domingo, 28 de enero de 2018

Investigación del sociólogo italiano fue premiada a nivel internacional
Desaparición de estudiantes de Ayotzinapa generó trauma cultural colectivo: Gravante
Foto
Padres de familia apoyados por alumnos de la Normal de Ayotzinapa protestaron en Iguala, donde exigieron la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre de 2014
Foto Sergio Ocampo
Fernando Camacho Servín
Periódico La Jornada
Domingo 28 de enero de 2018
 
La desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa representó para buena parte de la sociedad mexicana un trauma cultural colectivo en el cual muchas personas tomaron consciencia, de manea abrupta, de la condición de vulnerabilidad de los normalistas, pero también sobre la propia, lo cual ayudó a generar redes de empatía y solidaridad.
El sociólogo italiano Tommaso Gravante, investigador del Laboratorio de Análisis de Organizaciones y Movimientos Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, informó lo anterior y puntualizó que la influencia de este fenómeno no termina y que podría generar cambios importantes en el país en los años venideros.
Gravante fue uno de los cinco ganadores de la séptima competencia mundial para jóvenes sociólogos, organizada por The International Sociological Association, con la investigación Desaparición forzada y trauma cultural en México. La construcción de una nueva narrativa social a partir del Movimiento de Ayotzinapa.
En entrevista, el académico explicó que el eje de su investigación fue la pregunta: ¿qué es lo que llevó a miles de personas comunes y corrientes, sin experiencia política previa, a movilizarse en solidaridad con los padres de los 43, pese a la campaña de estigmatización en su contra?
Tras decenas de entrevistas con manifestantes –sobre todo jóvenes–, Gravante descubrió la existencia de un sentimiento de miedo colectivo por lo ocurrido a los normalistas, pero también por la sensación de que cualquier persona está expuesta a sufrir una atrocidad similar.
La desaparición de los 43 ha representado un trauma cultural para la sociedad mexicana. Es un punto de ruptura, porque los estudiantes de Ciudad de México y sus padres sienten miedo de que les pase lo mismo, y sobre este miedo han construido una empatía y una solidaridad que ha permitido romper la estigmatización de clase en contra de los normalistas, puntualizó.
La sensación de estar bajo ataque ayudó a humanizar a las víctimas y crear un concepto de nosotros –integrado por los padres de las víctimas, los estudiantes y en general la idea de pueblo–, frente al de ellos, en el cual se encuentran el Estado, los grupos de poder económico y los gobernantes.
Lo que vivieron los jóvenes que entrevisté los ha marcado de por vida, y no sabemos cómo se trasforme después. Nada se pierde, nada se olvida y si alguien dice que en el movimiento de solidaridad con los 43 van menos al Zócalo, no hay que contar la fuerza de un movimiento o una idea en función de los números, sino de los sueños que mueve, subrayó Gravante.

No hay comentarios: