La retirada de armas pesadas, en el epicentro del debate político, y uno de los pilares básicos de los acuerdos de Minsk transcurre entre un cruce de acusaciones entre el Gobierno ucraniano y las milicias acerca de su cumplimiento y control por ambas partes.
La República Popular de Donetsk (RPD) dio este jueves 24 horas (hasta las 16.00 GMT del 27 de febrero) a Kiev para comenzar la retirada de armamentos pesados.
"En el caso de que Kiev incumpla los acuerdos, la RPD se reserva el derecho a devolver las armas anteriormente retiradas por las milicias" a sus posiciones iniciales, dijo el jefe de la república autoproclamada, Alexandr Zajárchenko, citado por la Agencia de Noticias de Donetsk.
Durante el día de hoy las milicias venían denunciando que el Ejército ucraniano no cumplía con su parte del trato, en palabras del vicecomandante del Estado Mayor de las milicias, Eduard Basurin que exponía que ellos ya las estaban retirando y que la OSCE había llegado al lugar de la retirada situado en la localidad de Elenovka en Donbás y lo había verificado.
Demandas cumplidas
"Hemos cumplido todas las demandas (de la OSCE)", precisó Basurin.
Por su parte, el portavoz de la operación especial, Anatoli Stelmaj, declaró que los militares ucranianos esperaban la decisión de sus superiores sobre la retirada de armamento pesado de la línea de separación establecida en Donbás.
"No cederemos nuestras posiciones, y consecuentemente, esperamos la decisión sobre la retirada del armamento pesado", expresó durante una rueda informativa.
Las autoridades de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk comunicaron que ellos ya habían incluso reubicado casi 400 unidades de armamento pesado y que empezaron a hacerlo el 22 de febrero.
Además, según las milicias la retirada del armamento pesado de la línea de separación comenzó el martes a las 9.00 horas de Moscú tal y como se fijaba en los acuerdos.
Según medios locales, que citan una fuente militar no identificada, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, iba a dar probablemente hoy la orden de retirada.
A su vez, el portavoz del Estado Mayor de Ucrania, Vladislav Selezniov, declaró este jueves que el Ejército estaba listo para retirar el material en cuanto llegara la orden y corroboró la presencia de la OSCE en el lugar.
"Tenemos definidos los espacios a donde trasladaremos nuestras tropas y fuerzas, así como la artillería", explicó.
Selezniov señaló su disposición a cumplir con lo acordado, "las tropas de la operación especial están preparadas para cumplir con estas tareas".
El vicecomandante declaró que "el movimiento de columnas empezó a las 10 horas en presencia de la misión de la OSCE".
La retirada debía haber comenzado como muy tarde el segundo día del alto el fuego, vigente desde el 15 de febrero, y debería concluir en dos semanas.
Posteriormente, el Estado Mayor de Ucrania confirmó que sus militares empezarían a retirar el armamento pesado de la línea de contacto en Donbás.
"Sí, confirmo que hoy comenzará la retirada de la artillería de 100 milímetros", dijo a RIA Novosti el portavoz del Estado Mayor, Vladislav Selezniov, sin precisar a qué hora se iniciaría la retirada.
Monitoreo de la OSCE
El Ministerio de Defensa ucraniano precisó mediante un comunicado que "este primer paso hacia la retirada de armamento pesado se realizará únicamente bajo el monitoreo y control de la OSCE".
Al mismo tiempo, Kiev que exige un alto el fuego completo, advirtió que podría cambiar de planes en caso de una ofensiva de las milicias.
En cuanto al papel de la OSCE, su representante permanente de Rusia, Andréi Kelin, informó de un acuerdo "para que los observadores (de la OSCE) escolten cinco columnas (de maquinaria pesada)", que se replegarán de la línea de separación en la República Popular de Donetsk".
Vladislav Deinego, representante de la autoproclamada República Popular de Lugansk expresó su esperanza de alcanzar un compromiso con la OSCE acerca del control eficaz de la retirada de armas.
"Actualmente mantenemos un diálogo sobre la interacción con la OSCE (…) Consideramos diversos modos y creo que encontraremos un compromiso", dijo.
El 12 de febrero concluyeron en Minsk las negociaciones de los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
El Grupo de Contacto para el arreglo de la crisis ucraniana aprobó un documento que estipula el cese del fuego en Donbás a partir del 15 de febrero, la retirada de armas pesadas y la creación de una zona de seguridad.
