Occidente saca provecho de expandir miedo de EIIL
Por: Brandon Martinez*
Como era de esperar, el horror que expandieron recientemente los titulares de los medios de comunicación canadiense, parte de la propiedad sionista, por las actividades del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), está siendo utilizado por el régimen neoconservador de Ottawa para otorgar poderes más amplias a la agencia de espionaje de Canadá (CSIS) para espiar a los ciudadanos y proteger la identidad de los informantes.
“El gobierno federal se enfrentará a un desafío severo - incluso a nivel constitucional - si aprueba una nueva legislación para dar más poderes legales a sus espías”, opinó un ciudadano de Ottawa.
La nueva enmienda a la ley que rige el CSIS, concede más libertad a la agencia de espionaje de Canadá para colaborar con la red de espionaje “Five Eyes” compuesta por los Estados Unidos, el Reino Unido, Australia y las agencias de espionaje de Nueva Zelanda. El exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, en inglés), Edward Snowden, reveló que la red “Five Eyes” ha estado implicada hasta el cuello en actividades ilegales de espionaje a las que fueron sometidos millones de sus propios ciudadanos.
“Esta segunda medida”, continuó el ciudadano, “daría a informantes de CSIS el mismo anonimato que tienen los de la Policía, que no están sujetos a interrogatorio y pueden declarar bajo la condición de anonimato, incluso ante jueces de primera instancia”.
Los informantes del Gobierno canadiense, más que probablemente, son los responsables de incitar o apoyar el 'terror' que CSIS afirma haber frustrado - al igual que su contraparte en los EE.UU. que dice que lo ha hecho una y otra vez. (Ver La fábrica del terror: Dentro Guerra Fabricado del FBI contra el Terrorismo, escrito por Trevor Aaronson)- Hay que aceptar que esta metodología maquiavélica de provocar problema, reaccionar ante ello y solucionarlo nunca falla.
Mientras Canadá, Australia y el Reino Unido se esfuerzan para capacitar sus agencias de espionaje y endurecer sus fraudulentas leyes “antiterroristas” bajo el falso pretexto de "complots terroristas" de EIIL, este grupo lleva todas las características de operaciones de espionaje de inteligencia.
Esto es todo lo que significa la amenaza EIIL - la creación de un falso pretexto para que nuestros gobiernos puedan despojarnos de nuestra libertad y acabar con la disidencia.
El primer ministro británico, David Cameron, dio a conocer la verdad que hay detrás de la campaña de terror de EIIL - silenciar a los críticos de la guerra contra el terrorismo y a los escépticos sobre las versiones que dan los Gobiernos de EE.UU. y del Reino Unido de 09.11 y 07.07. En septiembre, Cameron pronunció un discurso extraño en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el que precisó con arrogancia:
“Las evidencias que echan luz sobre los antecedentes de los condenados por el terrorismo, demuestran claramente que muchos de ellos, fueron influenciados inicialmente por predicadores que alegan no fomentar la violencia, mientras cuya visión del mundo puede ser utilizada como una justificación para un acto violento…Diseminar mentiras: que el 11.09 fue un complot judío y los atentados de Londres de 07.07 fueron un espectáculo y la idea de que los musulmanes, a consecuencia de una actitud deliberada de políticos occidentales, son perseguidos por todo el mundo, el concepto de un inevitable choque de civilizaciones. Debemos ser claros: para derrotar el extremismo, necesitamos hacer frente a todas las formas de extremismo - no sólo el extremismo violento”.
Más y más personas están despertando a la realidad de que el 09.11, 07.07 y otros atentados terroristas importantes en el Occidente, fueron maquinaciones de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, el Reino Unido y el régimen israelí con el fin de proporcionarles un pretexto para poner en marcha el plan trazado por los sionistas de lanzar una guerra contra los enemigos del régimen de Israel con la excusa de luchar contra un terrorismo ficticio. Muchas personas, ya están aprendiendo sobre el oscuro legado del sionismo y están empezando a hablar de ello.
