su casa, en Caracas, Omar
Marcano Domínguez recorre con la yema de su dedo la intrincada línea de
sucesión que lo une a Simón Bolívar, el Libertador de cinco naciones
americanas. Es su sobrino quinto nieto.
De
entrada es directo: "Todos somos descendientes de Bolívar", que nació en
la capital venezolana, el 24 de julio de 1783, en el seno de una
familia mantuana o de la aristocracia criolla.
Omar vive en el
centro de Caracas, en la esquina El Muerto, cuya bicentenaria
denominación se habría originado porque un soldado, al que se creía
fallecido en batalla, se levantó de una camilla cuando iban a llevar su
'cadáver' al cementerio. Así pareciera haber resurgido en los últimos
veinte años el nombre de Libertador venezolano en su propio país,
tras décadas de haberlo condenado a la frialdad de las estatuas.
Mientras
sube las escaleras del pequeño y antiguo edificio donde vive,
conversa animadamente sobre los documentos, artículos de prensa y
fotografías de sus familiares, lejanos en el tiempo pero presentes en su
cotidianidad. A unos 500 metros, está el Museo Cuadra de Bolívar, una
casa de campo donde llegó a vivir María Josefina Silva Bolívar, bisnieta
del Libertador.
Manojo de papeles
En la sala de su
casa, frente a una ventana por donde se cuelan ráfagas de luz, saca de
varias carpetas sus recuerdos, tan celosamente atesorados. De entre las
páginas surgen documentos de propiedades familiares, recortes de prensa,
fotos y libros.
Bajo su
custodia de documentos, cuyo número total desconoce, se encuentra un
par invaluable: dos cartas del Libertador. Mientras enseña las hojas
amarillentas de trozos de vida familiar recuerda que también sus
parientes se han aprovechado de los objetos que pertenecieron al creador
de la República de Bolívar (actual Bolivia).
"En mi familia hubo profanadores de la historia del Libertador.
En mi casa había un baúl de madera con sus chaquetas, espuelas, una
espada partida, la 'Cruz del Perú'", que un familiar vendió a una
organización privada.
Las joyas bolivarianas
Cuenta
que las llamadas "joyas del Libertador", que iban ser subastadas en
1988 por la 'Casa Christie's', fueron adquiridas por tres millones de
dólares y repatriadas a Venezuela, tras una intensa batalla legal para
su devolución que encabezó y cuyo registro quedó en la prensa de la
época. Las 16 piezas, entre las que se encuentran la 'espada del Perú',
la condecoración 'Sol de Perú' y la 'Llave de la ciudad del Cuzco',
reposan en el Banco Central de Venezuela.
Ante su interés por recuperarlas, algunos dijeron que ansiaba
tenerlas bajo su poder, a lo que respondió que las quería para su país
"porque ese es patrimonio nuestro". "No quiero un centavo, no me dé un dólar, no quiero nada", dijo en aquella oportunidad.
Treinta años después, ratifica su desinterés económico al hablar del significado de ser descendiente del Libertador.
"Una vez un militar me dijo: '¿Acaso es un privilegio ser familia del Libertador? Le respondí: 'No es un privilegio, es un honor'.
Creen que uno va a pedir algo, solo quiero que mis nietas tengan
troquelado en los genes que tienen que amar nuestra patria como amó el
Libertador".
Venezuela bolivariana
En la Constitución de
1999, quedó establecido en el primer artículo: "Venezuela se declara
República Bolivariana, irrevocablemente libre e independiente y
fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad,
justicia y paz internacional, en la doctrina de Simón Bolívar, el
Libertador".
Este
cambio de nombre generó tal rechazo entre la dirigencia de la oposición
venezolana, que el primer decreto del autoproclamado presidente
interino Pedro Carmona Estanga durante el golpe de Estado de 2002, en
contra del entonces presidente Chávez, fue para retornar al nombre de
República de Venezuela.
"Hay gente que le duele el 'República
Bolivariana'", manifiesta. Ese rechazo también se ha hecho
extensivo hacia quienes apoyan la Revolución bolivariana y que de manera
peyorativa son llamados "bolivarianos".
Bolívar ya sufrió del
rechazo en vida. En 1830 fue expulsado de Colombia e impedido de entrar a
su país, poco antes de su muerte. "Lo arrastraron, se va de Venezuela
humillado, lo desprestigiaron y desaparecieron su obra", agrega.
El 17 de diciembre de 1830, en
la quinta San Pedro Alejandrino, en Santa Marta (Colombia), murió a los
47 años, en total precariedad y con un puñado de personas a su lado. A
la hora de amortajar su cuerpo, se dieron cuenta de que solo contaba con
una camisa rota, que fue cambiada por una de José Laurencio Silva, general en jefe del ejército en la Guerra de Independencia de Venezuela y abuelo de la bisabuela de Omar.
Marcar época
Omar
afirma que su país, durante su independencia, impulsó la emancipación
de otras naciones que estaban bajo el dominio español y que actualmente
le corresponde una labor similar. "Ahora Venezuela se enfrenta a otro imperio. Es el punto neurálgico para los imperios del mundo. Está marcando la época otra vez".
Al reflexionar sobre las presiones y amenazas de acciones militares por parte de Washington para que Nicolás Maduro abandone
la presidencia, afirma que tanto el pensamiento del fallecido
presidente bolivariano Hugo Chávez como el del Libertador "están
repercutiendo en todo el mundo".
"No les conviene tocarnos a nivel estratégico y militar",
expresa y se pregunta por las acciones de EE.UU. y un grupo de países
latinoamericanos, reunidos en el 'Grupo de Lima', que consideran
a Venezuela como una "amenaza" para la estabilidad en el región. "¿Por
qué somos tan peligrosos si no somos una potencia militar?", se
pregunta.
"Venezuela se ha convertido en el punto de partida de
los nuevos tiempos. Ser bolivariano es batallar siempre para avanzar y
para progresar", concluye.
El Bolívar de las estatuas
Por
años, el llamado "Bolívar de las estatuas y monumentos" fue promovido
por la historiografía tradicional, explica Juan Antonio Calzadilla en un
artículo de la revista Memorias. Ese culto lo ubicó en una "vitrina" inaccesible para la gran mayoría de los venezolanos, que fueron desvinculados de su pensamiento anticolonialista y latinoamericanista.
"Para la Venezuela
revolucionaria del siglo XXI Bolívar no es una efigie grandilocuente;
Bolívar es un proceso, una concatenación de conceptos", afirma
Calzadilla en el escrito.
"La oligarquía nos engañó con la
propaganda y la transculturización, transformaron todo para dominarnos",
apunta Omar y agrega una frase escrita por Bolívar en el Discurso de
Angostura: "Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y
por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición".
Sobre
la manera de acercarse más a la obra del caraqueño, nacido hoy hace 236
años, considera imprescindible el conocimiento sobre quién era y sobre
lo que hizo. Cree que debe insistirse en su enseñanza en las escuelas y
en actividades que abarquen a toda la región "para alborotar el avispero".
"Después de esa época que vivió nuestro Libertador, ahora es el momento preciso para resaltarlo, no podemos hacerlo a un lado".
Nathali Gómez
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