BUENOS AIRES (Sputnik) — La dirigente social argentina Milagro Sala, líder de la organización barrial Tupac Amaru arrestada desde hace seis meses en la provincia de Jujuy (norte), amenazó con atentar contra su vida y responsabilizó al gobernador de esa jurisdicción, Gerardo Morales, de las condiciones de su detención.
"No me quedan ganas de vivir", señaló en declaraciones a Radio Vorterix.
© AP PHOTO/ NATACHA PISARENKO
La actual diputada del Parlasur fue citada este jueves en los juzgados de instrucción de la capital jujeña, San Salvador de Jujuy, para ser notificada de una nueva imputación en una causa penal que investiga el presunto desvío de fondos destinados a la construcción de viviendas sociales, y en la que también está siendo investigado el exgobernador peronista de esa provincia Eduardo Fellner.
La líder de la organización barrial contó que estuvo "muy bajoneada, llorando mucho y queriendo atentar contra" su vida al estar atravesando un período "muy duro".
"Si me han destruido todo, ¿qué ganas me quedan por vivir?", insistió la dirigente social.
Sala acusó a las autoridades provinciales de dañarla psicológicamente y de perjudicar a su familia, e insistió en que las condiciones de su detención no son las que mostró el Gobierno provincial con la publicación de unas fotos de su celda.
La legisladora advirtió además que no va "a responder" a un pedido de notificación sobre una de las últimas imputaciones, a riesgo de que la "declaren en rebeldía", por el supuesto delito de "privación ilegítima de la libertad" de un bebé en 2011.
La Justicia jujeña investiga a la dirigente de la Tupac Amaru por una decena de causas en la que también está acusada de fraude a la administración pública, asociación ilícita y extorsión.
Uno de los procesos judiciales principales investiga si Sala se quedó con 29 millones de pesos (2,1 millones de dólares) destinados a la obra pública.
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