Publicado 31 agosto 2016
Michel Temer se convirtió en vicepresidente de Brasil luego de resultar electo junto con su compañera de fórmula, Dilma Rousseff, en las elecciones de octubre de 2010.
El 12 de mayo de 2016, Temer pasó a ser el presidente interino de Brasil, luego de que la mandataria Rousseff fuera separada de su cargo por seis meses para enfrentar un juicio político, pese a no haber pruebas en su contra de haber cometido un crimen de responsabilidad.
Anteriormente se retiró de la coalición del gobierno liderado por el izquierdista Partido de los Trabajadores el pasado 29 de marzo, pero no se sintió obligado a renunciar al cargo de vicepresidente, ¿por qué? El juicio político a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, haría que Michel Temer sea el próximo presidente de Brasil.
Nada popular: Según la encuestadora Datafolha, solamente el dos por ciento de la población votaría por Temer en una elección presidencial, mientras que el 60 por ciento pide su renuncia.
Temer nació el 23 de septiembre de 1940 en São Paulo, es abogado de profesión y presidente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el mismo que recientemente retiró su apoyo al Gobierno de Rousseff por elescándalo de corrupción de la estatal petrolera Petrobras.
El político de 75 años inició su carrera política en la administración del gobernador de São Paulo, Adhemar Pereira de Barros. En 1983 fue nombrado procurador general del Estado, y al año siguiente pasó a ser secretario de Seguridad Pública del mismo.
Conozca los cinco momentos claves de su primer mes de gestión
1.- El pueblo en la calle rechazando el golpe de Estado: No cesan las demandas de los movimientos sociales en la calle, muestra de ello, son las constantes participaciones en protestas de los militantes del movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) y el Frente Popular de Brasil (FPB).
Recientemente, habitantes de unas 40 ciudades brasileñas gritaron "Fuera Temer", en una jornada de manifestaciones en rechazo al golpe de Estado, que deja en evidencia la insatisfacción de la población con su gestión.
Por si fuera poco, los artistas de Brasil se sumaron a las acaloradas manifestaciones, luego que Temer anunciara la eliminación del Ministerio de Cultura en este país. Tras las presiones, debió reinstalar la cartera.
2.- Su quebrado y desmembrado gabinete: En tan solo un mes y luego de haber anunciado su tren Ejecutivo, Temer ha sufrido bajas en su equipo. El último fue Fabio Osorio, quien fue apartado del puesto por "conducta indebida", tras utilizar un avión de la base aérea de Curitiba, capital del estado provincial de Paraná, para una gestión personal.
Otro, fue Fabriano Silveira, ministro de Transparencia de Brasil, quien renunció a su cargo tras la filtración de un nuevo audio que confirma la conspiración de la derecha contra la investigación por corrupción en Petrobras.
Asimismo, el principal articulador político y exministro de Planificación, Romero Jucá, se vio forzado a abandonar su cargo, luego de darse a conocer el contenido de unas grabaciones, en las que aludía la necesidad de llevar adelante el proceso de Impeachment contra Rousseff, lo que fue tomado como una acción golpista por los analistas.
Su gabinete es el primero, después de las dictaduras militares, integrado totalmente por hombres blancos y ricos.
3.- Sus "perversas" medidas económicas contra los brasileños: A principio de su mandato, el presidente interino anunció una enmienda constitucional para recortar la inversión pública, entre un conjunto de medidas destinadas a "recuperar" la economía del país y atacar la inflación.
La ley de Directrices Presupuestarias fue publicada en el Diario Oficial de la Unión (Boletín Oficial del gobierno Federal) el pasado 27 de mayo, luego de ser aprobada por ambas cámaras legislativas. Este es considerado uno de sus mayores "logros".
La modificación implica la elevación del déficit previsto para 2016, de 26 mil millones de dólares a 47 mil millones, cifra que representa el 2,75 por ciento del producto bruto interno (PBI). En el 2015, el déficit, fue de 27 mil millones.
En este contexto, Temer anunció además la reducción de los presupuestos para todas las áreas de gobierno, incluidas salud y educación.
Actualmente, el gobierno interino avanza en un plan de reforma tributaria y previsional –que incluye la elevación de la edad jubilatoria universal a 65 años-, junto a un plan de privatizaciones. Este último contempla la empresa estatal de correos, la Casa de la Moneda y 230 compañías de electricidad donde el Estado participa.
4.- Escándalos que incluyen a miembros de su familia: El mandatario interino colocó dos de sus propiedades valoradas en 2 millones de reales (unos 550 mil de dólares), a nombre de su hijo de solo 7 años, llamado Michelzinho, lo que lo convierte en millonario desde pequeño.
Temer el año pasado declaró ante la Corte Electoral que ambas estaban tasadas en 190 mil dólares. Sin embargo, en realidad cada inmueble cuesta 285 mil dólares.
Debido a la magnitud de este escándalo, la presidencia interina del país detalló en un comunicado que la transferencia se realizó en forma de regalo, como una especie de anticipación de la herencia al chico de 7 años.
No obstante, muchos especulan sobre cómo ha podido obtener tanto dinero Temer, para adquirir estas propiedades y otras que, sin detalles, también entregó a sus hijas en calidad de adelanto de su herencia.
5.- Golpe de Estado y corrupción: Durante su gestión se conoció que miembros de los partidos de oposición financiaron activamente el Movimiento Brasil Libre (MBL), uno de los principales grupos que promovieron el golpe de Estado contra la presidenta Dilma Rousseff, según reveló el diario Folha de Sao Paulo por medio de grabaciones.
El MBL, que nació en 2014, supuestamente para luchar contra la corrupción sin vinculaciones con los partidos políticos, recibió financiación del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) del presidente provisional Michel Temer; el Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB), Solidaridad y los Demócratas (DEM).
Asimismo, miembros de PMDB fueron acusados por la Fiscalía General de Brasil, de querer frenar la investigación sobre corrupción en la estatal petrolera Petrobras, mejor conocida como el caso Lava Jato.
La acusación recae sobre el exministro de Planificación de Michel Temer, Romero Jucá; el expresidente entre 1985 y 1990, José Sarney; y el titular de la Cámara de Senadores, Renan Calheiros; todos integrantes de la cúpula del PMDB, provisional en el poder.
También puede ser llevado a juicio político
En un audio filtrado el pasado 11 de abril Temer anunció la destitución de Rousseff al dar por contado que la Cámara de Diputados aprobaría el juicio político y lo elevaría al Senado.
Sin embargo, sobre Temer pesa también una solicitud de juicio político, que fue entregado al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, por el exgobernador de Ceará Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT, por su sigla en portugués).
La acción presentada por Gomes, quien fue ministro de Integración Nacional durante el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, se basa en seis delitos que Temer habría cometido "como persona física y jurídica", vinculados al caso Petrobras. Gomes precisó el no querer abarcar a todo el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en la acusación, "pero los cabecillas de ese bando están en ese partido y él, Temer, es el cabecilla de los cabecillas".
Desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a la presidenta Dilma Rousseff y a los miembros del Partido de los Trabajadores (PT) para impedir que se mantengan al frente del Gobierno.
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