sábado, 29 de agosto de 2015

¿Una selva llamada Estados Unidos?

Escrito por  Nicanor León Cotayo
¿Una selva llamada Estados Unidos?
Otro horrendo asesinato acaba de trastornar una vez más a la sociedad de ese país.
Ahora suma el homicidio de una periodista de 24 años de edad, Alison Parker, y su camarógrafo,  Adam Ward, de 27.


Tuvo lugar este miércoles cuando en una localidad del estado de Virginia entrevistaban en vivo a una funcionaria de turismo del estado de Virginia.


Movida por la sistemática violencia que golpea a muchos de sus habitantes, la Casa Blanca hizo constar su inquietud por lo sucedido.


Un cable de EFE notificó que Andy Parker, padre de la joven reportera asesinada, declaró a medios locales:


“Tenemos que encontrar una forma de alejar a los locos de las armas”.


Su hija trabajaba con la cadena WDBJ7, una filial de la conocida emisora televisiva CBS.


La asesinó su ex compañero de labor, el afroamericano Vester Lee Flanagan, conocido allí como Bryce Williams.


Cuando disparó contra ambos hacía dos años que lo habían separado de su cargo y después del crimen huyó a lo largo de cinco horas hasta –según la CNN- suicidarse.


"¿Cuántas veces más vamos a ver estos incidentes? Ya sabes, Newtown, Charleston, las salas de cine, lo que sea. Esto tiene que parar", exigió Andy Parker.


La agencia EFE hizo notar que tres meses antes, en Charleston, (Carolina del Sur) un joven blanco le arrancó la vida a nueve fieles de una iglesia negra proclamando el inicio de “una guerra racial”.


Junto a ello subrayó que fue luego de la tragedia en una escuela de Newtown (estado de Connecticut), en 2012, cuando asesinaron a 20 niños y seis adultos, que Obama inició presiones sobre el Congreso para limitar las ventas de armas.


Pero fracasó, y este miércoles, a raíz del asesinato de la joven periodista y su camarógrafo insistió en “la urgencia” de que el Capitolio actúe con sentido común para reducir la violencia armada.


Sin embargo, la generalidad de los observadores coincide en advertir que no radica ahí la tendencia prevaleciente en el Senado.


El presidente del canal de televisión al que pertenecían las victimas, Levi Jeffrey, explicó que el asesino de ambos trabajó allí entre marzo de 2012 y febrero de 2013.


Puntualizó que cuando lo despidieron reaccionó de manera airada y tuvo que ser expulsado del lugar por la policía.


Para explicar los motivos de su balacera el miércoles envió 23 páginas por fax a la cadena donde argumentó que una de las razones fue la existencia de hechos racistas.


Por esa y otras acusaciones él presentó una demanda contra la WDBJ7, del estado de Virginia.


La corresponsalía de EFE en Washington comentó que el tiroteo y las imágenes que lo acompañaron “han conmocionado al país y a los trabajadores de la cadena”.


A las puertas de esta última, subrayó, se acumulan velas,  peluches y las menciones como homenaje a los dos reporteros fallecidos.


¿Hasta cuando Estados Unidos exhibirá la imagen de una gran selva radiante y asfaltada? ¿O, más terrible aún, es que ya pasó su hora de evitarlo?

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