martes, 2 de junio de 2015

Panamá convoca a indígenas a reanudar diálogos por hidroeléctrica

  • El proyecto hidroeléctrica de Barro Blanco, al occidente de la capital de Panamá.

    El proyecto hidroeléctrica de Barro Blanco, al occidente de la capital de Panamá.

El Gobierno de Panamá solicitó a los indígenas que rechazan la construcción de la hidroeléctrica Barro Blanco, al occidente de la capital, que vuelvan a la mesa de diálogos.
Mediante un comunicado divulgado por la prensa, el Ejecutivo de Panamá ratificó el domingo que “no renuncia al diálogo” y exhortó a indígenas de la comarca Ngäbe Buglé, ubicada en el oeste del país ístmico, a retomar los diálogos abandonados por ellos el pasado 18 de mayo.
El Ejecutivo de Panamá reiteró su firme compromiso de promover el diálogo (con los indígenas que rechazan la construcción de la hidroeléctrica Barro Blanco) y la búsqueda de consenso para mediar acuerdos que beneficien a las partes en conflicto, garantizando los mecanismos de transparencia y responsabilidad, dentro del marco jurídico".
Asimismo, consideró la conversación como la única vía para zanjar el impasse, mientras reiteró su firme "compromiso de promover el diálogo y la búsqueda de consenso para mediar acuerdos que beneficien a las partes en conflicto, garantizando los mecanismos de transparencia y responsabilidad, dentro del marco jurídico".
Igualmente, las autoridades se comprometieron con "todos los valores culturales, ambientales, económicos y religiosos de la población de la comarca Ngäbe Buglé y campesinos", refiriéndose al reciente comunicado de esta etnia realizado el pasado 23 de mayo.
En el documento también se insistió en que las obras están detenidas desde febrero pasado y sólo se ejecutan trabajos puntuales por motivos seguridad a la vida humana, al medio ambiente y a la estructura de la presa.
Esto contradice la versión de los nativos que afirman que Generadora del Istmo, constructora de la hidroeléctrica, ejecuta otras acciones y solo queda el 5 por ciento por construir.
Los Ngäbe Buglé, el pueblo originario más importante de Panamá, se oponen a la edificación de la hidroeléctrica Barro Blanco porque represará el río Tabasará, considerado sagrado por esta etnia.
Argumentan, también, que este proyecto alterará el medio ambiente y trastocará el modo de vida de los pobladores que viven a la ribera del río desde hace muchas generaciones.
Indígenas panameños reclaman la construcción de hidroeléctrica.
 
Los indígenas en reiteradas ocasiones han demandado la paralización de las construcciones en esta zona. En ese mismo contexto, el pasado 8 de mayo, reclamaron a una empresa no identificado por haber recibido 60 mil dólares como compensación por la construcción de una polémica hidroeléctrica en Ngäbe Buglé.
A finales de marzo pasado, los indígenas descontentos y el Gobierno nacional, junto con una comisión por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), iniciaron dialogos en torno al caso mencionado.
Cabe agregar que el pasado diciembre la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CISH) condenó al Estado de Panamá por violar el derecho a la propiedad colectiva y a la protección judicial de las comunidades indígenas.
bhr/ctl/nal

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