El personal de la base logística que la Armada rusa mantiene en Tartus aumentó de unos cuantos técnicos en 2011 a más de 1.700 en la actualidad, reveló al diario Kommersant un militar de complemento comisionado a este puerto de Siria.
“Se encargan de habilitar y proteger la instalación, además de modernizar el muelle”, dijo este militar al que espera rotación tras tres meses en Siria.
Una fuente del Estado Mayor General confirmó al periódico la existencia de un plan de modernización de la base de Tartus pero negó que tenga algo que ver con “los preparativos de una intervención militar”.
Simplemente se trata de que la base “pueda recibir de forma simultánea navíos de primera clase (destructor) y los de segunda (buque de desembarco) que forman parte de la escuadra rusa en el Mediterráneo”.
Ya en agosto de 2010, el entonces comandante de la Armada rusa, Vladímir Visotski, anunció que la base de Tartus sería capaz de atender después de 2012 los buques pesados, en particular, cruceros y portaviones, pero la guerra en Siria retrasó estos planes por varios años.
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