Rusia: Al-Asad es el único que puede frenar el avance de EIIL
El Consejo de Seguridad Nacional de Rusia considera que el presidente sirio, Bashar al-Asad, es la única opción que puede impedir el avance del grupo terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
“En el caso de un posible derrocamiento del Gobierno de Al-Asad, el siguiente objetivo del EIIL sería Arabia Saudí y los otros países árabes ribereños del Golfo Pérsico; así que Al-Asad y el Ejército sirio son la última muralla y la última válvula de seguridad”, ha afirmado este jueves el subsecretario del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, Evgueni Loukianov.“En el caso de un posible derrocamiento del Gobierno de Al-Asad, el siguiente objetivo del EIIL sería Arabia Saudí y los otros países árabes ribereños del Golfo Pérsico; así que Al-Asad y el Ejército sirio son la última muralla y la última válvula de seguridad”, ha afirmado Evgueni Loukianov.Si cae el Gobierno de Damasco, agrega, los cinco mil ciudadanos saudíes que luchan en las filas del EIIL volverían a su país y eso supondría un gran peligro para el reino saudí, ya que esas personas no saben más que matar.
De acuerdo con Loukianov, si el Gobierno de Damasco es derrocado, ninguno de los países del mundo, incluso Rusia, saldrá ileso de las amenazas del terrorismo y sus consecuencias.
El EIIL es diferente de los otros grupos terroristas y no solo se limita a actos terroristas, sino también busca dominar los territorios de diferentes países y establecer un califato en ellos, explica el titular ruso.
Al final, Loukianov reitera el compromiso de Rusia para exportar armas ligeras a Siria, definida en los contratos pactados entre los dos países y asegura que estas armas no están incluidas en las sanciones impuestas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra el país árabe.
Según el Gobierno sirio, “unos 80 mil mercenarios extranjeros procedentes de Turquía y Jordania se han unido a las filas de los grupos extremistas que operan en Siria para combatir al Ejército sirio”.
De acuerdo con estimaciones de la ONU, un 15 % de los extranjeros que forman parte de células terroristas, después de regresar a su país de origen pueden mantenerse activos y cometer actos de violencia.
Desde marzo de 2011, Siria es escenario de sangrientos conflictos armados provocados por mercenarios procedentes de varios países del mundo que reciben el apoyo de Occidente y sus aliados regionales para derrocar al Gobierno legítimo del presidente Bashar al-Asad.
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