'EEUU pone en duda la independencia de la ONU'
El rechazo de Estados Unidos a conceder visado al nuevo embajador elegido por Irán ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha puesto en entredicho la independencia de este organismo.
Así ha declarado este viernes, el miembro de la Comisión de Seguridad Nacional y de Política Exterior del Parlamento iraní, Ebrahim Aqamohamadi, para luego asegurar que la opinión pública mundial ya conoce la pérdida del papel de árbitro de esa entidad.
Luego de señalar que Washington ha ridiculizado la situación de la ONU, el parlamentario persa ha indicado que “la República Islámica de Irán no se rendirá, de ningún modo, ante las demandas de Estados Unidos de presentar a otro representante, en lugar de Hamid Abutalebi, ante Naciones Unidas”.
En este sentido, ha enfatizado en el rechazo de Irán a cualquier presión, y ha instado al Ministerio de Asuntos Exteriores a seguir el caso de forma insistente y lograr su objetivo, es decir tener a Abutalebi como embajador permanente ante la ONU.
El pasado 18 de abril, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, suscribió una ley que bloquea el ingreso de Abutalebi a territorio norteamericano, so pretexto de haber participado en la toma de la embajada de Washington en Teherán, la capital persa (1979).
Sin embargo, fuentes de la Cancillería persa han informado que no consideran un reemplazo para Abutalebi, pues “no hay ninguna razón clara sobre los motivos de Estados Unidos para tal decisión”.
No obstante, Estados Unidos como el país anfitrión de la ONU, debe conceder el visado a sus diplomáticos, sin consideraciones políticas.
A este respecto, Teherán ha recurrido a los mecanismos legales previstos en la ONU para denunciar el caso; así que el pasado martes, el Comité de Relaciones con el País Anfitrión de Naciones Unidas mantuvo una sesión extraordinaria para estudiar el tema.
Al final de dicho encuentro, el presidente del Comité, el chipriota Nicholas Emiliou, pidió al Gobierno de Estados Unidos que facilitara el visado a los miembros y ejecutara el contenido del Acuerdo, al mismo tiempo que esperó “lograr avances positivos al respecto en un futuro próximo”.
El 4 de noviembre de 1979, un grupo de universitarios iraníes tomó la embajada norteamericana, convertida en “un nido de espionaje”, como bien demostraron los documentos hallados posteriormente en el complejo.
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