El exmagnate petrolero Mijaíl Jodorkovski apuesta por llegar al poder en Rusia por medio de una revuelta, pero al mismo tiempo esperará el momento oportuno, afirman varios expertos entrevistados por RIA Novosti.
Jodorkovski, tras haber pasado más de diez años en la cárcel por evasión fiscal, declaró en septiembre pasado estar dispuesto a regresar a la política y hasta asumir la presidencia de Rusia si fuera necesario para superar la crisis.
"Le atrae un juego más complicado donde pretende desafiar a Putin, y no me refiero a las elecciones, ya que según la legislación rusa no podrá aspirar a la presidencia en 2018. Es por eso que se apuesta por hechos revolucionarios", señaló el director del Centro ruso de la Información Política, Alexéi Mujin.
El exmaganate ruso, apuntó el experto, aprovecha la imagen de "un viejo digno" y "el padre de la democracia rusa", rol que no supone ninguna responsabilidad y permite maniobrar entre diversos bandos políticos.
"De hecho se trata de un lobo con piel de cordero", resaltó Mujin.
A su vez el vicepresidente del Centro de Tecnologías Políticas, Alexéi Makarkin, dudó que Jodorkovski logre un gran número de partidarios.
"Creo que con él colaborará solo la oposición que está fuera del Parlamento y del sistema", opinó Makarkin al explicarlo por grandes riesgos políticos.
Según Makarkin, el expropietario de Yukos está dispuesto "al largo juego" y pretende encontrar una solución alternativa a la crisis económica en Rusia ante la incapacidad de los legisladores rusos en esta cuestión.
La víspera, Jodorkovski expuso en un gran discurso en Londres sus ideas respecto al futuro de la economía rusa.
Así, declaró que Rusia afrontará grandes cambios y que en realidad no depende mucho del petróleo y gas y que el 80% del PIB lo generan los ciudadanos, empresarios y contribuyentes.
En este contexto propuso elaborar una solución independiente a la crisis implicando a todos los que apoyan la transparencia y la interacción libre como objetivos principales.
"Le atrae un juego más complicado donde pretende desafiar a Putin, y no me refiero a las elecciones, ya que según la legislación rusa no podrá aspirar a la presidencia en 2018. Es por eso que se apuesta por hechos revolucionarios", señaló el director del Centro ruso de la Información Política, Alexéi Mujin.
El exmaganate ruso, apuntó el experto, aprovecha la imagen de "un viejo digno" y "el padre de la democracia rusa", rol que no supone ninguna responsabilidad y permite maniobrar entre diversos bandos políticos.
"De hecho se trata de un lobo con piel de cordero", resaltó Mujin.
A su vez el vicepresidente del Centro de Tecnologías Políticas, Alexéi Makarkin, dudó que Jodorkovski logre un gran número de partidarios.
"Creo que con él colaborará solo la oposición que está fuera del Parlamento y del sistema", opinó Makarkin al explicarlo por grandes riesgos políticos.
Según Makarkin, el expropietario de Yukos está dispuesto "al largo juego" y pretende encontrar una solución alternativa a la crisis económica en Rusia ante la incapacidad de los legisladores rusos en esta cuestión.
La víspera, Jodorkovski expuso en un gran discurso en Londres sus ideas respecto al futuro de la economía rusa.
Así, declaró que Rusia afrontará grandes cambios y que en realidad no depende mucho del petróleo y gas y que el 80% del PIB lo generan los ciudadanos, empresarios y contribuyentes.
En este contexto propuso elaborar una solución independiente a la crisis implicando a todos los que apoyan la transparencia y la interacción libre como objetivos principales.
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