El desayuno en América Latina
En América Latina nos tomamos bastante en serio el momento del desayuno, sobretodo en los países del norte de esta parte del continente. Las diferencias en la cantidad y variedad subyacen en aspectos climáticos y con las diferentes dinámicas del día a día, que también afectan la cantidad de tiempo que se tenga para desayunar.
Los ingredientes son muchos, pero siempre está presente el carbohidrato en forma de harina de trigo o maíz, y también es bastante común entre los países, el consumo de proteínas animales y vegetales en la mayoría de los casos.
Existen muchos conteos que posicionan a los mejores desayunos de América Latina, y en su mayoría, incluso aquellos editados en Estados Unidos o Inglaterra como Thrillist, colocan a la arepa venezolana como el número uno por diferentes razones: su versatilidad, la variedad de rellenos y su importante valor nutritivo y poco calórico en algunos de sus tipos. La arepa venezolana suele consumirse comúnmente rellena y acompañada con un jugo de frutas natural o café, su tamaño permite mantenerse saciado hasta la llegada del almuerzo.
Sin embargo, la versión colombiana, también es conocida internacionalmente. En el desayuno es consumida como acompañante de un sofrito, que no es más que huevos revueltos con tomate y cebolla, también es consumida junto a un jugo de frutas y café.
El maíz sigue siendo un elemento común que llega hasta México, donde el desayuno puede ser unos chilaquiles, que son trozos de tortilla de maíz, acompañados de un guiso de carne, cerdo o pollo, o las conocidas quesadillas, y alguna versión tex mex que también se ha popularizado, tal es el caso de las enchiladas o los tacos montados, que se les coloca un huevo frito, tendencia que se ha extendido fuera de las fronteras mexicanas y en varias regiones de los Estados Unidos.
Por otra parte, otros desayunos que no son muy conocidos, pero que son considerados también entre los mejores, son los de Costa Rica y República Dominicana. En primer lugar, el costarricense Gallo Pinto, es un plato delicioso lleno de diferentes texturas y sabores, ya que se trata de una mezcla de trozos de pollo, arroz, frijoles, huevos revueltos, un poco de perejil acompañados de una tortilla, todo en el mismo plato. Mientras que los dominicanos, acostumbran desayunar una especie de puré de plátano verde llamada Mangú, que puede ser mezclada con diversos ingredientes como el huevo, la leche, salami o queso.
Perú y Ecuador tienen formas de desayuno muy similares, lo cual llama mi atención, porque suelen ser desayunos pesados aunque se coman en la calle en pequeños puestos o carritos o vendidos en grandes cestas o recipientes plásticos.
Se trata del mote, que es un grano de maíz grande y blancuzco con cueros de cerdo o chicharrón, acompañado de una ensaladilla parecida al pico de gallo, que es de tomate y cebolla picados finamente. También es costumbre en Ecuador las empanadas (morocho, verde o viento) así como los populares bolones de plátano, que son, valga la redundancia, bolas de plátano rellenas de queso o carne.
Ya cuando empezamos a movilizarnos en los países andinos a través de Bolivia hasta Chile y Argentina, el panorama es bastante diferente, ya que nos encontramos con desayunos dulces, como el caso de los pastelillos franceses o ‘facturas’ en Argentina, que van desde las conocidísimas medialunas o croissants, pasando por pasteles de crema, mermelada o dulce de leche.
En Bolivia por su parte uno de los platillos favoritos son las empanadas salteñas horneadas, que poseen un guiso de carne con cebolla y condimentos dentro de una masa de trigo medianamente gruesa.
Esto es en cuanto a desayunos tradicionales, más sin embargo, la influencia norteamericana e inglesa no nos es ajena a ninguno de nuestros países, por lo que también tenemos preferencia por los cereales con leche o yogurt, así como los pancakes o panquecas, que en el caso de Venezuela, por citar un ejemplo, cuando se consumen de forma casera, incluso se les coloca el queso blanco salado tan común en esas tierras.
Naturalmente, el sándwich en todas sus variedades y tipologías también es de las opciones más rápidas y prácticas, dejando a veces la preparación de un desayuno completo para los fines de semana, domingos o incluso vacaciones, cuando nos tomamos un poco de tiempo para reconectar con nuestras raíces.
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