miércoles, 27 de mayo de 2015


Violencia de género en Estados Unidos 

Violencia de género en Estados Unidos
                   
          
Estados Unidos fue uno de los países adelantados en las luchas feministas, desde 1848 hubo numerosos movimientos de mujeres, que lucharon por sus derechos. El primer gran encuentro de activistas fue en Seneca Falls, Nueva York. Las principales organizadores fueron Elizabeth Cady Stanton y Lucrecia Mott, quienes ante 100 personas que asistieron a la convención, elaboraron y redactaron la ``Declaración de Sentimientos, quejas y resoluciones’’, que hizo eco en el preámbulo de la Declaración de Independencia: ``Todos los hombres y mujeres son creados iguales’’.
                                                                                                  
Durante gran parte de la década de 1850 hubo grandes manifestaciones reclamando por libertad económica para las mujeres. Paralelamente surgieron organizaciones que lucharon por el derecho al voto femenino como la Liga de la Mujer Sindical, Liga del Consumidor Final y la Unión Cristiana de la Mujer.
Después de tantos años y tantas luchas, en 1920, la 19 enmienda de la Constitución proporcionó el pleno derecho al voto de las mujeres.
Desde allí las mujeres gozaron de una oleada progresista, participaron en contextos sociales, culturales y políticos que sostuvieron el movimiento de sus derechos.
Otros grandes movimientos feministas surgieron en los 60 y 70; ya las mujeres reclamaban por algo más. En aquella década, el 38% de las estadounidenses trabajaban como maestras, enfermeras y secretarias, ya que no eran deseadas en programas profesionales. En 1962 el libro de Betty Friedman ‘’La mística femenina’’, capturó la frustración y desesperación de miles de ama de casa, que se sentían resentidas ante el rol que la sociedad machista les había marcado.
Este movimiento feminista se centró en el desmantelamiento de la desigualdad en los lugares de trabajo, así como la disparidad salarial. En 1966 se puso en marcha la Organización Nacional de Mujeres (NOW), que pasó a cabildear en el Congreso leyes a favor de la igualdad de la mujer.
Pese a todos estos movimientos el siglo 21 sigue siendo testigo de graves problemáticas que enfrentan las mujeres en este país, como es la violencia de género emparentada con las desigualdades económicas y sociales.
Muchos autores han reconocido y estudiado esta conexión, pero recién en 1994 el Congreso norteamericano, tuvo que hacerse eco de estas luchas y aprobar la histórica ley de Violencia Contra la Mujer, que pese a la posición crítica de los conservadores fue aprobada y reautorizada en 2013.
La Ley prevé $1600 millones a la investigación y el enjuiciamiento de los delitos violentos contra las mujeres, impone la restitución automática y obligatoria de los condenados y permite una reparación civil en casos fiscales, así como establece la Oficina de Violencia contra la Mujer en el Departamento de Justicia.
A pesar de la ley, en la realidad las mujeres siguen sufriendo abusos físicos, emocionales y económicos. En el plano laboral siguen en desventaja; ya que perciben 75 centavos sobre cada dólar que ganan los hombres. Estas desigualdades se reflejan en la indefensión de la mujer, la que la hace victima en muchos casos, de violencias físicas y sexuales.
Aunque cuando se habla de violencia de género, generalmente se reportan estadísticas de países latinoamericanos o africanos, sin embargo las cifras de mujeres golpeadas en Estados Unidos, uno de los primeros países capitalistas industriales, son comparables a países del tercer mundo.
Según estadísticas dadas por la Coalición Nacional contra la violencia domestica (NCADV en su cifras en inglés) cada 9 segundos una mujer es golpeada; 38.028.000 de mujeres han experimentado violencia física alguna vez en sus vidas, siendo las mujeres jóvenes (de 18 a 25 años) y las afroamericanas las más afectadas; 35% más que las blancas.
El diario Huffington Post reportó que el número de mujeres asesinadas por su pareja entre 2001 y 2012 fue de 11.766, cifra que dobla a la cantidad de soldados estadounidenses muertos en Irak y Afganistán- 6488- en el mismo período de tiempo.
Pero las agresiones físicas, tienen además, un concomitante emocional. Según la Asociación Americana de Psicología 4.774.000 mujeres en Estados Unidos sufren violencia física por parte de su pareja cada año, con 18.500.000 visitas a las emergencias de salud mental, reportando síntomas de ansiedad, angustia, y desordenes postraumáticos.
Muchas de estas mujeres, tienen miedo de hacer la denuncia a la policía; según el FBI, solo el 46% acude a las autoridades para pedir ayuda.
Hay diferentes causas que seguramente hacen que estas mujeres tengan miedo, pero las más probables, son la dependencia que tienen con los hombres, ya que muchas de ellas subsisten económicamente por estos. En Estados Unidos las mujeres ganan $10.000 menos que los hombres por año y todavía están en pie de lucha por la igualdad económica. Lamentablemente las leyes no ayudan demasiado. Un caso emblemático de esta problemática, fue la demanda de 1.500.000 empleadas de la corporación Walmart, quienes acusaron a la compañía por discriminación, ya que ganaban menos que sus compañeros de trabajo, pero perdieron el caso.
En cuanto al impacto económico de la violencia de género, se pierden 8 millones de días de trabajo remunerado cada año; entre el 21 a 60% de las victimas pierden sus empleos debido a razones derivadas del abuso.
Entre 2003 y 2008,142 mujeres fueron asesinadas en el lugar de trabajo por su agresor.
En 2016, hay muchas posibilidades que una mujer, Hillary Clinton asuma la presidencia de Estados Unidos. Será muy interesante ver el rol que tendrá en defensa de las reivindicaciones de la mujer. Tiene ante sí, una oportunidad histórica para hacer cumplir la Ley de Violencia Contra las Mujeres, que firmara su esposo y ex presidente, Bill Clinton en 1994.

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