Moscú presenta hipótesis sobre la procedencia del proyectil que derribó el Boeing
Los restos del avión malasio accidentado en el este de Ucrania
© RIA Novosti. Mikhail Voskresensky
15:21 18/07/2014
Moscú/Kiev, 18 jul (Nóvosti).
El Ministerio de Defensa de Rusia detectó el funcionamiento de un radar ucraniano el día de la catástrofe del Boeing malasio y determinó las localidades de donde pudo ser derribado, comunicó hoy el servicio de prensa del ente.
Según el departamento militar ruso, la ruta de la aeronave siniestrada y el lugar de su caída están al alcance de cinco baterías de sistemas antiaéreos ucranianos, entre ellas, tres de largo alcance, y dos –de sistemas Buk-M1– de alcance medio.
“Los equipos de vigilancia rusos monitorearon el 17 de julio el funcionamiento del radar Kúpol de una batería Buk-M1 emplazada en las inmediaciones de la localidad de Stila (a 30 kilómetros al sur de Donetsk)”, dice el comunicado.
La nota precisa que las capacidades técnicas del Buk-M1 permiten realizar el intercambio de datos sobre los objetivos aéreos entre diversas baterías que integran el grupo. “Por lo tanto, el lanzamiento de los misiles pudo haber sido efectuado de cualquiera de las baterías emplazadas en la localidad de Avdéevka (a 8 kilómetros al norte de Donetsk) o Gruzsko-Zoriánskoe (a 25 kilómetros al este de Donetsk)”, señaló el ministerio ruso.
Mientras, militares ucranianos anunciaron haber inventariado sus sistemas antiaéreos después de la catástrofe y afirmaron que ninguno había realizado lanzamientos de misiles.
“Las fuerzas de la operación antiterrorista (en el este de Ucrania) no llevaron a cabo ningún lanzamiento contra objetivos aéreos. El inventario de los sistemas antiaéreos en el territorio de Ucrania y de los misiles antiaéreos guiados mostró que no hubo lanzamientos. Tampoco la aviación ucraniana realizó operaciones en la zona de la catástrofe”, dijo el portavoz del Servicio de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko.
El Boeing 777 de Malaysia Airlines, que cubría la ruta de Ámsterdam a Kuala Lumpur y sobrevolaba el territorio ucraniano a unos 10.000 metros de altura con 283 pasajeros –entre ellos 85 menores– y 15 tripulantes a bordo, cayó la tarde del 17 de julio en la provincia de Donetsk, en una zona controlada por las milicias que luchan contra el Gobierno ucraniano.
En la catástrofe no hubo supervivientes.
A bordo del avión viajaban nacionales de al menos 10 países, en particular de Holanda, Malasia, Australia, Indonesia, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Filipinas, Canadá y Nueva Zelanda.
Kiev acusó a las milicias del Este de haber derribado la aeronave. Donetsk negó que tuviese equipos capaces de alcanzar un objetivo aéreo a tal altura.
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