Melba: en el retablo de los héroes del Moncada
Escrito por Lucía Montes De Oca Fusté/periódico Sierra Maestra
Las cenizas de la Heroína de la Revolución Cubana, Melba Hernández Rodríguez del Rey, descansan, desde la mañana de hoy, en el Cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba. Con Melba suman 40 los moncadistas.
Fotos:Jorge Luis Guibert
En homenaje póstumo a la eterna combatiente, fueron depositados sus restos, como fuera su deseo, junto a los de otros 39 combatientes del Moncada, en el Mausoleo de los Mártires de la Revolución, de manos de su sobrino, Manuel Enrique Montané.
Conducida por jóvenes integrantes de la Unidad de Ceremonias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, la caja cineraria estuvo escoltada por sus condecoraciones y los títulos honoríficos de Heroína de la República de Cuba y del Trabajo.
Junto a la bandera del 26 de Julio, la enseña nacional cubana coronada con un lazo negro, ondeaba orgullosa, en homenaje a quien no tuvo reparo en entregar absolutamente todo a la causa revolucionaria.
Como parte del tributo a Melba, ofrendas florales a nombre de sus familiares, del pueblo de Cuba, de Fidel y Raúl Castro, engalanaban el recinto que atesoran sus cenizas.
El Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros estuvo a cargo de las palabras en tributo a la heroína.
"Para nuestro pueblo fue ejemplo de sencillez, austeridad y modestia. Cubana de pura cepa, tenía un fino sentido del humor y una sonrisa siempre en los labios. Fue alguien sumamente asequible, a quien se podía acudir ante cualquier dificultad", expresó.
"En una entrevista ella dijo, lo único que he hecho, es lo que en cada momento me correspondió, cumplir con mi deber como lo hubiera hecho cualquier otro, por eso Melba, tu muerte no es verdad, porque cumpliste bien tu obra de la vida.
"(...) Ejemplo de mujer revolucionaria cubana, reposen eternamente tus cenizas junto a los restos gloriosos de nuestros hermanos. Tu nombre y tu recuerdo, como los de Mariana, Haydée, Celia y Vilma, vivirán para siempre", concluyó.
Melba Hernández nació el 28 de julio de 1921, en el municipio de Cruces, de la central provincia de Villa Clara. Al hojear las páginas de la historia son incontables sus aportes desde el año 1952, cuando integró las filas del movimiento revolucionario.
Por su participación en el asalto al Moncada, fue detenida y sancionada a cumplir prisión, aun así, en México, participó en los preparativos de la expedición del Granma y a su regreso a Cuba, se incorporó al Tercer Frente del Ejército Rebelde.
Reconocido fue su aporte y el de su compañera de lucha, para recopilar y luego divulgar, el documento que se inscribió en la eternidad con el nombre de "La historia me absolverá".
También fue fundadora del Partido Comunista de Cuba y miembro de su Comité Central desde el Tercer Congreso, así como diputada a la Asamblea Nacional hasta su deceso.
Desempeñó importantes responsabilidades y entre ellas Presidenta del Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur primero, y después de Vietnam, Cambodia y Laos; miembro del Presidium del Consejo Mundial de la Paz; fue Secretaria General de la Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAAL); embajadora de Cuba en la República Socialista de Vietnam y en Kampuchea, y directora del Centro de Estudios sobre Asia y Oceanía
Falleció en La Habana en la noche del domingo 9 de marzo de este año, y, atendiendo a su voluntad, su cadáver fue cremado y sus cenizas custodiadas transitoriamente en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias hasta ser trasladada a Santiago de Cuba, el día de hoy.
En el acto de homenaje estuvieron presente además, Esteban Lazo Hernández, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Ministro del Interior y General de Cuerpo de Ejército, Abelardo Colomé Ibarra, las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia, familiares de Melba, una representación del pueblo santiaguero y otros invitados.
Desde ahora, Melba custodia nuestro Campo Santo junto a su amiga Haydée y otros héroes cubanos, para desde su lecho, "velar" por la Patria, por su legado y por la continuidad de una obra en la que su contribución, fue invaluable.
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