lunes, 26 de septiembre de 2016

México SA
Campo y guadaña
Recorte=pobreza
Hacienda arrasa
Carlos Fernández-Vega

En Los Pinos pueden estar tranquilos, porque su política económica de guadaña sólo ha logrado dos cosas tangibles (EPN dixit): incrementar sostenida e ininterrumpidamente la producción en la fábrica nacional de pobres y engrosar aún más las de por sí fabulosas fortunas de los amigos del régimen. Así es: miseria para los más, opulencia para los menos.

Cuatro años al hilo de recortes presupuestales, que sólo profundizan el raquítico balance económico y social, no son precisamente para celebrar, ni mucho menos muestra de que vamos por el rumbo correcto, aunque sí dan clara idea de hacia dónde es que va el México en movimiento.

Se conoce ya el recorte presupuestal para 2017 y, con saña, los genios gubernamentales aprietan mucho más a un sector históricamente caracterizado por la miseria de la mayoría de sus integrantes; es decir, el campo nacional que cada día produce menos, salvo mexicanos en pobreza.

La Jornada informa que el recorte al agro propuesto en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2017 es uno de los más agresivos en décadas, pues generará al menos un incremento de 28 por ciento de la pobreza en el campo, afirmaron especialistas del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Poco más de 800 mil campesinos se van a incorporar a la pobreza en este país, y se dan las condiciones de mayor dependencia alimentaria de insumos provenientes del extranjero, con lo que se pone en riesgo parte del sostenimiento económico y social del país (Laura Poy).

El citado centro de análisis advierte que recuperar los niveles de inversión para el agro en México podría tardar al menos una década si el proceso comenzara a revertirse desde ahora, pero no se percibe ninguna medida en ese sentido por parte del gobierno federal. De mantenerse la mengua de fondos públicos para el sector se fomentará mayor subordinación a los mercados internacionales, mientras se mantienen esquemas de protección a las grandes empresas trasnacionales y a los agronegocios vinculados al capital exterior (ídem).

La guadaña gubernamental arrasa con las de por sí enclenques políticas para el campo nacional, pero, como bien lo recuerda La Jornada, “la reducción de fondos al Programa Especial Concurrente (PEC) 2017 afecta a 31 rubros del sector agropecuario a los que no se destinan recursos. En su mayoría perjudican las medidas para incentivar la productividad, inversión, investigación, salud y apoyo a los mujeres del campo… Habrá afectación a los programas vinculados al desarrollo de tecnología, semillas, asesoría técnica, producción y transportación, pero también a las acciones para reducir el costo de los insumos básicos como los fertilizantes, cuyo precio podría incrementarse ante el debilitamiento del peso frente al dólar”.

Brillante idea, sin duda, pero el problema se agrava al recordar que no es la primera ocasión (y por lo visto tampoco la última) en que se recorta el gasto destinado a dicho sector. En este sentido, el más reciente análisis del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (Cedrssa) de la Cámara de Diputados detalla que en los dos ajustes presupuestales anunciados en el primer semestre de 2016 (17 de febrero y 24 de junio), la Secretaría de Hacienda recortó el gasto programable de la Sagarpa en más de 7 mil 413 millones de pesos, afectando los programas de comercialización y desarrollo de mercados, fomento a la agricultura, apoyos a pequeños productores y productividad rural.

Paralelamente, la propia Secretaría de Hacienda, por medio del Servicio de Administración Tributaria (SAT), condonó impuestos a los amigos de la casa por alrededor de 5 mil 600 millones de pesos. Y entre tales cuates destacan empresas con enormes utilidades y empresarios con fortunas de ensueño, quienes ya habían sido rescatados por el Fobaproa, al tiempo que son clientes recurrentes en los paraísos fiscales.

Pues bien, el Cedrssa detalla que –independientemente de lo que se espera para 2017– al cierre del segundo trimestre de 2016 el recorte presupuestal al PEC totalizó 24 mil 425 millones de pesos, de tal suerte que 40 por ciento del total de las reducciones del gasto programable de la Sagarpa se aplicaron a apoyos dirigidos al fomento productivo y el bienestar del sector rural. Así, el gobierno federal recortó lo que ya había recortado, y el próximo año repetirá el guadañazo.

Conforme a la clasificación que realiza el Cedrssa a los programas del PEC, la disminución presupuestal al segundo trimestre de 2016 se concentra en los programas sociales, con poco más de 11 mil millones de pesos. De este apartado destacan las reducciones a los programas indígenas (más de 4 mil millones), a los de vivienda (por arriba de los 2 mil millones) y salud (4 mil y pico de millones).

Pero también le pegó a todo lo demás: infraestructura rural (recorte de 5 mil 423 millones), programas agrícolas (3 mil 662 millones), financiamiento rural (mil 476 millones), ganadería (mil 200 millones), investigación e innovación (mil 165 millones), forestal y protección al ambiente, sanidades, pesca y acuacultura y educación agropecuaria. Todo ello sólo en el segundo trimestre de 2016.

De los componentes que registran mayor reducción, detalla el Cedrssa, se encuentran con el 100 por ciento de recorte los programas de concurrencia en materia pesquera y agrícola y Proagro Cultivos Básicos y Estratégicos. Es la misma tendencia de los años recientes de reducir el presupuesto de componentes dirigidos al fomento pecuario conforme avanza el ejercicio presupuestal. Al segundo trimestre de 2016 se registran reducciones a perforación de pozos pecuarios (90.7 por ciento del aprobado), sustentabilidad pecuaria (67.5), investigación y transferencia de tecnología pecuaria (66.7) y Progan Productivo (26), Seguro Médico Siglo XXI (49.6; el objetivo de este programa es financiar el aseguramiento médico universal para niñas y niños menores de cinco años que no sean derechohabientes de alguna institución de seguridad social) y trabajadores agrícolas temporales (37.3).

Entonces, ¿así o más México en movimiento?

Las rebanadas del pastel

Enrique Ochoa se dice comprometido en el combate a la corrupción. Bien, pero que comience por la suya y regrese el millón 200 mil pesos de liquidación que le dio, y él se embolsó, la CFE. Congruencia, ante todo.

cfvmexico_sa@hotmail.com

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