Poco tiempo después del inicio del alto el fuego se reanudaron bombardeos, las partes se acusaron de violar el "régimen de silencio" y declararon que solo realizaban ataques de respuesta.
"En el caso de que Kiev incumpla los acuerdos, la RPD se reserva el derecho a devolver las armas anteriormente retiradas por las milicias" a sus posiciones iniciales, dijo el jefe de la república autoproclamada, Alexandr Zajárchenko, citado por la Agencia de Noticias de Donetsk.
Durante el día de hoy las milicias venían denunciando que el Ejército ucraniano no cumplía con su parte del trato, en palabras del vicecomandante del Estado Mayor de las milicias, Eduard Basurin que exponía que ellos ya las estaban retirando y que la OSCE había llegado al lugar de la retirada situado en la localidad de Elenovka en Donbás y lo había verificado.
Demandas cumplidas
"Hemos cumplido todas las demandas (de la OSCE)", precisó Basurin.
Por su parte, el portavoz de la operación especial, Anatoli Stelmaj, declaró que los militares ucranianos esperaban la decisión de sus superiores sobre la retirada de armamento pesado de la línea de separación establecida en Donbás.
"No cederemos nuestras posiciones, y consecuentemente, esperamos la decisión sobre la retirada del armamento pesado", expresó durante una rueda informativa.
Las autoridades de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk comunicaron que ellos ya habían incluso reubicado casi 400 unidades de armamento pesado y que empezaron a hacerlo el 22 de febrero.
Además, según las milicias la retirada del armamento pesado de la línea de separación comenzó el martes a las 9.00 horas de Moscú tal y como se fijaba en los acuerdos.
Según medios locales, que citan una fuente militar no identificada, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, iba a dar probablemente hoy la orden de retirada.
A su vez, el portavoz del Estado Mayor de Ucrania, Vladislav Selezniov, declaró este jueves que el Ejército estaba listo para retirar el material en cuanto llegara la orden y corroboró la presencia de la OSCE en el lugar.
"Tenemos definidos los espacios a donde trasladaremos nuestras tropas y fuerzas, así como la artillería", explicó.
Selezniov señaló su disposición a cumplir con lo acordado, "las tropas de la operación especial están preparadas para cumplir con estas tareas".
El vicecomandante declaró que "el movimiento de columnas empezó a las 10 horas en presencia de la misión de la OSCE".
La retirada debía haber comenzado como muy tarde el segundo día del alto el fuego, vigente desde el 15 de febrero, y debería concluir en dos semanas.
Posteriormente, el Estado Mayor de Ucrania confirmó que sus militares empezarían a retirar el armamento pesado de la línea de contacto en Donbás.
"Sí, confirmo que hoy comenzará la retirada de la artillería de 100 milímetros", dijo a RIA Novosti el portavoz del Estado Mayor, Vladislav Selezniov, sin precisar a qué hora se iniciaría la retirada.
Monitoreo de la OSCE
El Ministerio de Defensa ucraniano precisó mediante un comunicado que "este primer paso hacia la retirada de armamento pesado se realizará únicamente bajo el monitoreo y control de la OSCE".
Al mismo tiempo, Kiev que exige un alto el fuego completo, advirtió que podría cambiar de planes en caso de una ofensiva de las milicias.
En cuanto al papel de la OSCE, su representante permanente de Rusia, Andréi Kelin, informó de un acuerdo "para que los observadores (de la OSCE) escolten cinco columnas (de maquinaria pesada)", que se replegarán de la línea de separación en la República Popular de Donetsk".
Vladislav Deinego, representante de la autoproclamada República Popular de Lugansk expresó su esperanza de alcanzar un compromiso con la OSCE acerca del control eficaz de la retirada de armas.
"Actualmente mantenemos un diálogo sobre la interacción con la OSCE (…) Consideramos diversos modos y creo que encontraremos un compromiso", dijo.
El 12 de febrero concluyeron en Minsk las negociaciones de los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
El Grupo de Contacto para el arreglo de la crisis ucraniana aprobó un documento que estipula el cese del fuego en Donbás a partir del 15 de febrero, la retirada de armas pesadas y la creación de una zona de seguridad.
Poco tiempo después del inicio del alto el fuego se reanudaron bombardeos, las partes se acusaron de violar el "régimen de silencio" y declararon que solo realizaban ataques de respuesta.
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