Catalanes celebran la Diada, llenos de ilusiones independentistas
Miles
de personas han llegado a Barcelona desde diferentes partes de la
comunidad autónoma de Cataluña para sumarse a la Diada, su fiesta
nacional.
Contrario al año pasado, que la Diada se celebró de
forma descentralizada, este año, los catalanes se han congregado en el
centro de Barcelona para marcar la última movilización masiva antes de
la celebración del referéndum independentista del 1 de octubre, un acto en claro desafío al Gobierno central.
La marea amarilla —el color habitual para las movilizaciones de la
Diada— invade este lunes las calles de Barcelona y avanza en procesión
hacia los puntos de salida de la marcha. Los manifestantes, unas 450.000 personas,
llenan el Passeig de Gràcia y la calle Aragó, y en su confluencia está
el epicentro de esta enorme manifestación, portando una pancarta
gigantesca en la que se lee el “referéndum es democracia”.
El acto empezó con un minuto de silencio para las víctimas del doble
ataque terrorista —que sacudió el pasado 17 de agosto Barcelona y
Cambrils— en el que solo se oía el viento y un helicóptero. El ambiente
es reivindicativo, pero, sobretodo festivo.
Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau ha arrancado el
mitin de los comunes en el emblemático parque de Can Zam de Santa
Coloma, enviando un mensaje independentista al presidente del Gobierno
de España, Mariano Rajoy.
“No aceptaremos lecciones de nadie, y menos de convergentes que hasta
hace dos días no sabían qué era la desobediencia civil”, ha indicado
Colau, para luego advertir a Rajoy que hará todo lo que esté a su
alcance para que “aquellos que quieran puedan votar el 1-O”.
Al recordar los desahucios y las reivindicaciones sociales en los
últimos años, la política española ha señalado que los “señoritos
convergentes” eran los que, junto al gobernante Partido Popular (PP),
firmaban leyes para “reprimir” a los catalanes.
“Valentía es ser coherentes y defender la pluralidad de Cataluña a
pesar de que te llamen equidistante”, ha reivindicado para defenderse de
las críticas de los últimos días.
Asimismo, Colau ha acusado a Rajoy de “inmovilismo” y ha observado que él tiene la culpa por el “momento histórico, complejo y difícil” que vive Cataluña.
El Gobierno central, en manos del conservador PP, ha rechazado con rotundidad la consulta sobre
una hipotética independencia de la región respecto del resto de España
que, según anunció el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont,
a principios de junio, se efectuará el 1 de octubre.
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