Macri ya empezó
Escrito por Arnaldo Musa/Especial para CubaSí
Gobernando por decreto, dejando a un lado el Parlamento donde es minoría, el nuevo presidente ya enseñó orejas y garras.
Mientras convoca hipócritamente al diálogo –toda una cortina de humo-, el presidente argentino, Mauricio Macri suprimió las sesiones del Congreso, donde sus partidarios son minorítarios, y comenzó a gobernar por decreto, demostrando la falsedad de su “republicanismo” y su entrega a la oligarquía, al “liberar” al dólar de su cepo”, con lo cual devaluó el peso argentino, que ahora es de unos 15 por cada billete estadounidense, y abrió un ciclo que conducirá ineluctablemente a una gran inflación.
Lo escandaloso de todo esto es que también liberó de impuestos a los exportadores e importadores agrarios e industriales, mermando así una entrada monetaria necesaria a la implementación de los programas sociales.
Tal como está ocurriendo ahora en Guatemala, la liberación impositiva a los agroindustriales está acompañada de la negativa del aumento salarial a los trabajadores y el posible incremento del 80% a los productos cárnicos y sus derivados, y todo eso a solo unos pocos días de comenzar su mandato.
Es decir, subrayo, con simples decretos y hasta meras resoluciones del Banco Central y de algún Ministerio impone un ajuste que impacta en la vida de millones de argentinos, como la mencionadas devaluación del peso y la baja de retenciones a la oligarquía agropecuaria, pasos que preceden a la posibilidad de arreglos con los especuladores “fondos buitres”, ya rechazados por el anterior gobierno, que dejó a un país desendeudado, luego de haber reconocido, su dolorosa derrota en unas elecciones transparentes, sin lugar a dudas un fuerte golpe a los esfuerzos integradores de la región.
Pero antes de la devaluación del peso, ya Macri había enseñado las uñas en el plano político, al desactivar el Memorando de Entendimiento con Irán, que tenía coma objetivo crear una comisión de la verdad, para desentrañar las responsabilidades en el atentado contra una institución del sionismo israelí.
¿Regreso a los ’90?
El nuevo gabinete de Macri es una demostración que los únicos que pueden estar de fiesta son las multinacionales, los banqueros y la oligarquía agroindustrial.
Ello se deriva al conocerse los nombres de ministros como Sergio Bergman, Oscar Aguad, José Aranguren y, Patricia Bullrich, entre otros, de triste historia reciente.
Ya en las calles de la nación se hablaba de que el 10 de diciembre asumieron el poder “Alí Babá y los 40 ladrones”.
El comentarista Raúl Cuello asegura que Macri está exento de odio, rencor y revanchismo, al tiempo que elogia a los colaboradores Prat Gay, Sturzenegger y Frigerio, porque, según él, además de ser buenos economistas, tienen la vocación, la idoneidad, la responsabilidad y la honestidad que se requieren para llevar adelante sus gestiones.
Se lamenta que el sector privado no haya crecido en los últimos cuatro años y sí el narcotráfico y la inseguridad, temas explotados hábilmente por la oposición en la campaña electoral.
Para solucionar” estos problemas, el mandatario tiene un gabinete presidido por Marcos Peña, su jefe de campaña, algunos de los cuales son calificados de corruptos, gerentes de multinacionales, artífices en la fuga de dinero, etcétera.
Por ejemplo, el ya mencionad Alfonso Prat Gay trabajó en importantes puestos del JPMorgan en oficinas de Buenos Aires, Londres y Nueva York. Administrador de la fortuna de Amalia Lacroze de Fortabat, le costó estar involucrado en los “escándalos financieros” del HSBC, debido a un depósito “bajo su supervisión” de 68 millones de dólares “ausentes” para el fisco.
Ricardo Buryaile: ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, es ganadero y fue dirigente de Confederaciones Rurales Argentinas. Mantiene estrechas relaciones con las patronales del campo.
Guillermo Dietrich, de Transporte, desarrolló su actividad en el ámbito privado, liderando una empresa familiar propietaria de una de las principales agencias de automóviles en Argentina, indicándose como evasor de impuestos.
Patricia Bullrich, de Seguridad, sobresalió por su lealtad a Carlos Menem como lo es ahora con Macri. Los trabajadores recuerdan bien su paso por el Ministerio de Trabajo durante la presidencia de Fernando de la Rúa, ya que fue la encargada de aplicar el decreto que estableció la reducción del 13% de los haberes de los trabajadores estatales y de las jubilaciones.
Sin dudas, serán muy útiles al flamante presidente en su plan de tener a Argentina en el cepo de donde acaba de liberar al dólar.
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