A 6 años del golpe contra Zelaya, ¿cómo está Honduras?
El golpe de Estado con el presidente Manuel Zelaya en 2009, quien había sido elegido democráticamente en 2006, significó un deterioro para Honduras, donde los índices de violencia y desigualdad social han aumentado constantemente. Además, la corrupción que envuelve al actual gobierno ha creado un clima de desconfianza en los ciudadanos, que exigen la renuncia del mandatario Juan Orlando Hernández.
Corrupción, inseguridad y descontento social describen la situación actual de Honduras cuando han pasado 6 años desde el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, que fue orquestado por el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) y la oligarquía hondureña. Desde el golpe, fraguado un 28 de junio de 2009, el país centroamericano ha sufrido un grave deterioro económico, político y social. El crimen organizado y el narcotráfico son las principales causas de que la nación sea considerada una de las más peligrosas del mundo. En 2014 hubo 5 mil 802 homicidios, lo que representa un promedio de 15.9 asesinatos al día, según un informe del Ministerio de Seguridad. Por cada 100 mil habitantes hubo 66 homicidios. Mientras que en el 2015 mueren a diario 14 personas y la tasa de homicidios es de 68 por cada 100 mil habitantes.
Su acercamiento a los gobiernos y organismos progresistas de América Latina fue el detonante para que se gestara el golpe en contra de Manuel Zelaya.
En 2005, Zelaya, del Partido Liberal, fue elegido presidente de Honduras y asumió el 27 de enero de 2006. Su primera acción fue reforzar la democracia al aprobar la Ley de Participación Ciudadana, que permitía consultas populares sobre asuntos nacionales. Con su llegada al poder, la situación económica de Honduras experimentó una gran mejoría. Prueba de esto que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas clasifica al país en el primer lugar de las naciones con mayor crecimiento económico en la región y con la tasa de inflación más baja de los últimos quince años. En 2008, Honduras se integra en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que fue fundado por Cuba y Venezuela. Gracias a esta acción, la nación se benefició de Petrocaribe y consiguió con crédito el 40 por ciento de petróleo adquirido con una tasa de interés del 1 por ciento en un periodo de 25 años. Los beneficios de Petrocaribe permitieron a Zelaya destinar más recursos para programas sociales y realizó grandes inversiones en el sector salud y educación. Además, aumentó el salario mínimo de 11 por ciento en 2007 a 60 por ciento en 2008. Consulta popular Para el 2009, el presidente Zelaya propuso una consulta popular para elegir una Asamblea Constituyente, cuyo propósito sería modificar la Constitución de 1981. Sin embargo, esto fue rechazado por el Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía General, la Corte Suprema de Justicia y el Congreso Nacional, manejados por los conservadores. Para el 28 de junio, cuando se tenía prevista la consulta popular, el ejército se negó a distribuir las urnas electorales y Zelaya tuvo que importar el material desde Venezuela. Esto ocasionó una crisis política, que se agravó con la renuncia del ministro de Defensa y los jefes de las tres fuerzas militares de ese país. El Golpe El golpe de Estado contra el presidente Zelaya ocurrió en la madrugada del 28 de junio de 2009, cuando fue sacado a la fuerza de su residencia y expulsado a Costa Rica. Ningún gobierno del mundo reconoció a la junta golpista que se instaló en el país centroamericano. La comunidad internacional, en especial los Gobiernos progresistas de Latinoamérica, condenaron el golpe de Estado contra el mandatario hondureño por considerarlo inconstitucional. Poco después de haber sido expulsado, para julio de 2009 Zelaya intentó regresar a Honduras, pero el ejército impidió que su avión aterrizara. Incluso se registraron varios heridos porque los militares dispararon contra el pueblo que se acercó para recibir a su presidente. No es hasta que Porfirio Lobo asume la presidencia de Honduras, quien es elegido mientras el país se encontraba bajo estado de sitio, cuando Zelaya pudo reintegrarse a la vida política nacional.
En septiembre de 2010 es elegido diputado y funda un nuevo movimiento político llamado Libertad y Refundación. En 2013 su esposa, Xiomara Castro de Zelaya, se presenta a las elecciones presidenciales, que ganó el actual presidente Juan Orlando Hernández a pesar de acusaciones de fraude.
Tras el golpe de Estado contra Zelaya, el crecimiento económico del país experimentó una desaceleración. Entre 2006 y 2008, el crecimiento promedio anual del Producto Interno Bruto PIB fue de 5,7 por ciento, mientras que del 2010 al 2013 el crecimiento promedio anual fue de 3,5 por ciento. Con la llegada de Zelaya al poder en el 2006, la desigualdad económica se redujo durante cuatro a;os consecutivos, pero en el 2010 inició una tendencia al alza al punto de que en la actualidad Honduras tiene la distribución del ingreso de mayor desigualdad en América Latina. Prueba de esa profunda desigualdad fue que tan solo dos años después del golpe, más del 100 por ciento de todas las ganancias en el ingreso real fueron percibidas por el 10 por ciento más rico de hondureños. Entre 2006 y 2008 el gasto social, en educación y salud aumentó como porcentaje del PIB, pero a partir del 2010, éste empezó a reducirse paulatinamente. Además, durante el Gobierno de Zelaya la tasa de pobreza tuvo una caída de 7,7 por ciento, mientras que la pobreza extrema cayó 20,9 por ciento. Esto desmejoró entre 2010 y 2012, cuando la tasa de pobreza aumentó 13,2 por ciento y la de extrema pobreza subió 26,3 por ciento. Por otro lado, la cantidad de personas en situación de desempleo, que era de 6,8 por ciento en 2008, subió a un 14,1 por ciento en 2012. Asimismo, el número de personas que trabajaba a tiempo completo sin percibir salario mínimo aumentó del 28,8 por ciento de la fuerza laboral en 2008 hasta un 43,6 por ciento en 2012.
