Bajo la lupa
De los BRICS a
BRICSA (con Argentina): fortalezas y vulnerabilidades
Alfredo Jalife-Rahme
El primer ministro indio, Narendra Modi, frente a una imagen del ex premier Atal Behari Vajpayee, el miércoles pasado en Nueva DelhiFoto Reuters
D
esde el punto de vista geoestratégico, se consolida la tripolaridad de Estados Unidos (EU)/Rusia/China en el mundo post-Crimea, lo cual se pudiera extender, desde el punto de vista de los bloques geoeconómicos vigentes, a una bipolaridad transmetarregional entre el G-7 alicaído y los ascendentes BRICS (http://www.jornada.unam.mx/2012/04/08/politica/010o1polyhttp://www.jornada.unam.mx/2014/04/16/opinion/016o1pol).
Desde 2006 (en forma oficiosa) y/o 2009 (en forma oficial) los BRICS convergen más en sus objetivos, pese a las múltiples variables divergentes en su seno, con varios candidatos que desean integrarse, como Irán y Argentina. Si en su inicio los BRICS parecían un bloque geoeconómico, ocho años despues (en forma oficiosa) y/o cinco años después (en forma oficial) han adoptado vibrantemente una agenda geopolítica donde llevan la batuta sus dos superpotencias geoestratégicas: Rusia y China.
Son notorias las fortalezas de los BRICS en el ámbito nuclear (con la supremacía global rusa y la posesión de bombas atómicas por China e India), así como en el rubro de reservas de divisas, de acuerdo con el ranking de la CIA de los primeros 20 lugares, donde los BRICS –excepto Sudáfrica–, aventajan al G-7, con excepción de Japón (segunda reserva mundial): China primer lugar, Rusia sexto, Brasil octavo e India undécimo (https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2188rank.html?countryname=Mexico&countrycode=mx®ionCode=noa&rank=18#mx).
Desde el punto de vista geoeconómico, los BRICS, sin Sudáfrica, desplazan gradualmente al G-7 entrampado en su enorme deuda.
Según las proyecciones del Banco Mundial, en términos del PIB –medido por el poder de paridad de compra–, China desalojará del primer lugar a EU a finales de este año cuando India ya sustituyó a Japón del tercero, Rusia ocupa el séptimo sitio, y Brasil dislocó el año pasado a Gran Bretaña del octavo (https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2001rank.html?countryname=Mexico&countrycode=mx®ionCode=noa&rank=11#mx).
Paradójicamente los BRICS no han podido traducir aún su enorme poderío geoeconómico (16 millones de millones de dólares) ni su posesión titánica de reservas de divisas (4 millones de millones de dólares) en el nuevo esquema multipolar.
Existen tres rubros en que los BRICS exhiben vulnerabilidades: 1) el enigma de India; 2) la Internet unipolar y sus servidores oligopólicos, al unísono de los multimedia plutocráticos de
Occidente, y 3) las geofinanzas, en manos israelí-anglosajonas.
El tsunami electoral del partido ultranacionalista hindú Bharatiya Janata del primer ministro Narendra Modi representa una incógnita dentro de los BRICS, cuando tanto EU como Japón intentan atraer a India para crear un eje con Australia y la anglósfera con el fin de contener a China. ¿Fortalecerá India su participación con los BRICS o sucumbirá a los cantos de sirenas de la Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) y su colorario militar anglosajón?
El mundo post-Snowden, que expuso la vigilancia orwelliana de todos los países del mundo y sus mandatarios espiados por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de EU, desnudó la inmensa vulnerabilidad de los BRICS que deberán liberarse de la esclavitud de Internet y sus servidores en manos de EU e Israel (Google, Twitter, Facebook, Yahoo, Linkedin, etcétera).
Con la Internet y los multimedia –que operan en los mercados bursátiles en forma instantánea mediante el High-Frecuency Trade–, las geofinanzas representan una de las principales vulnerabilidades de los BRICS, aún muy dependientes del caduco orden mundial de Bretton Woods y sus distópicos organismos (FMI, BM, OMC, etcétera).
En el Índice de Desarrollo Financiero, del Foro Económico Mundial de Davos, los BRICS, con la excepción muy discutible de Hong Kong (que pertenece a China bajo la modalidad de
un país, dos sistemas), ocupan lugares patéticos que no corresponden a su poderío en los otros rubros (nuclear, geoeconómico, mercantil y reservas de divisas).
Hong Kong ostenta el primer lugar, seguido por el binomio anglosajón de EU (segundo) y Gran Bretaña (tercero), mientras los BRICS exhiben lugares relegados: Brasil (32), Rusia (39), India (40), China (23) y Sudáfrica (28) (http://www.weforum.org/reports/financial-development-report-2012).
Destaca la grave vulnerabilidad de los BRICS en las geofinanzas, todavía dominadas por el binomio EU/Gran Bretaña, en particular, y el G-7, en general.
El predominio del dólar estadunidense es apabullante: 87 por ciento de las transacciones comerciales en 2013 (http://www.foreignpolicy.com/articles/2014/07/07/france_latest_country_seeking_alternative_to_almighty_dollar), seguido por el euro, pese a sus avatares, y lejanamente por el yen nipón y la libra esterlina.
Las divisas de los BRICS son muy vulnerables, salvo el yuan/renminbi chino que empieza a fortalecerse mediante arreglos swaps en las plazas de Hong Kong, Shanghái, Francfort y la City, con el fin de internacionalizarse.
Falta mucho, quizá 10 años – a fortiori, debido al gradualismo consustancial a la mentalidad china–, para que el yuan/renminbi sea competitivo con el dólar, ya no se diga con el euro.
La híbrida incipiente multipolaridad geoeconómica y geopolítica, pese al poderío geoestratégico de Rusia y China, aún no se refleja en los intercambios de las divisas: el verdadero dominio del dólar, al unísono del euro operando como su apéndice trasatlántico que no se ha podido liberar de la tutela de Washington. Aquí la flaqueza de Brasil es patente y sumamente dependiente de los capitales de Wall Street y la City. EU y la UE siguen controlando los organismos surgidos de Bretton Woods, donde su presencia todavía no puede superar el veto estadunidense, notoriamente en el FMI, ni el control cupular del Banco Mundial, ya no se diga los amarres del G-7 en el seno de la OMC.
Los BRICS o bien reparten mejor la equidad del nuevo orden multipolar en el seno de los organismos internacionales controlados por EU –que se comporta aún sin miramientos como superpotencia unipolar–, o están obligados a desprenderse de su yugo mediante la creación de organismos que reflejen la multipolaridad: desde la edificación de una divisa común de los BRICS hasta el lanzamiento de un Banco de Desarrollo que se encuentra en el tintero y que el prudente gradualismo de China había pospuesto para no indisponer demasiado a EU.
La cumbre de los BRICS en Fortaleza (Brasil) representa una oportunidad para tonificar las tendencias y concretar los múltiples proyectos de acuerdo con la coyuntura.
Desde su creación, es la primera vez que los BRICS se reúnen en un entorno geoestratégico más favorable: el
mundo post-Crimea, cuya estrella polar radica en el histórico acuerdo gasero entre Rusia y China, la columna vertebral del bloque pentapartita.
En Fortaleza, hoy como nunca, los BRICS tienen la oportunidad dorada, que se gesta pocas veces en la historia, de pasar de la timorata fase de transición previa a una más vigorosa del creativo orden multipolar del
mundo post-Crimea.
Twitter: @AlfredoJalifeR_
Facebook: AlfredoJalife
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