martes, 28 de febrero de 2017

  • Simpatizantes de los Hermanos Musulmanes se manifiestan a favor del derrocado presidente egipcio Mohamad Mursi en Egipto.

    Simpatizantes de los Hermanos Musulmanes se manifiestan a favor del derrocado presidente egipcio Mohamad Mursi en Egipto.

Autoridades egipcias detienen a 9 líderes de los Hermanos Musulmanes ‎acusándolos ‎de pertenecer a una organización terrorista y planear derrocar al ‎Gobierno.‎
“Entre los detenidos está Abdel-Rahman el-Morsi, líder de los Hermanos Musulmanes (HHMM) y miembro de la oficina de consultoría del grupo proscrito”, informó el martes la Fiscalía Suprema de la Seguridad de Egipto en un comunicado, en el que precisa que los detenidos están actualmente bajo investigación.
Los HHMM, con Mohamad Mursi a la cabeza, ganaron las elecciones de 2012. Mursi, tras un año en la Presidencia, fue derrocado por el Ejército en un golpe de Estado orquestado por el actual presidente Abdel Fatah al-Sisi.
Desde entonces, el Gobierno egipcio ha adoptado extensas y expeditivas medidas contra los HHMM y sus opositores, dejando en el camino cientos de muertos y las cárceles llenas. El presidente Abdel Fatah al-Sisi ha promulgado leyes que permiten señalar como terroristas a una amplia categoría de disidentes y procesar a quienes propagan información no oficial.

El arrestado El-Morsi trató de posibilitar una reconciliación entre el Gobierno y los HHMM, organización que Egipto incluyó en la lista de grupos terroristas. Desde entonces, muchos miembros de la Hermandad viven en el exilio en el mejor de los casos, pues otros están en la cárcel, entre ellos el propio exmandatario Mursi, y algunos esperan el momento de su ejecución.
Las detenciones de hoy martes se producen un día después de que el canciller egipcio, Sameh Hasan Shoukry, comenzara su visita a EE.UU. con el fin de fortalecer las relaciones con la nueva Administración del presidente Donald Trump.
Por otra parte, una corte de El Cairo sentenció el mismo martes a prisión a cuatro personas acusadas de incitar a la violencia contra el Estado. Uno de los acusados, Abdel-Rahman al-Qaradawi, fue condenado a cinco años en prisión por difundir “noticias falsas, dañar los intereses del país y alterar la paz y seguridad”.
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