En la final regresó el festejo del 'Perro Meón'
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El gol de Duvier Riascos fue el que mató a Toluca. Si las aspiraciones de una remontada histórica todavía se sentían en los aires fríos del Nemesio Diez después del primer tanto de Xolos anotado por Richard Ruiz al minuto 24, el gol del colombiano al 26, que dicho sea de paso ha impuesto moda con su excéntrico corte de pelo, enterró a los Diablos Rojos que desplegaron uno de los peores partidos que se les haya visto durante el torneo.
La técnica de Riascos para empujar la pelota al fondo de las redes fue exquisita, un gesto que sólo los grandes pueden hacer, no tanto por el quiebre para quitarse de encima al arquero aún con la respiración del defensa en la oreja, sino por la tranquilidad que una jugada de esta manufactura demanda.
Y la historia pudo haber quedado allí hasta que Eduvier decidió sacar de su amplio repertorio de festejos uno que ya conocía en el futbol mexicano: ese que polemizó Cuauhtémoc Blanco y que terminó por llamarse el "Perro Meón".
No le fue suficiente con quitarse la playera, tampoco con beber algunas gotas de líquido proveniente de las gradas escarlatas. Tuvo que llegar al tiro de esquina para simular que descargaba líquido en el banderín de tiro de esquina (ver la última parte del video).
Muy probablemente, este acto le cueste una sanción económica, pero seguramente él pensará que anotar el gol del triunfo y ser campeón, lo valen todo.
El gol de Duvier Riascos fue el que mató a Toluca. Si las aspiraciones de una remontada histórica todavía se sentían en los aires fríos del Nemesio Diez después del primer tanto de Xolos anotado por Richard Ruiz al minuto 24, el gol del colombiano al 26, que dicho sea de paso ha impuesto moda con su excéntrico corte de pelo, enterró a los Diablos Rojos que desplegaron uno de los peores partidos que se les haya visto durante el torneo.
La técnica de Riascos para empujar la pelota al fondo de las redes fue exquisita, un gesto que sólo los grandes pueden hacer, no tanto por el quiebre para quitarse de encima al arquero aún con la respiración del defensa en la oreja, sino por la tranquilidad que una jugada de esta manufactura demanda.
Y la historia pudo haber quedado allí hasta que Eduvier decidió sacar de su amplio repertorio de festejos uno que ya conocía en el futbol mexicano: ese que polemizó Cuauhtémoc Blanco y que terminó por llamarse el "Perro Meón".
No le fue suficiente con quitarse la playera, tampoco con beber algunas gotas de líquido proveniente de las gradas escarlatas. Tuvo que llegar al tiro de esquina para simular que descargaba líquido en el banderín de tiro de esquina (ver la última parte del video).
Muy probablemente, este acto le cueste una sanción económica, pero seguramente él pensará que anotar el gol del triunfo y ser campeón, lo valen todo.
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