lunes, 11 de septiembre de 2017

El mercenario israelí que tiene las claves del paramilitarismo en Colombia


  • 14 noviembre 2012



Image caption Desde Israel Klein testifica en el juicio a un jefe paramilitar. (Foto de archivo)
Yair Klein se metió de cabeza en la historia de Colombia durante la segunda mitad de la década de los 80, cuando coordinó los primeros entrenamientos de los escuadrones paramilitares que terminarían escribiendo uno de los capítulos más sangrientos de la historia reciente del país.
Pero es sólo ahora, y luego de haber pasado por cárceles de Sierra Leona, Rusia e Israel, que el exmilitar y mercenario israelí de 70 años ha empezado a compartir su versión de la historia con la justicia colombiana.
Y buena parte de Colombia está pendiente de lo que tiene que decir.
Klein está participando como testigo en la audiencia en contra del exjefe paramilitar Ramón Isaza, uno de los principales líderes de las ya desaparecidas Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.
Y el martes afirmó que para su trabajo con los paramilitares había contado con el apoyo directo del ejército y otras instituciones estatales colombianas, además de haber recibido financiamiento de alguien que luego llegaría a convertirse en presidente del país.
"No digo el nombre porque ustedes saben perfectamente quién es", dijo Klein en hebreo, hablando vía teleconferencia desde Israel.
"Fue uno de los hacendados de la zona, que pagó como todos los hacendados para que yo pudiera hacer en ese momento los entrenamientos", afirmó.

Especulación

Aunque no dio nombres, los detalles ofrecidos por Klein fueron suficientes como para desatar un intenso debate y todo tipo de especulaciones en Colombia.
Y ante las murmuraciones en las redes sociales, el expresidente Álvaro Uribe -quien en el pasado ha negado hasta la saciedad cualquier vínculo con el paramilitarismo- rápidamente salió a desmentir cualquier vinculación.
"Como todo bandido, cobarde a distancia y sinuoso", dijo Uribe de Klein vía Twitter luego de conocerse las declaraciones del mercenario israelí.

"La primera vez que me interesé en el bandido Klein fue en la Presidencia para pedir que fuera extraditado a Colombia", recordó además el exmandatario, quien en una entrevista con la emisora local La W calificó de "infamias" la velada acusación.
"Díganle a ese bandido que presente pruebas sobre las acusaciones que me hace", insistió.
Así las cosas, la pregunta que ahora muchos se hacen en Colombia es si Klein llegará a identificar con nombres y apellidos a sus supuestos financiadores.
Si lo hace como parte del proceso, aunque no presente evidencias, la revelación podría obligar a la justicia colombiana a iniciar una investigación.
Pero Klein, quien tampoco ha ofrecido pruebas que respalden la denuncia, podría también dejar la revelación para el libro en el que dijo estar trabajando.
Y es que, su vida, definitivamente da para una novela. O dos.

Narcotraficantes también

Nacido en 1942, Klein llegó a ser teniente coronel del ejército israelí y luego fundó su propia compañía de seguridad.
Y además de los ya mencionados paramilitares, la lista de sus clientes polémicos incluye milicianos libaneses, guerrilleros africanos y narcotraficantes colombianos.
De hecho, según varias versiones, Klein llegó por primera vez a Colombia a mediados de la década de los 80 de la mano del Cartel de Medellín.

Paramilitares de las AUC (Foto de archivo)

Image caption Lo que queda por ver es si la colaboración de Klein servirá para "desenredar el nudo gordiano del paramilitarismo", según dice el exfiscal Gómez Méndez. (Foto de archivo)
"Fue él quien le enseñó al Cartel de Medellín a accionar bombas a control remoto", le dijo en 2008 a BBC Mundo Pablo Elías González, un antiguo jefe de investigaciones especiales de la Procuraduría General de Colombia.
Y luego de darle entrenamiento militar a las "milicias" de los narcotraficantes, Klein habría pasado a trabajar con hombres armados reclutados por varios hacendados locales para defenderse de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, los que, a la postre, se convertirían en los primeros combatientes de las AUC.
El mercenario israelí, sin embargo, en el pasado ha ofrecido versiones diferentes y contradictorias.
En una entrevista concedida al diario israelí Maariv, reproducida por el diario El Colombiano en junio de 2000, el exmilitar dijo que había viajado a Colombia por invitación de representantes del gobierno de Estados Unidos.
"Estuve en Colombia por invitación de los americanos y punto. Todo lo que los Estados Unidos no pueden hacer, porque le es prohibido (...), lo hace (...) por medio de otros", dijo en esa oportunidad.
Más tarde, en una entrevista concedida a Caracol Televisión, afirmó haber viajado a Colombia por invitación de la misma Policía Nacional.
Y, a través de su cuenta de Twitter, el expresidente Uribe se ha encargado de destacar otra entrevista, concedida en 2003, en la que Klein decía no conocerlo.

Extradición fallida

Lo que no se puede discutir, en cualquier caso, es que la presencia de Klein en Colombia fue hecha pública por primera vez a finales de los años 80 por el periodista Ignacio Gómez, del diario El Espectador.

Paramilitares colombianos

Image caption Los grupos paramilitares colombianos llegaron a tener miles de miembros y fueron responsables de numerosas violaciones de derechos humanos. (Foto de archivo)
Y las investigaciones judiciales iniciadas por las autoridades colombianas eventualmente obligarían al mercenario israelí a abandonar el país.
Así las cosas, Colombia sólo volvió a escuchar de Klein a finales de 1999, cuando se supo que había sido arrestado en Sierra Leona por contrabando de armas en favor de los guerrilleros del Frente Unido Revolucionario.
Y, en 2001, la justicia colombiana condenó a Klein, en ausencia, a diez años y ocho meses de prisión por "instrucción, entrenamiento en tácticas, técnicas y procedimientos militares terroristas, agravado por haberse cometido con mercenarios, y concierto para delinquir".
Una orden de captura internacional emitida por la Interpol a solicitud de Colombia permitiría posteriormente su arresto, en Moscú, en agosto de 2007.
Pero la extradición de Klein a Colombia fue bloqueada por el tribunal Europeo de Derechos Humanos, por considerar que Colombia no podía garantizar su seguridad, por lo que las autoridades rusas enviaron a Klein a Israel, desde donde, más de diez años después, ha empezado a colaborar con la justicia colombiana.
Y lo que queda por ver, ahora, es si esa colaboración servirá para "desenredar el nudo gordiano del paramilitarismo en el país", como le dijo a BBC Mundo en 2008 Alfonso Gómez Méndez, el exfiscal general de Colombia que pidió la extradición de Klein a inicios de la década.

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