Desaparecerán la vaquita y la totoaba por ineptitud oficial
Iván Restrepo
El 6 de junio de 1993
se publicó el decreto del presidente Carlos Salinas de Gortari que
declaró área natural protegida con el carácter de reserva de la
biosfera, la región del Alto Golfo de California y Delta del Río
Colorado. Se ubica en aguas del Golfo de California y los municipios de
Mexicali, Baja California, y de Puerto Peñasco y San Luis Río Colorado,
Sonora.
En dicho decreto se señala que la planeación y ejecución de las tareas gubernamentales deben realizarse bajo la premisa básica de que los recursos naturales conforman una reserva fundamental para la soberanía nacional y el desarrollo integral del país.
De esta forma, el gobierno federal atendió la petición de la comunidad científica nacional y mundial y de muchas organizaciones ambientalistas sobre la necesidad de proteger dicha región, pues en ella se localizan tipos de vegetación de gran valor: dunas costeras y desiertos áridos arenosos, matorral inerme halófitas y oasis con flora característica en los pozos de Bahía Adair. Además habitan especies marinas y terrestres raras, endémicas y en peligro de extinción, como la vaquita marina, la totoaba, el palmoteador de yuma y el perrito del desierto de Sonora.
En el decreto se especifica la necesidad de establecer dicha área natural y así garantizar los ambientes naturales de la región y los ecosistemas más frágiles; asegurar el equilibrio y la continuidad de sus procesos evolutivos ecológicos; aprovechar racionalmente sus recursos naturales; preservar la diversidad genética de las especies silvestres y acuáticas de flora y fauna, particularmente las endémicas, amenazadas y en peligro de extinción; propiciar el desarrollo socioeconómico regional; fomentar la investigación y la educación ambiental e histórico-cultural y las actividades recreativas y turísticas. Mejores intenciones, imposible.
Dicha reserva tiene cerca de un millón de hectáreas y su conservación, administración, desarrollo y vigilancia hoy está a cargo de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales con la participación de otras dependencias de la Administración Pública Federal y los gobiernos de los estados y municipios involucrados.
Uno de los compromisos oficiales es brindar asesoría a la
población local para el aprovechamiento racional y sostenible de los
recursos naturales de la región. Y algo fundamental: se declaró veda
total e indefinida de caza y captura de la totoaba, delfín común,
ballenas esperma, azul y jorobada, palmoteador de Yuma, iguana y zorra.
Han pasado cuatro sexenios desde la creación de la reserva y la
vaquita está a punto de desaparecer. Recursos millonarios y programas
especiales para salvarla han fracasado, algunos gracias a la corrupción e
ineptitud de los funcionarios y cooperativas pesqueras. La totoaba
sigue el mismo camino, pues los consumidores chinos creen que su buche
es medicinal y pagan por él miles de dólares. Para salvar ambas
especies, ahora ofrecen ayuda el ingeniero Carlos Sim y el actor
Leonardio Di Caprio.
Por su parte, Meng Xianlin, responsable chino de la importación de especies protegidas, asegura que su país ya estableció
acciones para inspeccionar y detectar productos de totoaba. En tanto, México publicó normas de emergencia para marcar las totoabas criadas en cautiverio para fomentar su comercio regulado y combatir su pesca y tráfico ilegales. Y, al fin, prohibió totalmente el uso de redes de enmalle para su captura, por ser una de las mayores amenazas para la vaquita.
Pero a fines de agosto pasado, el titular de la Procuraduría Federal
de Protección al Ambiente, Guillermo Haro Bélchez, dijo que existe la
posibilidad de retirar la clasificación de la totoaba como especie en
peligro de extinción y comenzar su comercialización si logra confirmarse
su abundancia en el Alto Golfo de California. Y en el colmo, se habla
de reproducir a la vaquita en cautiverio. No se requiere ser experto en
la materia para saber que la supervivencia de ambas especies se resuelve
cumpliendo el decreto por el cual hace casi un cuarto de siglo se creó
tan importante reserva de la biósfera. Y resolviendo sus problemas más
urgentes, en muy buena parte culpa de las instancias oficiales
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