domingo, 31 de julio de 2016

Violencia en EE.UU.: Donde la maldad oprime

Escrito por  Arnaldo Musa/Especial para Cubasi
Violencia en EE.UU.: Donde la maldad oprime
Llevaría tomos acotar los males de la nación más poderosa militar y económicamente –aún lo es- del mundo, aunque miserable en la puesta en práctica de los derechos humanos.


Siguiendo la tónica de otros estados norteamericanos, Maryland acaba de santificar el asesinato de un afronorteamericano, al absolver a los seis policías culpables evidentes del crimen, sin tomar en cuenta a testigos y videos que atestiguaban el hecho.


Es solo uno entre tantos crímenes no castigados en Estados Unidos, donde en los últimos tiempos ya se ha vuelto a la moda del eslogan “mate un negro”, mientras el candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, culpa al mandatario Barack Obama, a quien acusa de dividir a la nación, por sus proyectos que tienden -solo tienden- a hacer real la igualdad racial y darle una salida al problema de los inmigrantes latinoamericanos, independientemente de su responsabilidad por el record de expulsiones al efecto.

Llevaría tomos acotar los males de la nación más poderosa militar y económicamente –aún lo es- del mundo, aunque miserable en la puesta en práctica de los derechos humanos.

Solo indagando en su interior, no en el feo historial de guerras injustas contra la humanidad, Estados Unidos presenta cifras tan execrables que dejaría atónito a cualquiera que se tomara el tiempo de pensarlas, porque, sin dudas, en esa nación la cultura de la violencia está íntimamente ligada a la propia formación (¿deformación?) ciudadana, es decir, está santificada oficialmente, y en ella se escudan sus violadores.

Conozco que se publican regularmente cifras, más o menos exactas, de lo que sucede allí en este aspecto, independientemente de que muchos casos no son reportados, pero es interesante referirse en este aspecto a la nación que puede borrar al resto del mundo en uno de los momentos de su vida de locura, donde la maldad oprime y hace víctimas o victimarios a una gran parte de sus 316 millones de habitantes.

Unos 21 millones de estadounidenses son víctimas de algún tipo de crimen. Los delitos más comunes son crímenes violentos, abuso infantil, violencia doméstica, delitos por la Internet y fraudes, violaciones de derechos civiles, secuestros y robos, entre otros; muchos se entrelazan y crean un nuevo modelo del llamado crimen organizado, como lo es el tráfico de armas y drogas con el tráfico humano, los secuestros, y el lavado de dinero, cada uno de los cuales formaría parte de un análisis separado. Pero veamos algunos índices que hablan por sí solos:

Una de cada cuatro niñas ha sido abusada sexualmente antes de los 18 años, y alrededor de 300 000 niños son víctimas del mercado sexual. Cada año, cerca de seis millones de niños son maltratados en Estados Unidos, pero, repito,  no todos los incidentes se reportan; uno de cada seis mujeres y uno de cada 19 hombres fueron acosados en algún momento de su vida y como resultado de ello sintieron temor, o creyeron que ellos o alguna persona allegada sufrirían daños o perderían la vida.

Más de 310 millones de armas circulan en Estados Unidos, es decir una tasa de 88,8 por cada cien habitantes. Unas  26 personas por día son asesinadas con arma de fuego allí.

El 77% de los niños de primaria y secundaria en EE.UU.  Han sido víctimas de maltrato por lo menos una vez. Diariamente, unos 160 000 estudiantes faltan a la escuela por temor a ser acosados.

Una de cada cuatro personas ha pagado un soborno a un organismo o funcionario público, durante el último año, según el estudio anual de Transparencia Internacional, en tanto los denominados crímenes cibernéticos cuestan anualmente a la economía norteamericana unos 100 000 millones de dólares.

Unos 22, 5 millones de personas en Estados Unidos de 12 años de edad o mayores usaron alguna droga ilícita o abusaron de medicamentos psicoterapéuticos (como analgésicos, estimulantes o tranquilizantes)

Cada año unas 700 000 personas son víctimas de algún tipo de fraude. Un reciente estudio federal señala que el robo de identidad es uno de los delitos de más rápido crecimiento en Estados Unidos.

Las personas entre 10 y 24 años representan aproximadamente un tercio de las víctimas de homicidios, en tanto, a lo largo y ancho del país habría al menos 20 000 pandillas con cerca de un millón de miembros.

Un niño se pierde cada 40 segundo, 2 100 por día y 800 000 cada año; más de 58 000 fueron secuestrados por un desconocido.

Cerca de 30 000 personas mueren por suicido cada año, la tercera causa de fallecimiento entre los jóvenes de 14 a 25 años y la cuarta  entre niños de 10 a 15, en tanto los intentos de suicidio son cada vez más comunes.

Una de cada cuatro mujeres ha experimentado algún tipo de violencia doméstica. Cada año se reportan cerca de cinco millones de incidentes, y cada nueve segundos es abusada o golpeada por su pareja.

Lo más publicitado, por obvio, son los tiroteos, que es pan de cada día en la nación norteña. De este año, no conseguí datos, pero en una parte del pasado 2015, en los primeros  275 días hubo 294 tiroteos, con 375 muertos y 1 086 heridos, según Mass Shooting Tracker.

Y según el Departamento de Justicia y el Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU., entre el 2001 y el 2011 los incidentes relacionados con armas de fuego dejaron 40 veces más muertos que los ataques calificados por las autoridades de "terroristas".

Esto es parte de la realidad norteamericana, donde la sombra del odio se hace más extensa y cuyas causas y dificultades para borrarla pasan por el afán de lucro de los culpables de la desigualdad, racismo y xenofobia en la rica nación.

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