Siria: Ejército que no se rinde
Escrito por Arnaldo Musa/Cubasi
El ejército sirio no ha cesado en su avance en el norte del país, destruido posiciones enemigas y consolidado posiciones en la provincia de Alepo
El ejército sirio no ha cesado en su avance en el norte del país, destruido posiciones enemigas y consolidado posiciones en la provincia de Alepo, a pesar del bombardeo “por error” de la coalición apoyada por Estados Unidos a una de sus más importantes bases militares y el continuado asedio de la aviación israelí desde Kuneitra hasta las cercanías de Damasco, la capital.
Con el apoyo de los combatientes del Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), acaba de hacerse con el control de varios edificios que estaban en manos de grupos terroristas, muertos a varios de estos y confiscado un taller de fabricación de artefactos explosivos perteneciente a los grupos terroristas vinculados a Al-Qaeda, como el Frente Al-Nusra, en la ciudad de Madaya, en las inmediaciones de Damasco.
Asimismo, los combatientes sirios y libaneses lograron tomar las riendas en el distrito de Al-Mas, en Al-Zabadani, demostrando cohesión en el enfrentamiento al enemigo apoyado por el imperialismo.
La mala fe e hipocresía de Estados Unidos ha quedado demostrada, tras haber roto la tregua que se vio obligada a aceptar con Rusia, nación que ha subrayado que no abandonará al legítimo gobierno de Bashar al Assad ni permitirá la división del país árabe.
Desesperado porque sus adláteres, los terroristas “buenos” están siendo exterminados a pesar del apoyo turco y otros socios regionales, Washington ha tenido que acudir una vez más a su aliado sionista para que merme el poder de fuego de sus enemigos y prosiga la política de sembrar el terror entre la población inerme, al estilo de lo que ha estado haciendo el Estado Islámico.
Así, aviones de Israel han vuelto a bombardear las cercanías de la capital, específicamente la ciudad de Al-Zabadani. Según los analistas occidentales, el régimen de Tel Aviv lleva a cabo ofensivas en Siria con el fin de impedir los progresos de las fuerzas armadas de ese país y reforzar a los grupos armados extremistas que buscan derrocar al gobierno de Damasco.
El presidente de Siria, Bashar al-Assad, catalogó al régimen de Israel como la "fuerza aérea" de la red terrorista Al-Qaeda en el territorio sirio.
Al mismo tiempo, y alentada por el irrestricto apoyo financiero norteamericano, la aviación israelí ha bombardeado repetidamente las Alturas del Golán, donde ha sufrido la pérdida de varios aparatos.
El Golán es un territorio de 1 800 kilómetros cuadrados que forma parte de Siria, cuya mayor parte está ocupado por Israel desde 1967 y anexionado a esa nación en 1981, sin el reconocimiento internacional.
EL ODIO A SIRIA
El porqué del accionar armado del ejército sirio forma parte de un apoyo consecuente y no fanático, podría ser explicado en un material firmado por una joven siria en YouTube, que, explican las razones por las cuales la reacción internacional odia a Siria.
Ese breve mensaje se desarrolla como una suerte de 'Manual del Sentido Común' que explica las razones por las que Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea (especialmente Francia) e Israel se muestran tan decididos a destruir Siria, un país cuyos líderes rehúsan a arrodillarse antes los dueños de las estructuras de poder públicas (los gobiernos) y privadas (el mundo corporativo y bancario) de los países occidentales. Veamos algunas de ellas:
Siria tiene un banco central que administra su propia moneda de manera que sirva al pueblo sirio y no a los megabanqueros globales controlados por el entorno Rothschild, operando desde sus guaridas en Nueva York, Londres, Frankfurt, Tel Aviv, Basilea y París.
Siria no mantiene deudas con el FMI (Fondo Monetario Internacional). Ello significa que los líderes sirios entienden perfectamente que este ente multilateral público constituido por sus Estados miembro– es controlado por los banqueros globales, operando como sus auditores y policía recaudadora cada vez que alguno de sus miembros más débiles cae en el pozo de no poder pagar sus “deudas soberanas'.
Siria ha prohibido las semillas y alimentos genéticamente modificados (GM). El presidente sirio, Bashar al Assad, trata de preservar la salud humana, comprendiendo que empresas como Monsanto se proponen controlar la provisión de alimentos en todo el mundo.
Como lo explica esta muchacha, los ciudadanos sirios también osan hablar abiertamente acerca de la influencia ilegítima de sociedades secretas como la francmasonería y la logia Skull & Bones de la Universidad Yale, que cuenta entre sus miembros a poderosos personajes como el ex presidente George W. Bush y el actual secretario de Estado, John Kerry.
O sea, en Siria su ejército defiende mucho más que un territorio, hoy hollado por terroristas, mercenarios y servidores de la inteligencia imperialista, que han en menos de cinco años han dejado cerca de 260 000 muertos y varios millones de desplazados y refugiados.
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