Trump conquista nominación republicana
Escrito por ANSA
Donald Trump conquistó formalmente su nominación republicana a la Casa Blanca y ahora se medirá con su virtual rival demócrata Hillary Clinton en las presidenciales de Estados Unidos del próximo 8 de noviembre.
Lo que le permitió sellar el triunfo del magnate neoyorquino fue el apoyo de los delegados de la convención de Cleveland, donde hoy se realizaba su segunda sesión de trabajo.
Y la que le dio el fatídico umbral de los 1.237 delegados fue la propia delegación de su Nueva York, a la cual se unieron los hijos del magnate, Donald Jr., Eric, Tiffany e Ivanka.
"Felicitaciones papá. Te amamos", dijo Donald Jr., e inmediatamente comenzó a escucharse el tema "New York New York".
Fue justamente este hijo del magnate inmobiliario el que anunció los 89 votos de Nueva York para su padre, con lo que logró oficialmente la nominación republicana.
En el largo proceso de votación, durante el cual cada delegación de estado expresó cómo depositaba sus sufragios a viva voz, el estado de Michigan, en cambio se abstuvo de votar.
El presidente de la convención y líder de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, Paul Ryan, explicó previamente que los delegados votarían "en orden alfabético" y "según las normas" del partido.
En más de 60 años, esta es la primera vez que una figura no vinculada a la élite del partido obtiene la candidatura presidencial. El último fue el general Dwight Eisenhower, héroe de la Segunda Guerra Mundial, quien se transformó en el nominado y eventual presidente en 1952.
Pero muchos consideran que el caso de Trump se parece más al de Wendell Lewiss Willkie (1892-1944), el empresario que entró en la política y se convirtió en el aspirante republicano para las elecciones de 1940, en las que el demócrata Franklin Roosevelt logró su segunda reelección. Ahora falta solo la oficialización de la nominación de Hillary Clinton, en espera de la convención demócrata de Filadelfia de la próxima semana. Y todo estará listo para el desafío final, en la cual los dos contendientes se enfrentarán cara a cara en los debates televisivos a partir de octubre.
Aquella de Trump fue una carrera que desde el inicio de la campaña electoral casi nada de esto había imaginado.
El que se presentaba -y no era la primera vez- como un "extraño", que muchos pensaban iba a salir rápidamente de la contienda.
En cambio Trump se convirtió en el verdadero protagonista de esta temporada política estadounidense, con sus modos decisivos e incluso sus excesos verbales contra el Islam, contra los inmigrantes mexicanos, contra los refugiados sirios. Sin contar las controversias generadas por sus posiciones sexistas y machistas que hicieron enfurecer a muchas mujeres.
Sus posiciones anti-establishment en los últimos meses pusieron en serias dificultades al partido republicano, abriendo de hecho una profunda crisis en la formación histórica de la derecha política estadounidense.
Así el triunfo del magnate neoyorquino no fue indoloro para el Grand Old Party, que llegó dividido a la convención de Cleveland. Con la vieja guardia -desde los McCain a los Bush, pasando por Mitt Romney- puso de hecho fuera de juego a un electorado que en el curso de las primarias eligió mayoritariamente el camino de la antipolítica promovida por Trump.
Aquel mensaje dirigido al vientre del país en un momento en el que el miedo por el terrorismo y las crecientes tensiones que atraviesa Estados Unidos -incluso raciales- mueven parte del electorado sobre posiciones más conservadoras.
De nada sirvieron las últimas resistencias, en verdad débiles, de los anti-Trump llegados a Cleveland.
El magnate logró blindar un partido cuya cúpula -desde el presidente Reince Preibus al titular de la Cámara de los Representantes, Paul Ryan- al final decidió "taparse la nariz" y seguir al controvertido candidato, sin intentar aquel golpe para dejarlo fuera de carrera que muchos esperaban.
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