Falsos positivos para un clima de golpe en Venezuela
Escrito por Jorge Ángel Hernández, especial para CubaSí
El Diario español El País, siempre orgánico en su rol de opositor al gobierno legítimo constitucional venezolano, se hace eco de los falsos positivos que, sin demostraciones concretas, ha estado manejando la Mesa opositora para intentar legitimar un clima favorable al golpismo.
Se trata de un paso más en la conjura internacional contra la democracia venezolana en nombre, más no faltaba, de la democracia. La introducción del libelo con que inician diciembre es un primor, pues comienza de un modo conceptual que remeda el academicismo de los estudiosos y queda en la autofagia del más ramplón positivismo.
Así, luego de tan doctas doxas, la condena al filogolpista Leopoldo López, implicado con pruebas en hechos violentos, ha sido considerada por cinco arietes del libre ejercicio político a nivel internacional (dos miembros de la banda de los expresidentes: Felipe González y Ricardo Lagos, el primer ministro británico David Camerun, el presidente español Mariano Rajoy y el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland), y por la ideología oficial –única permitida por este demócrata periodismo– como una condena política.
El propio fiscal que huyó de Venezuela a los Estados Unidos reconoció que no pudo sustraer pruebas del supuesto amaño del juicio. Su comportamiento en las vistas demuestra, más bien, que fue él quien trató de desviar las culpas del acusado, esquivando sus más críticas responsabilidades. Sin embargo El País prefiere dar crédito a la versión, sin pruebas, de la falta de pruebas para la condena de Ledezma y López. Ningún demócrata de tan raigal anticomunismo, como los tan interesados en derrocar a toda costa el chavismo, considera la justicia del otro como tal. Ni le conceden valor al argumento de la alteridad política.
Pudiéramos seguir desmontando falsos positivos, nada complejos incluso para un desconocedor de las intríngulis legales y el ejercicio del derecho. Seguir demostrando incluso con hecho inmediatos la separación de poderes en la República Bolivariana de Venezuela. Pero, como se trata de un patrón de opinión organizado en forma de conjura, al que se debe responder para constitucionalizar la carrera hacia el golpismo, nada será tenido en cuenta: seguirán repitiendo las mentiras y continuarán sentenciando con su juicio mediático autocrático.
Todo por garantizarle a la oposición venezolana el único de los climas posibles para su ascenso al poder: el golpe de estado; con un filón parlamentario para este diciembre de 2015.
El llamado al cambiazo de las Fuerzas Armadas, fieles a lo que constitucionalmente han elegido los venezolanos, tampoco es considerado por este activo Diario como una incitación golpista, sino como un llamado a rectificación que su propio libelo califica de “sentido alegato a favor de la subordinación del estamento militar a las decisiones que tome la ciudadanía.” ¿Pretende la MUD que las Fuerzas Armadas respondan dócilmente a su preanunciado grito de ¡fraude!? Las guarimbas que causaron muertes y mutilaciones fueron, también para El País, “manifestaciones pacíficas”. Y si, como lo reconocen, la Guardia Nacional se ha comportado correctamente en todas y cada uno de las 19 elecciones precedentes, ¿por qué habría que sospechar que se comportaría de otro modo en esta ocasión, que son apenas las parlamentarias?
No es tan difícil responder por qué este desfile de incoherencias continúa entronizándose entre los monopolios mediáticos: se sienten más cerca de la situación golpista y se ha intensificado la conjura internacional contra el gobierno legítimo y su accionar constitucional. A fin de cuentas, y ya que el propio Lagos y Rajoy se firman, tan orondos, podrían haber salpicado sus doxas con citas de los “demócratas” Franco y Pinochet, más creíbles y afines a sus reales intenciones.
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