El creciente interés del público por las teorías alternativas sobre el 09.11, 07.07 y otras falsas banderas, ha alarmado a los existentes poderes occidentales, cuya actual Diplomacia se basa en las grandes mentiras que rodean estos eventos. Si las verdaderas historias de 09.11 y 07.07 salen a la luz, el público estadounidense y británico se alzarán contra los regímenes injustos y criminales que les dominan. Las élites desleales no pueden permitir que eso suceda, de ahí la insistencia de Cameron en que “los extremistas no violentos” - los que buscan la verdad sobre 11.09 y 07.07, los antisionistas y etc. - son semejantes a los mercenarios decapitadores takfiríes de EIIL y deben ser tratados como tal.
La “guerra civil” montada en Siria, al igual que la anterior en Libia, sigue una política sionista deliberada de desestabilización. Siria, al igual que Irán, es uno de los últimos bastiones de resistencia contra la hegemonía israelí en la región y por lo tanto, ha sido condenada a la extinción por los mismos de siempre y sus perros falderos occidentales.
Aparte de ser impedimentos para el imperio israelí, países como Siria, Irán, Libia, Irak y otros objetivos de estas artimañas políticas, han sido resistentes a los intentos globalistas para importar una degenerada monocultura estadounidense a sus territorios. Estos países, afirmaron su soberanía contra el imperialismo cultural - con sede en Washington - que trata de exportar MacDonalds, Burger King y Wal-Mart a las cuatro esquinas del mundo. Los globalistas quieren construir un centro comercial global sobre las ruinas de las culturas tradicionales.
A diferencia de los EE.UU. y gran parte del desarraigado Occidente, los pueblos de Oriente Medio han sido ampliamente educados acerca de la amenaza mundial de sio-estadounidense. En lugar de tragar Big Mac o escuchar las podridas letras de Kanye West, el Oriente Medio está siendo informado sobre temas de importancia global. En vez de leer revistas amarrillas y seguir la degeneración de las celebridades, los iraníes están leyendo el libro antisionista; Los protocolos de los sabios de Sion.
Los sionistas neoconservadores como Daniel Pipes, David Aaronovitch y Jonathan Kay han denunciado sistemáticamente la cultura de “conspiración” que emana de las sociedades musulmanas homogéneas. De esto se trata el libro de Pipes “La mano oculta: Los miedos de conspiración en Medio Oriente” y también el documental de Aaronovitch, “Culpar a los judíos”. La realidad es que, el mundo musulmán ha descubierto el plan del juego maquiavélico que siguen los sionistas y por lo tanto, está siendo castigado por no sucumbir a su decadente mitología excepcionalista.
La que los sionistas y sus cohortes de Big Money quieren, es una masa muda y reducida a meros consumidores materialistas. Un mundo miserable, compuesto de gente tatuada, fumadores empedernidos, cazadores del dinero y tragones de hamburguesas con cabezas huecas es lo que agrada a la élite adinerada.
Los sionistas de Escuela de Frankfurt, conquistaron gran parte de Occidente a través de la promoción de las distorsionadas y degeneradas normas sociales, debilitando así la cultura tradicional de sus países de acogida y desarraigarla. Dado que los países y naciones de Oriente Medio han neutralizado las conspiraciones de los imperialistas culturales, los Ejércitos globalistas de Occidente les han asediado.
Pero, todavía hay un rayo de esperanza en el Occidente a medida que más gente se familiariza con la verdad sobre el 09.11, 07.07 y la engañosa “guerra contra el terror”. Sólo el tiempo dirá si este será suficiente para prevenir que la amenaza globalista devore lo que queda de nuestro mundo roto.
ymc
Brandon Martínez* es un escritor y periodista Freelance de Canadá, especializado en la política exterior, los asuntos internacionales y la historia de los siglos XX y XXI. Su escritura se centra en temas como el sionismo, Israel-Palestina y la política exterior de Estados Unidos y Canadá así como en la guerra, el terrorismo y el engaño que se ve en los medios de comunicación y la política.
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