El intento de 'masacre' en Guerrero que ha puesto en entredicho a Proceso y el gobernador
La revista Proceso cumplirá 39 años el 6 de noviembre, fecha en la que publicó su primer número, desde entonces se caracterizó por ser una publicación semanal que por medio de la investigación periodística enteraba a su público sobre aspectos de la política nacional y la acción de los políticos, que quedaban ocultos en los laberintos del viejo priismo y su rancio dominio del poder y del presidencialismo. Proceso nació en 1976 como un medio de información, interpretación y análisis.
Las páginas de Proceso han servido para ventilar temas con datos e interpretación de expertos que expresan puntos de vista que revelan las intenciones que, con mucha frecuencia, oculta el discurso del poder. Las entrevistas a los actores de la política, la empresa, la cultura o el deporte tocan aspectos que no se encuentran en otras publicaciones.
En el ejemplar 2030 de la revista Proceso, del 27 de septiembre, se publicó una entrevista que la reportera Gloria Leticia Díaz le hizo al Gobernador sustituto del estado de Guerrero, Rogelio Ortega, en la que éste académico de profesión, en funciones de ejercicio del poder en su entidad, convulsionada desde hace un año por la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Maestros de Ayotzinapa, hizo declaraciones sobre su manera de actuar para oponerse a la intención del gobierno federal de arrasar la Normal.
El gobernador Rogelio Ortega relató a la periodista que “El pasado diciembre, el gobierno de Enrique Peña Nieto pretendía dar carpetazo al caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y planeaba tomar violentamente la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, sin importar que ello significara una matanza”.
En la entrevista Ortega describió algunas diferencias que tuvo con el secretario de Gobernación, Osorio Chong, para atender el conflicto social en la entidad. Dijo a la periodista que “se había corrido la versión de que miles de contingentes iban a salir de Ayotzinapa por la noche para ir a quemar todos los edificios públicos en Chilpancingo. Iba a ser la mayor tragedia de la historia con el riesgo de que se extendiera a toda la población.”
Comentó el gobernador a la periodista: “A través del chat que tiene el mandatario con las instancias federales, se le informó que en la intentona participarían 4 mil personas que supuestamente estaban concentradas en la escuela rural, a media hora de la capital guerrerense, con todo lo necesario para el incendio”.
Más adelante dice la entrevistadora: “Sin titubeos, sostiene que en el chat con el gobierno federal se le dijo que la única forma es ir a tomar de una vez Ayotzinapa. O bien, en el tramo carretero dejarlos avanzar cinco kilómetros, poner un tope adelante y atrás y ahí detenerlos”.
Dice la periodista que “Ortega afirma que rechazó la propuesta federal, porque evaluó que “era una provocación”, para que se movilizaran las Fuerzas Armadas y de seguridad a la toma de Ayotzinapa”.
“Entonces la decisión es: no. No se toma Ayotzinapa y no se moviliza a nadie y esperemos. Y me dice (Osorio Chong): Pasan los minutos y hay que tomar la decisión, porque hay que desplazar a las fuerzas.”
Comenta la periodista: “Ortega reflexionó que lo que le proponía el gobierno de Peña Nieto era anotar una nueva masacre a la larga lista que arrastra Guerrero”.
La entrevista abordó otros temas, pero sobre éste suscitó el llamado del periodista Ciro Gómez Leyva que, en otra entrevista, ahora en Radio Fórmula, cuestionó al gobernador Rogelio Ortega al respecto.
De viva voz, en la radio, Ortega negó haber conversado con el secretario de Gobernación Osorio Chong y que éste le planteara la posibilidad de arrasar a la normal de maestros de Ayotzinapa. Rechazó haber declarado esto en la entrevista y aseguró que jamás ha sostenido o conversado por chat o por teléfono con el secretario de gobernación, por lo que ya solicitó el derecho de réplica a la revista Proceso, que publicó la nota en portada.
Comentó a Ciro Gómez Leyva que sí habló del tema con la reportera Gloria Leticia Díaz pero negó haber mencionado al secretario de Gobernación.
“Qué pena que la periodista haya entresacado una versión, pero no tiene nada que ver con el secretario de Gobernación. Yo evalué, pensé que no era información creíble, pero quedé con la tensión de que podía pasar. No tuve diálogo con el secretario, jamás he sostenido una conversación telefónica, o por Internet con el secretario”.
Todas las personas cambian con el tiempo, en ocasiones para lo hacen dejando atrás su origen, esta posibilidad involucra a las personas físicas y morales, a individuos y empresas.
Estamos frente al caso de la revista Proceso, prestigiada por su periodismo crítico, que ha sostenido batallas contra el abuso del poder y ha sabido salir adelante, pero que en el largo camino de casi 40 años podría haber cambiado su vocación de información e investigación periodística por la oferta de su espacio al mejor postor, publicando versiones de lo no dicho, podría ser.
Por el otro lado, encontramos a Rogelio Ortega, gobernador sustituto, profesor universitario, que podría haber entendido la desmesura de sus declaraciones cuando las vio impresas y destacadas en la revista Proceso y, entendiendo su propia y limitada estancia en el poder, decidió salir a decir de viva voz que “no dijo lo que dicen que dijo”. También podría ser. Usted que opina. ¿Será que uno miente y el otro engaña?
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