Los últimos mamuts del mundo, que habitaban en la costa de Alaska y las islas del mar de Chukchi, se extinguieron debido a la falta de fuentes de agua potable tras el derretimiento de los glaciares, según informa la revista científica PNAS.
"Nuestro estudio reveló la situación aterradora en la que vivían los mamuts. Lo que estaba pasando con el agua en estas islas claramente indica por qué se encontraron en una situación extrema y se extinguieron", declaró Matthew Wooller, de la Universidad de Alaska, en Fairbanks (EEUU).
Además, el experto añadió que el gran desabastecimiento de agua nunca se había tenido en cuenta como una de las razones clave de la extinción de los mamuts y que se minimiza la vulnerabilidad de las islas pequeñas —incluso sin la intervención del hombre—, según el medio.
Por el momento, los especialistas descartan varias hipótesis que podrían explicar la extinción de los peludos gigantes durante la última Edad del Hielo. Existe la versión de que el cambio climático aceleró la extinción de las especies que no consiguieron adaptarse a las nuevas condiciones mientras que otros científicos creen que la desaparición de estos animales prehistóricos se debe en igual medida a la "contribución" del hombre.
Recientemente, en Siberia, los paleontólogos hallaron los colmillos y las huellas de unos mamuts que ayudaron a certificar que la caza practicada por el hombre había sido una de las causas de su desaparición.
No obstante, el proceso de extinción se produjo por razones diferentes en varias partes del mundo y el grupo de expertos liderado por Wooller ha logrado encontrar pruebas de que los mamuts de Alaska se extinguieron a causa del cambio climático 'solo' hace 5.600 años, cuando ya florecían las civilizaciones del Egipto antiguo y la cultura minoica.
Los investigadores usaron las muestras del suelo de un estanque en la isla de San Pablo y pudieron calcular el momento en el que se extinguió la especie a través de diferentes métodos y sistemas como el análisis de radiocarbono de esporas de hongos, el análisis de su ADN y los cambios en la estructura del polen de las plantas y los huesos de otros animales. Gracias a estos trabajos, se pudo comprobar que "la fecha más exacta de la extinción del mamut es de hace 5.600 años".
Asimismo, esta fecha coincide con la desaparición de un importante lago —una de las escasas fuentes de agua potable de la isla de San Pablo— a causa del cambio climático. Involuntariamente, los mamuts contribuyeron a su propia extinción al escarbar en el suelo de las orillas del embalse y convertir su única fuente de agua en un charco de barro, imposible de beber.
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