Exdictador de Panamá pide perdón por sus crímenes
El exdictador panameño, Manuel Noriega.
El exdictador panameño, Manuel Noriega, tras 25 años en prisión, rompió finalmente su silencio para pedir perdón por sus acciones durante las dos décadas de gobierno militar en Panamá.
“Cierro el ciclo militar como el último general de ese grupo, pidiendo perdón como comandante (en) jefe y como jefe de gobierno (…) Pido perdón a toda persona que se sienta ofendida, afectada, perjudicada o humillada por mis acciones o de mis superiores en el cumplimiento de las órdenes o de la de mis subalternos dentro del estatus de responsabilidad de mi Gobierno civil y militar”, leyó Noriega en una declaración frente a una televisión local.
Cierro el ciclo militar como el último general de ese grupo, pidiendo perdón como comandante (en) jefe y como jefe de gobierno (…) Pido perdón a toda persona que se sienta ofendida, afectada, perjudicada o humillada por mis acciones o de mis superiores en el cumplimiento de las órdenes o de la de mis subalternos dentro del estatus de responsabilidad de mi Gobierno civil y militar”, leyó Noriega en una declaración frente a una televisión local.
El conocido como “hombre fuerte” de Panamá, con 81 años, hizo esa primera declaración histórica desde el penal El Renacer, un centro para reos de baja peligrosidad, rompiendo así un silencio mantenido desde 1996 tras una entrevista en prisión.
Noriega, asimismo, aseguró haber reflexionado sobre los perjuicios y las humillaciones que cometió, ordenó o propició. Sin embargo, evitó contestar sobre el caso del opositor Hugo Spadafora, decapitado en 1985 y por cuya muerte fue condenado a 20 años de cárcel.
En su declaración, en la que utilizó muchas referencias religiosas, manifestó que en un futuro podría hacer nuevas revelaciones. “Dios primero, las circunstancias nos darán la oportunidad de presentar las verdades desconocidas”, explicó.
De igual manera insistió en que sus palabras son resultado de conversaciones con su familia y la Iglesia para propiciar “un acto de contrición” en un intento por “cerrar el ciclo” de la era militar en beneficio del país centroamericano.
Después de estas declaraciones, los familiares de las víctimas de la época militar del régimen de Noriega, dijeron que dudan de su arrepentimiento y no creen que sea honesto.
Noriega gobernó desde 1983 hasta su derrocamiento en 1989, después de que Estados Unidos interviniera militarmente en el país y lo llevara de vuelta a su territorio para enjuiciarlo por cargos de narcotráfico y lavado de dinero.
Transcurridas más de dos décadas, se desconoce todavía la cifra de muertos, las pérdidas económicas y el trauma ocasionado por la masacre de la población civil.
mpv/ybm/hnb
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