Cuauhtémoc Blanco no gobierna Cuernavaca: quien decide y cobra es su mánager, dicen opositores
Ciudad de México, 25 de julio
(SinEmbargo).– José Manuel Sanz Rivera fue manejador de la carrera deportiva de
Cuauhtémoc Blanco Bravo por más de una década, quien en 2000 gestionó su
traslado a Europa, luego su regreso a México y quien, en 2012, finalmente
anunció su retiro del futbol profesional.
Ahora que Blanco Bravo es Alcalde de
Cuernavaca y Sanz Rivera es Secretario Técnico del Ayuntamiento, dice el
presidente estatal del partido que los llevó al poder, el segundo es todavía
quien toma las decisiones por el capitalino y, peor aún, lo hace con la lógica
utilitaria de un representante futbolístico y no como servidor público.
“Básicamente, el problema está en que los discursos se los hace José Manuel, con la gente que se reúne se la dice José Manuel; José Manuel sigue siendo su mánager deportivo, y más que mánager deportivo: un mánager comercial”, dice Eduardo Bordonave Zamora, presidente del Partido Socialdemócrata de Morelos y regidor del Ayuntamiento de Cuernavaca.
“José Manuel quiere ganar de todo; si
Cuauhtémoc se va a reunir con algún grupo, ‘¿qué gana Cuauhtémoc?’ Todo es un
interés de ‘¿qué gana Cuauhtémoc?’; no es ‘¿qué gana Cuernavaca?”, plantea en
entrevista.
Ubicado al sur de la Ciudad de México,
de camino a Guerrero, Cuernavaca es uno de los municipios más afectados por la
presencia de la delincuencia organizada en México. Residencia del presunto
narcotraficante Arturo Beltrán Leyva hasta su violenta muerte en 2009, la
capital morelense presentaba todavía en 2014 las tasas más altas de extorsión,
secuestro, violaciones y robos a mano armada, como lo reportó en 2015 el Consejo
Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
Morelos, a su vez, según el mismo
reporte, ocupó el segundo lugar nacional en el número de secuestros, con 6.22
casos por cada cien mil habitantes, sólo después del Estado de Tamaulipas.
“Los Beltrán Leyva hicieron del Estado
de Morelos su ‘cuarto de abrigo’, su residencia, desde ahí operaban toda su
actividad criminal y delictiva”, dijo este mes el Gobernador Graco Ramírez
Garrido Abreu al periódico Noroeste, al cual afirmó también que su
administración ha “reducido notablemente la actividad delictiva”.
UNA CIUDAD QUE NADIE
GOBIERNA
Para el abogado José Antonio Ortega,
presidente del consejo que difundió el análisis en 2015, sin embargo, la
seguridad pública en Morelos ha mejorado “sólo en el discurso” mientras que, en
Cuernavaca, parece que no hay Gobierno.
“Cuernavaca y buena parte de Morelos siguen sufriendo la violencia, el cobro de derecho de piso, secuestros, homicidios, y yo vería que Cuernavaca es prácticamente una ciudad que no está gobernada por nadie”, dice Ortega.
“Hay un Gobernador que quiere bajar la
inseguridad en el discurso y, en Cuernavaca, un futbolista que no acaba de
entender que llegó al Gobierno para manejar los asuntos públicos y que su
principal obligación es dar paz y seguridad a los ciudadanos”, agrega.
En entrevista, el también cofundador de
la organización México Unido Contra la Delincuencia relata que en diciembre de
2015, poco antes de que Blanco Bravo asumiera la alcaldía, él fungió como
mediador para que se registrara una reunión entre los militares a cargo de la
24a Zona Militar y el nuevo Presidente Municipal de esa ciudad estratégica;
gestión que le había sido solicitada por el empresario y activista morelense
Gerardo Becerra Chávez Hita.
En el encuentro, sin embargo, relata
Ochoa, el equipo que acompañaba a Cuauhtémoc Blanco mostró su falta de
preparación mientras que el Alcalde electo guardó silencio y sólo al final firmó
balones para los soldados.
“Cuando fue electo lo ayudamos, lo
acercamos a las Fuerzas Armadas, le propusimos cosas, pero la reunión fue
frustrante, porque a pesar de que el Ejército tenía planes y le mostraron todas
las tareas que habían estado haciendo, la gente alrededor de Cuauhtémoc no iba
preparada; pensaban que sólo firmando balones iban a gobernar”, dice Ortega.
El abogado identifica como parte del
encuentro en esa ocasión a Roberto Yáñez, coordinador de campaña del partido
local que en 2015 postuló al futbolista.
Este mes, sin embargo, Blanco rompió
también con esta estructura política, destituyó a Yáñez de su cargo como
Secretario General del Ayuntamiento y, junto con él, a otros tres funcionarios
afines a este grupo.
La solicitud de entrevista con Blanco y
Sanz hechas a través de la oficina de comunicación social de la administración
municipal de Cuernavaca no fue respondida.
De acuerdo con Bordonave, las
diferencias derivan de las explicaciones que el partido empezó a exigir a Sanz
hace alrededor más de mes, cuando detectaron que el ex representante
futbolístico estaría haciendo –afirman– gastos excesivos con cargo a los
recursos públicos.
“José Manuel está nervioso de que veamos el tema financiero, y lo que le dijimos básicamente fue sólo ‘regrésalo’; sin embargo, él está en un plan de que él no puede vivir con 35 mil pesos, que él no puede vivir con lo que gana, y en ese sentido pues obviamente es preocupante que en Cuernavaca esté gobernando una persona que esté pensando en el dinero antes que en el servicio público, porque a final de cuentas él está atrás de Cuauhtémoc”, dijo Bordonave en entrevista vía telefónica.
UTILIDADES VS
BIENESTAR
Becerra Chávez de Ita, que es vocero de
la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos, coincidió en el diagnóstico
de que, como el resto de Morelos, Cuernavaca “está mal” en términos de
inseguridad y en que se ha observado la falta de experiencia del futbolista al
frente del Gobierno.
“Se ha dicho que Cuauhtémoc tiene muy
poco de vivir en Cuernavaca, porque, como cuando llegó a la conocida primaria
Benito Juárez, le cambió el nombre (en enero pasado), producto de su misma
inexperiencia”, dice.
“Creo que es un hombre muy bien
intencionado, pero que está en un lugar donde no debería de estar, porque para
ser figura pública se requiere más que se un crack de un equipo importante”,
agrega.
En entrevista vía telefónica, Becerra
menciona que habla también como padre de una funcionaria que trabaja en la
administración de Blanco y que confía en que el futbolista irá aprendiendo
conforme pase tiempo en el servicio público.
“Considero que habría que darle un poco
más de tiempo, en beneficio de los propios cuernavaquenses”, dice.
Sobre Sanz, explica que el también
empresario tiene más tiempo –“unos 10 años”, dice– de vivir en Cuernavaca y que
“está más identificado entre las clase medias”. También, que a los empresarios
en general se les dificulta diferenciar entre lo que se espera obtener de una
empresa y lo que se obtiene al trabajar en el servicio público.
“Sé que era un empresario como yo;
entonces, manejar una empresa y un Gobierno no es lo mismo. Yo siempre les digo
que, si como empresarios queremos utilidades, la ciudadanía lo que quiere [de un
Gobierno] es bienestar, y esto es distinto, y les cuesta trabajo”,
comentó.
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