Indígenas panameños organizan marcha masiva contra Barro Blanco
Campesinos e indígenas panameños organizarán esta semana una marcha masiva para protestar una vez más contra la construcción de la hidroeléctrica Barro Blanco y exigir el cese inmediato del proyecto.
“Estamos agotando todos los recursos y tenemos suficientes argumentos para una movilización en grande que incluya a toda la comarca, porque el Gobierno cuando le conviene a sus intereses se acuerda de nuestra autonomía y en este caso se olvidó de la Ley”, aduce este lunes un portavoz de la comunidad indígena.“Estamos agotando todos los recursos y tenemos suficientes argumentos para una movilización en grande que incluya a toda la comarca, porque el Gobierno cuando le conviene a sus intereses se acuerda de nuestra autonomía y en este caso se olvidó de la Ley”, aduce este lunes un portavoz de la comunidad indígena de la zona, Liborio Miranda.
También informa de la reunión del domingo entre los líderes del Congreso Tradicional Ngöbe Buglé y la iglesia Mama Tatda, donde acordaron una estrategia para demandar sus reivindicaciones. El vocero no ha aportado detalles sobre el acuerdo ni la fecha definida de la movilización.
De hecho, se limita a explicar que todos los panameños, incluidos los miembros de los gremios de profesores, movimientos sociales, sindicatos, estudiantes y los demás pueblos originarios del país, están convocados para participar en esta protesta.
Entre tanto, la vocera indígena Adelaida Miranda ha criticado el doble rasero del Gobierno de Panamá por aceptar la detención del proyecto en las sesiones de la Mesa de Diálogo y la continuación de la obra.
“Nos sentimos engañados y cuando hablamos en la Mesa de Diálogo de que la constructora Generadora del Istmo (Genisa) no solo trabaja en el talud que peligraba y la extracción de agua, sino que también está haciendo la compuerta, recibimos respuestas disimuladas”, denuncia la vocera de Ngöbe Buglé .
El proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, en la provincia de Chiriquí, al oeste de la capital del país, se suspendió temporalmente el pasado 9 de febrero por irregularidades en el estudio de impacto ambiental.
Los indígenas llevan más de 15 años luchando para detener la construcción de una represa en el río Tabasará. Sin embargo, hasta ahora el Gobierno no había establecido una mesa de diálogo.
A su juicio, este proyecto alterará el medioambiente y trastocará el modo de vida de los pobladores que viven a la ribera del río desde hace muchas generaciones.
msm/nii/
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