Publicado 11 septiembre 2017
Salvador Allende, presidente de Chile entre 1970 y 1973, es uno de los principales referentes para los pueblos de América Latina.
Ocho frases del presidente chileno Salvador Allende
El pueblo de Chile, a 44 años de la partida física de Allende, recuerda su legado y lo honra por su labor. Conoce alguna de sus más históricas frases.
Salvador Allende fue uno de los mejores estudiantes de Medicina en la Universidad de Chile.
“El
pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse
arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse”.
Durante su campaña presidencial de 1958, viajó en un tren a vapor por el país, llamado "El tren de la Victoria".
“Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo”.
En 1970, y tras tres intentos, es electo presidente de Chile, en representación de la coalición de partidos y organizaciones de izquierda conocida como la "Unidad Popular".
“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”.
"A mi buen amigo Salvador Allende" tenía grabado el fusil que Fidel Castro le regaló en 1971.
“La historia es nuestra y la hacen los pueblos”.
Durante su gobierno, se nacionalizó el cobre, el salitre, el carbón, y se estatizó la banca.
"Sigan
ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán
las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una
sociedad mejor”.
Su amigo y compañero, el poeta Pablo Neruda, premio Nobel de Literatura 1971, fue un referente cultural y político de la época.
“Estas
son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no
será en vano, por lo menos será una lección moral que castigará la
felonía, la cobardía y la traición".
Nunca antes los espacios culturales y de participación ciudadana habían proliferado con tanta fuerza como en el Gobierno de la Unidad Popular.
"Tengo
la certeza de que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de
miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente”.
El 11 de septiembre de 1973, Augusto Pinochet lidera un golpe de Estado en su contra. Murió combatiendo con el fusil que años atrás le había regalado su amigo Fidel Castro.
“Algún
día América tendrá una voz de continente, una voz de pueblo unido. Una
voz que será respetada y oída; porque será la voz de pueblos dueños de
su propio destino”.
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