Alan Gross, culpable de lo que Cuba lo acusa: experto en nexos Washington-La
Habana
Revelan en EU más planes para desestabilizar al gobierno
cubano
El gobierno estadunidense tiene entre cinco y siete
programas de transiciónpara la isla
Implicada en los proyectos, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional
Alan Gross y su esposa Judy, quienes demandaron legalmente a
la Usaid y el DAI el año pasadoFoto Embajada de Cuba e
Internet
El hombre fue encarcelado en Cuba en 2009, por intentar
trasladar de manera clandestina equipo de comunicación, entre éste teléfonos
celulares, computadoras y sistemas de información satelitalesFoto Embajada de Cuba e Internet
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 20 de enero de 2013, p. 20
Domingo 20 de enero de 2013, p. 20
Nueva York, 19 de enero. El programa de
democraciapara Cuba promovido por el gobierno estadunidense es una
actividad operacionalque requiere
discreción continuaen el marco de varios
planes de transiciónque Washington contempla en su esfuerzo contra el régimen del presidente Raúl Castro, según documentos oficiales estadunidenses divulgados hoy por el National Security Archive.
Los escritos oficiales dados a conocer hoy fueron presentados ante un
tribunal como parte de un caso legal promovido por Alan Gross, el contratista
encarcelado en Cuba en 2009 por intentar trasladar de manera clandestina equipo
de comunicaciones a Cuba. Gross y su esposa Judy interpusieron una demanda el
año pasado contra la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
(Usaid) y el Development Alternatives Inc (DAI), este último su empleador cuando
fue arrestado en la isla y uno de los principales contratistas de la Usaid,
acusándolos de que fallaron en prepararlo, capacitarlo y supervisarlo de manera
adecuada ante los peligros de las actividades a que fue enviado a la isla.
Los textos fueron presentados ante el tribunal por el DAI la semana pasada.
Uno, marcado como
confidencial, revela que en una reunión entre el DAI y la Usaid, en agosto de 2008, funcionarios del Programa para la Democracia en Cuba y Planeación de Contingencias relatan a la empresa contratista que la
Usaid no está informando a los cubanos cómo o por qué necesitan una transición democrática, sino que la agencia desea otorgar la tecnología y los medios para comunicar la chispa que podría beneficiar a la población, y que el programa tenía la intención de “establecer una base desde donde los cubanos podrían ‘desarrollar visiones alternativas del futuro’”.
En el mismo documento se señala que
el gobierno de Estados Unidos tiene entre cinco y siete diferentes planes de transiciónpara Cuba, y que el programa no contempla redactar otro. Agrega que ello
no es un proyecto analítico, sino una actividad operacional.
Según otro documento, la convocatoria de la Usaid para propuestas de
contratistas para el programa en Cuba, fechado en 2008, sostiene que el
objetivo principal del gobierno de Estados Unidos es acelerar la transición pacífica (en Cuba) a una sociedad democrática y orientada al mercado, al otorgar asistencia humanitaria adicional y apoyo a la sociedad civil. Desarrollar y, si así lo permiten las condiciones legales y otras circunstancias, activar planes para lanzar una plataforma programática de respuesta rápida que atienda los intereses de la Usaid para tener y coordinar una presencia de programación en la isla.
Los documentos divulgados hoy por el National Security Archive, organización
independiente de investigación dedicada a transparentar las actividades de
política exterior del gobierno, también incluyen comunicaciones de la Usaid con
el DAI sobre el programa y las propuestas de Gross para trasladar computadoras,
teléfonos celulares y sistemas de comunicación satelital a la isla.
En los escritos figura el testimonio de un ejecutivo del DAI ante el tribunal
en torno a la demanda civil de los Gross, en el cual afirma que funcionarios de
la Usaid
enfatizaronque el programa sobre Cuba tenía
riesgos, particularmente
en términos de construir la red requerida de promotores de democracia y derechos humanos en Cuba. (Los documentos se pueden revisar en el sitio del National Security Archive: www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB411/).
Peter Kornbluh, analista del National Security Archive encargado del programa
sobre Cuba, entre otros, comentó que durante una reunión que sostuvo con Gross
en noviembre de 2012, en Cuba, el estadunidense le insistió en que
mis metas no son las mismas que las del programa que me envió, e instó al gobierno de Barack Obama a negociar y resolver su caso con las autoridades cubanas, entre otros asuntos bilaterales.
Kornbluh consideró que la decisión del DAI de presentar esos documentos ante
el tribunal tiene un tinte chantajista contra el gobierno estadunidense. En su
solicitud ante el tribunal para que descarte el caso, la empresa afirma que
está profundamente preocupada porque el desarrollo del historial, en este caso a lo largo del litigio, pudiera crear riesgos significativos a los intereses de seguridad nacional, políticas exterior y de derechos humanos del gobierno de Estados Unidos. O sea, según Kornbluh, se trata de un aviso al gobierno de que si no intensifica sus esfuerzos para liberar a Gross el caso legal podría revelar aún más detalles de los programas de intervención estadunidense en la isla.
Para el abogado José Pertierra, experto en asuntos jurídicos y políticos en
la relación Cuba-Estados Unidos y cercano al asunto legal de Los cinco
(cubanos encarcelados en Estados Unidos que realizaban actividades
antiterroristas para La Habana en Florida),
estos documentos confirman que todo ese asunto es parte de un plan para desestabilizar Cuba clandestinamentey, a la vez, comprueban que
Gross es culpable de lo que está acusado.
En entrevista con La Jornada, Pertierra comentó que ello es sólo el
inicio de una serie de documentos que van a salir a la luz pública demostrando
que
esto no se trata simplemente de otorgar equipo a la pequeñísima comunidad judía en Cuba, sino de establecer una red alternativa de disidentes operada en torno a los intereses de Estados Unidos. El abogado subrayó que “eso es ilegal en Cuba y en todos los países del mundo –ningún gobierno soberano acepta que un poder extranjero se involucre en actividades internas, cuyo propósito es promover un cambio de régimen”.
Pertierra concluyó que “ojalá, por razones humanitarias, liberen a Gross.
Igual, por razones humanitarias, Estados Unidos libere a Los cinco.
Claro que los dos casos no son iguales. Tal como se argumenta aquí, tienen
razón. El programa de Gross tenía la intención de desestabilizar Cuba; Los
cinco no tenían el objetivo de desestabilizar Estados Unidos, sino estaban
trabajando para evitar actos de terrorismo contra Cuba lanzados desde y
protegidos por Estados Unidos”.
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