La corrupción es otra de las aristas que ha colaborado con las desmejoras sociales en Honduras. Desde 2013, se iniciaron las acusaciones contra el actual presidente Juan Orlando Hernández por haber desviado fondos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) para su campaña electoral. En el 2014 estalló el escándalo, cuando se conoció que el IHSS sufrió un desfalco de 200 millone de dólares, tras lo cual miles de hondureños salieron a la calle a protestar, pues este instituto tenía 1.6 millones de asegurados. En 2015, el Ministerio Público acusó al director de la institución, Mario Zelaya por desviar 210 millones de dólares. Tras ello fue arrestado junto a otros dos exministros. El resto de la junta directiva espera el juicio en libertad. La corrupción que envuelve al actual Gobierno y la falta de celeridad en las investigaciones han ocasionado que los ciudadanos se movilicen en las llamadas Marchas de las Antorchas para protestar contra el fraude del instituto se seguro social y exigir la renuncia de Juan Orlando Hernández.
Asesinatos de periodistas:
El Comisionado Nacional de Derechos Humanos de Honduras (Conadeh), Roberto Herrera, denunció que entre 2014 y lo que va de 2015 murieron de manera violenta en el país 14 personas vinculadas con los medios de comunicación, entre periodistas, comunicadores sociales y propietarios.
Entre noviembre de 2003 y lo que va de 2015 en el país han fallecido de manera violenta al menos 54 personas ligadas a esas actividades y unas cien dicen haber recibido amenazas de muerte. A decir del propio organismo, el 94 por ciento de esos casos permanecen en la impunidad.
Golpe contra Zelaya: ¿Por qué?
Su acercamiento a los gobiernos y organismos progresistas de América Latina fue el detonante para que se gestara el golpe en contra de Manuel Zelaya.
Un país en decaída
Tras el golpe de Estado contra Zelaya, el crecimiento económico del país experimentó una desaceleración. Entre 2006 y 2008, el crecimiento promedio anual del Producto Interno Bruto PIB fue de 5,7 por ciento, mientras que del 2010 al 2013 el crecimiento promedio anual fue de 3,5 por ciento. Con la llegada de Zelaya al poder en el 2006, la desigualdad económica se redujo durante cuatro a;os consecutivos, pero en el 2010 inició una tendencia al alza al punto de que en la actualidad Honduras tiene la distribución del ingreso de mayor desigualdad en América Latina. Prueba de esa profunda desigualdad fue que tan solo dos años después del golpe, más del 100 por ciento de todas las ganancias en el ingreso real fueron percibidas por el 10 por ciento más rico de hondureños. Entre 2006 y 2008 el gasto social, en educación y salud aumentó como porcentaje del PIB, pero a partir del 2010, éste empezó a reducirse paulatinamente. Además, durante el Gobierno de Zelaya la tasa de pobreza tuvo una caída de 7,7 por ciento, mientras que la pobreza extrema cayó 20,9 por ciento. Esto desmejoró entre 2010 y 2012, cuando la tasa de pobreza aumentó 13,2 por ciento y la de extrema pobreza subió 26,3 por ciento. Por otro lado, la cantidad de personas en situación de desempleo, que era de 6,8 por ciento en 2008, subió a un 14,1 por ciento en 2012. Asimismo, el número de personas que trabajaba a tiempo completo sin percibir salario mínimo aumentó del 28,8 por ciento de la fuerza laboral en 2008 hasta un 43,6 por ciento en 2012.
En junio de 2015, el Ministro de Trabajo y Seguridad Social (STSS) Carlos Madero, reconoció que seis mil 500 personas quedaron desempleadas por la reducción en las instituciones estatales impulsada por el Gobierno de Juan Orlando Hernández.
Hondureños contra la corrupción
La corrupción es otra de las aristas que ha colaborado con las desmejoras sociales en Honduras. Desde 2013, se iniciaron las acusaciones contra el actual presidente Juan Orlando Hernández por haber desviado fondos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) para su campaña electoral. En el 2014 estalló el escándalo, cuando se conoció que el IHSS sufrió un desfalco de 200 millone de dólares, tras lo cual miles de hondureños salieron a la calle a protestar, pues este instituto tenía 1.6 millones de asegurados. En 2015, el Ministerio Público acusó al director de la institución, Mario Zelaya por desviar 210 millones de dólares. Tras ello fue arrestado junto a otros dos exministros. El resto de la junta directiva espera el juicio en libertad. La corrupción que envuelve al actual Gobierno y la falta de celeridad en las investigaciones han ocasionado que los ciudadanos se movilicen en las llamadas Marchas de las Antorchas para protestar contra el fraude del instituto se seguro social y exigir la renuncia de Juan Orlando Hernández.
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