viernes, 7 de noviembre de 2014

“La gran fábrica de independentistas de Cataluña se llama Mariano Rajoy"

 

Josep Rull, coordinador general de Convergencia Democrática de Cataluña
15:21 07/11/2014
Entrevista con Josep Rull
Josep Rull, coordinador general de Convergencia Democrática de Cataluña y diputado en el Parlamento autonómico, explica en una entrevista a Nóvosti que Cataluña vivirá este domingo un “acto de normalidad democrática” en donde miles de personas opinaran sobre el futuro de su región.
Después de este largo proceso que el Tribunal Constitucional español ha suspendido, ¿qué ocurrirá el próximo domingo?
Nuestra voluntad es poner las urnas al amparo de tres principios constitucionales: el de la libertad de expresión, el de la libertad ideológica y el del derecho de participación ciudadana. No nos planteamos poner las urnas como un acto de desobediencia, sino como un acto de normalidad democrática.
¿Cuánta participación sería suficiente para dar validez al proceso?
Hoy no nos planteamos un límite ni por arriba ni por abajo. Estamos convencidos de que los ciudadanos van a utilizar este instrumento de expresión política, de dignidad democrática y lo van a utilizar a fondo, tanto los que estamos por la independencia como los que están en contra. Las urnas han de servir para todos.
¿Qué escenarios se pueden dar el próximo 9 de noviembre ante la prohibición?
Nos gustaría un único escenario: el de la normalidad democrática, es decir, que se abran los colegios electorales y que la gente participe normalmente. Esto es lo que tendría que pasar en un país normal. El presidente español, Mariano Rajoy, insiste en que el 9N sea el día de la vergüenza democrática en España. Y los catalanes queremos que el 9N sea el día de la dignidad democrática en Cataluña. Este es el dilema. Se va a imponer por un sentido de lógica y de racionalidad el planteamiento que hacemos desde Cataluña.
¿Cuáles son los siguientes pasos tras esta consulta?
El mandato democrático desafortunadamente no pueden ser las urnas del día 9, porque el Estado español lo está dificultando muchísimo. Por eso necesitamos un nuevo mandato, el de unas elecciones plebiscitarias, aunque no renunciamos a que el Gobierno español permita convocar un referéndum normal, como el de Escocia o el de Quebec, un referéndum acordado por las dos partes. No renunciamos a esta negociación. Pero como lo vemos complicado, tendremos que abrir el camino hacia esas elecciones con unos programas electorales muy claros que las transformen en referéndum.
La sociedad catalana está muy dividida ante la independencia…
Alrededor del 50% de los catalanes está por la independencia, otro 30% está en contra y hay un margen del 20% que quieren que Cataluña sea un Estado, pero les gustaría que fuera dentro de España. Esta es la clave. Estos últimos eran antes la mayoría, pero han visto que ante la actitud cerrada sistemática del Estado español que renuncia a ser el Estado de los catalanes saben que la única opción que tenemos es la independencia. La gran fábrica de independentistas de Cataluña se llama Gobierno de España, se llama Mariano Rajoy.
¿Convergencia descarta ampliar competencias o impulsar un estado federal?
Como partido hemos hecho una apuesta clara por la independencia. Si el Estado español ofrece algo interesante a Cataluña, son los catalanes los que deben decidir si quieren un cambio de estatuto o la independencia. Nosotros explicaremos que dados los antecedentes históricos y la nula capacidad de cumplir los compromisos del Estado español, lo mejor para Cataluña, para España, y para el conjunto de Europa es que tengamos un estado propio.
¿No es muy complicada la doble pregunta que deben contestar los catalanes este domingo?
La primera intención del ministro principal de Escocia fue plantear una pregunta triple: quedarse tal cual (no), más autogobierno escocés (si/no) o la independencia (si/si).
¿Cómo valora la respuesta de España ante el desafío catalán?
El Estado español no ha dado señales de vida. Es más una voluntad y un deseo por nuestra parte, pero los partidos mayoritarios españoles no han puesto nada sobre la mesa. El PSOE plantea una reforma de la Constitución pero no dice en qué forma y en qué términos y el Partido Popular mantiene una actitud muy dura, muy contundente. PP y PSOE se niegan a dar voz al pueblo catalán, se niegan a escuchar la opinión de los catalanes. Nos parece inaudito. Simplemente queremos que se conozca la opinión de los catalanes. No tiene efectos vinculantes. Frente a esto que parece lógico y sensato, nos dicen que no: “ustedes no son nadie para opinar”, “no vamos a tener en cuenta de ningún modo lo que opinen los catalanes”. Y esto genera una sensación de agravio muy considerable. Hay mucha gente en Cataluña que inicialmente no estaba por la independencia, pero que no quieren que nos vuelvan a humillar como país.
¿Prevén incidentes el domingo?
No, nosotros siempre planteamos un único escenario. Si hay violencia por parte del Estado español, que no me pasa por la cabeza, sería su derrota más clara. Estamos en el siglo XXI, y no creo que a nadie le pase por la cabeza utilizar la violencia. Nosotros, como movimiento pacífico y democrático, solo tenemos el instrumento de la palabra y el instrumento de las urnas, que son los instrumentos del soberanismo catalán.
Por Pilar Casanova

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