lunes, 11 de julio de 2016

EE.UU.: Conflicto racial, sucesión de amenazas y más protestas

Escrito por  ANSA

EE.UU.: Conflicto racial, sucesión de amenazas y más protestas
Tras la brutal muerte de dos afroestadounidenses en manos de agentes, Estados Unidos vive una sucesión de amenazas y disparos contra las comisarías en Texas.
Tras la brutal muerte de dos afroestadounidenses en manos de agentes, EE.UU. vive una sucesión de amenazas y disparos contra las comisarías en Texas, protestas que están proliferando en todo el país con el apoyo de celebridades negras de la música y el deporte.

Frente a esta situación, decenas de personas ya fueron arrestadas (230 solo el pasado sábado), entre ellas el líder del movimiento "Black Lives Matter".

En tanto, las últimas investigaciones sobre el francotirador afroestadounidense de Dallas hacen aún más inquietante la vida de los estadounidenses, más después de conocerse que este realizó misteriosas inscripciones con su sangre y se le encontraron detalles de los planes para cometer más muertes devastadoras.

Un Estados Unidos perdido que desde Madrid, etapa final de su último viaje a Europa, el presidente, Barack Obama, intenta invitar a la población a la calma, al respecto, a la recíproca comprensión antes de dirigirse el próximo martes a Dallas para los funerales de cinco policías muertos para intervenir en una ceremonia interreligiosa.

El perfil del francotirador parece alarmante. Los investigadores tomaron nota que mientras estaba encerrado en un garaje después de la tragedia, Micah Johsnon, garabateó algunas cartas con su sangre sobre las paredes, dejando entre otras la firma "Rb" que ahora están intentando descifrar, utilizando también el material secuestrado en su vivienda. Un pequeño arsenal y una agenda de la cual emergió que estaba planificando ataques de "mayores proporciones", entre ellas "explosiones con efectos devastadores en Dallas y en el norte de Texas", como reveló a la cadena CNN el jefe de la policía local, David Brown.

La muerte de Alton Sterling en Baton Rouge, Lousiana, y de Philando Castile en Saint Paul, Minnesota, debe haber acelerado sus proyectos. Pero Johnson improvisó con gran habilidad, documentándose sobre el recorrido de la marcha de protesta y aprovechando el adiestramiento táctico en una escuela local para disparar en movimiento desde los techos, haciendo creer a la policía que los francotiradores eran más de uno.

Luego tomó en juego a los negociadores, contando sus mentiras, ridiculizándolos y cantando, antes de ser muerto por un robot con un artefacto explosivo. Una elección que Brown defendió para no poner en riesgo la vida de otros agentes.

En Dallas la tensión se elevó el sábado por la noche cuando el departamento de la policía fue blindado luego de una serie de amenazas anónimas y a la señalización de un hombre sospechoso en un garaje vecino, donde las unidades especiales no encontraron a nadie. Hoy, en tanto, un automóvil chocó a una patrulla estacionada frente a la casa de uno de los cinco agentes masacrados: se investiga para determinar si se trata de un incidente o de un acto deliberado.

En la noche en cambio algunos disparos de arma de fuego golpeó el departamento de policía en otra ciudad texana, San Antonio, sin herir a nadie: se intenta comprender si hay vínculos con las protestas en curso.

Protestas que continúan pacíficamente en las principales ciudades del país, desde Nueva York a San Francisco. Pero no en Baton Rouge y en Saint Paul, escenarios de brutales muertes que terminaron en la red y donde la ira es muy fuerte.

En la ciudad de Lousiana fueron arrestadas cerca de 100 personas, entre ellas estuvo Deray Mckesson, joven líder del movimiento "Black lives matter", que defiende la causa de los negros contra los abusos de la policía y que filmó en directo su detención. Más tarde McKesson fue liberado.

Otros tantos terminaron esposados en Saint Paul, porque bloqueaban la interestatal 94 que conecta la ciudad a Minneapolis: los agentes tuvieron que usar gases lacrimógenos y 27 de ellos resultaron heridos en los enfrentamientos. Pero una treintena de personas fueron detenidas también en Chicago, convertida en la ciudad más violenta de Estados Unidos, con un triste record de homicidios y crímenes.

Obama invitó a la calma, evitando todo tipo de violencia. "Cualquiera que se preocupe por la justicia y ataca a la policía, sabotea su propia causa, y si comete un delito debe ser perseguido", advirtió. Y comportándose así, perderá aliados en su causa, añadió.

En cambio, continuó el presidente, "mantener un tono respetuoso y veraz ayudará a mejorar la sociedad estadounidense aportando verdaderos cambios, que luego es el objetivo final".

"Creo que la gente, en Estados Unidos, quiere que las relaciones entre la policía y la comunidad mejoren", resaltó.
    
"Pero se necesita también respetar la frustración que sienten estas comunidades. Quiero que todas las partes se escuchen y es aquello que queremos obtener en las próximas semanas", concluyó.

El desafío sigue siendo aquella ardua reconciliación de Estados Unidos entre blancos y negros.

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